Marco Por fin tuve un respiro, mi trabajo termino antes de lo que tenía previsto y me entusiasmo la idea de poder invitar a cenar a Sara, para despejarnos y que ella saliera, sé muy bien que no desea gastar, menos cuando no es ella quién paga. Algo con lo que he tenido que lidiar saliendo con ella. Por un lado, me deja ver que existen personas que no les gusta ser dependientes de otras, pero tengo la costumbre de solventar esos pequeños gastos. Me cuesta tener que tomar eso en cuenta. Al llegar, Estela me saluda, lo que me parece raro. —¿Sabrá dónde está Sara? —le cuestiono, es más fácil que localizarla por mí mismo. —No, por eso mismo no me he ido, ella no ha regresado desde la mañana que salió. Saco el celular y voy a marcación rápida, pero el número 1 aparece vacío, busco en mensajes, no está nuestro chat de conversaciones, luego contactos, nada. Una especie de alarma se instala en mi mente, mi pecho siente un vacío repentino que me hace sentir mal. Subo corriendo a la habit
Sara Supongo que Marco si requería de drama para dar por terminado lo nuestro, ¿de qué otra forma lo llamaría?, ¡relación!, no. Al darme cuenta de que alguien estaba fuera de mi apartamento supe que necesitaba poner espacio de por medio, yo verlo otra vez, más que nada era cobardía de mi parte. No estoy segura de tener la suficiente fuerza para dar la vuelta, yo ya tenía que alejarme, no hablarlo directamente es un error, pero ¿qué podría decir un mentiroso?, pues otra mentira y yo, con unas ganas inmensas de estar con él, no es nada sano. Le pedí asilo a Miriam; esperaba que se aburriera de buscarme para poder regresar, una semana más tarde solo estaba más persistente, tuve que ir a hurtadillas a mi trabajo, empezó a enviar cosas como siempre, todas las rechazaban en recepción, hasta le dijeron que había dejado de trabajar, aun así no desistió. Fue la excusa perfecta para buscar un cambio, averigüé si podía emigrar a alguna de las agencias en otros países, regularmente se dan inte
Sara Hacer las maletas era más difícil de lo que creía, mi departamento lo amaba, me costó mucho primero; encontrarlo, luego llegar aún buen trato para pagarlo, amueblarlo. Lo que más me ponía triste eran mis padres; esperaba que pudiera quedarme en un solo sitio para poder llevarlos conmigo. Mis amigos, me dolía no poder decirles la realidad de mi situación, se alegraron, pues el cambio parecía que lo hacía por trabajo. Esa es la versión que les conté, que mi trabajo requería que cambiara de domicilio, Miriam por supuesto no me creyó mucho, pero me dijo que si no se lo decía era por algo, que me daría tiempo para que yo sola le contara. Había algo que me levantaba el ánimo hasta olvidar mis quejas por todo, era ese “humanito” que estaba creciendo día a día. Eso era suficiente para hacerme feliz instantáneamente, a mi parecer todo había valido la pena, jamás podría decir que me arrepentía. Tal vez la forma deshonesta en que me comporte me taladraba la culpabilidad, pero una vez más
Sara La había pasado en un hotel, y era hora de buscarme dónde vivir, por obvias razones mientras más cerca del trabajo era mejor, al no conocer el área tarde una semana más en el hotel, por suerte encontré un apartamento algo viejo, la ubicación es lo que me gusto. Se encontraba arriba de una cafetería, al indagar más y pedir me lo mostrarán una amable señora, me dijo que casi nadie lo quería por ser muy ruidoso, se encontraba en plena avenida, era raro, casi todo aquí eran locales comerciales. Ruido, ¡ja!, yo no tenía problemas con ello, verifique los servicios, las instalaciones, además me dijo que por las noches mi vehículo podía quedar en la parte lateral de la cafetería. Simplemente, lo tomé, la señora era la dueña y parecía buena persona, auto aún no tenía, esperaba poder comprar uno, aquí es indispensable, no como en mi México que, si lo deseaba, me subía al metro y llegaba a cualquier lado, el transporte escaso solo se movía en las avenidas, y este lugar estaba lleno de en
