Luna tardó un poco en reaccionar, pero finalmente lo hizo.Sonrió suavemente: —Si realmente planean usarme como peón, entonces es fácil. Estoy dispuesta a firmar el contrato.Tanto Juliana como Diego la miraron fijamente.Luna explicó: —Como dicen, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Precisamente
—¿Qué pasa con ellos? ¿Sólo porque armen un escándalo tienen la razón?Ernesto, con su temperamento ardiente, ya estaba listo para explotar, su rostro se tornó rojo mientras exhalaba su enojo.—¿Y qué si es una gran estrella? ¿El señor Torres es algo especial? No es el único cliente de mi restaurant
El desprecio en las palabras de Camila era evidente para todos los presentes.Y no era solo Juliana quien estaba ofendida.Alguien de los presentes ya estaba frunciendo el ceño, aunque contenían su molestia para no causar problemas en el restaurante.Sin embargo, Juliana parecía inmutable. Con una s
—¡Estás hablando tonterías!Iván, con un temperamento similar al de Ernesto, interrumpió a Camila con un rugido.Ella tardó un momento en recuperarse y dijo: —¿Cómo te atreves a hablar así? ¿Ahora ni siquiera puedo expresar mi opinión sobre una comida?Iván, claramente todavía enfadado, parecía quer
La paciencia de Camila llegó a su límite, y con tono acusatorio preguntó: —¿Acaso me están echando?—Señorita Garza, creo que está exagerando.Iván le respondió, quien se encontraba junto a Juliana. Aunque había moderado su actitud, su tono seguía llevando un matiz de orgullo.—Solo mencionaste que
Ernesto, sin darle mucha importancia, contestó: —Sí, se lo pediré a Iván para que te lo envíe.—Ve ahora mismo y consigue también las grabaciones de las cámaras de seguridad. Quiero una copia aparte.*Cuando Emiliano recibió la llamada de Camila, justo había llegado a la antigua mansión de la famil
—¡Tía, feliz cumpleaños!Una voz clara y serena salió del teléfono, disipando inexplicablemente la ira que Emiliano había contenido durante todo el día.Levantó la mirada y echó un vistazo a su madre, que todavía estaba en la cocina. Con voz suave, dijo: —Es sorprendente que recuerdes el cumpleaños
Solo de pensar en el rostro hipócrita de esa mujer, le daba dolor de cabeza.No era tan buena persona como Julita, ni tan hermosa como ella. No entendía cómo su hijo podía estar tan cegado.Susana pensó en esto y no pudo evitar llevarse la mano a las sienes, sintiendo el inicio de un dolor.De repen