Marco Tuve que cambiar de investigadores, y de todos modos me demuestran que Sara es más inteligente que ellos o no les estoy pagando lo suficiente, después de un tiempo dejaron de traerme información útil. Mi madre y Alin se han aliado y me pidieron que las acompañe a ver a un especialista, dijeron que tal vez no debimos esperar que el tiempo curara las heridas, que quizá necesitábamos asistencia. No le veo el uso, solo me roban el tiempo dos veces por semana, hasta Daniel cree que debo ser más cooperativo y sacar cualquier cosa que tenga en la mente. Parece que no entienden que mi mente solo la ocupa Sara. Me rendí, si ya estoy pagando por estas sesiones en donde me la paso divagando, será mejor que empiece a darme respuestas, lo aprovecharé, sé que Daniel debe estar cansado de oírme hablar de Sara. Si querían torturarme esta era la forma, desea escuchar el desastre traumático que ocurrió para que me volviera un patán, con gusto se lo dije, orgulloso, no. Simplemente, me alegra
Sara El que no arriesga no gana y yo definitivamente tengo mucho que ganar y con un ajuste puedo pagar lo que Madelaine me pide, me dará tres meses de gracia para pagar renta del espacio que ocupa la cafetería. Mi plan aparte de las modificaciones es meter comida, estamos rodeados por almacenes y oficinas con gente hambrienta, además los clientes fieles de Madelaine siempre le están pidiendo comida, este lugar tiene ese encanto, a pesar de que es muy transitado, dentro se puede estar muy a gusto. Mi corazón se estrujó al hablar por primera vez con mis padres, luego de las lágrimas de cocodrilo, al igual que con Miriam me dio una diarrea verbal, me hacía falta lengua para poder contarles tanto, incluso aunque sé los he escrito. Ya tenemos planes para que vengan a verme, están más que contentos con todas las noticias, mi madre insistió en hablar con mi tía, es bien sabido que ella fue la heredera de la sazón de la abuela. Yo amo a mi tía, y el que ella pudiera considerar venir a ayu
Nora La investigación sigue su curso, según los datos Sara vendió su departamento, esto quiere decir que necesitaba el dinero, el monitoreo de las personas allegadas a ella nos permitió rastrearla, y solo ahora sabemos que está en el país vecino. Por los recientes informes sé que sigue laborando, en la filial de la empresa para la que trabajaba aquí en México, incluso descubrimos que el dinero del departamento lo ha invertido en una cafetería que se encuentra remodelando, esa parte de ella me agrada, se nota que no es una damisela en apuros, sabe cómo sobrevivir. Una mujer independiente, inteligente y bella además. A pesar de los buenos rasgos de la joven, necesito probar la determinación de mi hijo con respecto a Sara. No quiero verme como la malvada del cuento, solo me aseguro que no vuelvan a dañarnos. Marco Es increíble que mi madre haga esto, nunca creí que fuera ese tipo de personas, ella misma me dijo que si iba en serio con Sara la buscará, ahora no sé si se retracta. L
Sara Dos semanas más tarde, Jonathan y su equipo terminaron el trabajo y solo faltaba el mobiliario, que él se ofreció a colocar por el intercambio que hicimos de ayuda mutua. Y yo me encariñaba más con la hermosa Emma. Gracias a la guía de mi tía hice las últimas compras para equipar la cocina y todos los días pasaban los antiguos clientes a ver si ya estaba listo el lugar para poder volver, yo estaba a toda marcha con algunos trabajos que me solicitaron de restauración de unas piezas de vitral. La pequeña Emma era un ángel, tenía buenos modales y sus ocurrencias nos sorprendían todos los días, a veces quedaba dormida antes de que su padre se la llevara. Por suerte conseguimos dos personas que se encargaran de las oficinas para gestionar el trabajo de Jonathan. Madelaine y mi tía simpatizaron, al parecer mi vida se iba enriqueciendo con la adición de nuevas personas en ella, esto de verdad se empezaba a sentir como un hogar. La inauguración se llevó a cabo con un montón de gente