Tuve que pasar la noche en la mansión Fernández. Rick me llevo hacia una de las habitaciones de huéspedes. La habitación era incluso más grande que mi propia casa, las paredes estaban tapizadas con un tapiz beige, mientras que todo el lugar era bastantes lujos. Cuando me acosté en esa cama tan cómoda y fina, no pude evitar extrañar mi casa y a mis padres.Sabía que hoy estaba cambiando mi vida entera, así que no dude en sollozar con miedo a lo que vendría. Estaba preocupada por mis padres y el como tomarían este compromiso, pero estaba más triste al saber que pronto, me alejaría de ellos para cumplir como una falsa prometida.Pero a pesar de que una enorme tristeza se estaba apoderando de mi cuerpo, el sueño y el cansancio le gano totalmente a la tristeza, haciéndome dormir con plenitud, soñando con cosas que me hacían feliz. En el sueño pude ver a toda mi familia, habíamos dejado de lado la pobreza y no debíamos, pero de pronto enfrente de mí, se aparece un hombre de gran altura, cab
Cuando la camioneta llego a mi vecindario, no pudimos evitar ver las miradas de la gente alrededor, todos estaban sorprendidos de ver un auto tan caro, en una colonia bastante pobre. La cara de William fue interesante, no miro el lugar con desprecio o con pena, sino que miro el lugar con atención. Incluso pude ver la reacción de sus guardaespaldas, que estaban preocupados por estar en un lugar así.–¿Está seguro que quiere entrar a este lugar? –Preguntó uno de sus guardaespaldas, que era moreno y alto, sonando como una gallina asustada. Creí que ellos eran los guardaespaldas, no Will.–No digas estupideces y prosigue. –Contesto William rodando los ojos, al oír el comentario de ese hombre. De pronto mi cuerpo se lleno de una felicidad, fue interesante ver la reacción de William, fue bastante respetuoso al no juzgar el lugar en donde yo vivía.El GPS hizo que la camioneta se detuviera enfrente de una casa muy deteriorada y algo vieja. Esa era mi casa, en donde fui criada por mis padres
Estaba nerviosa, las manos me sudaban, las piernas me temblaban y mi quijada estaba apretada. Me miraba en el espejo mientras dos sirvientas me ponían un hermoso vestido de encaje, de color carne mientras otras dos sirvientas me ponían zapatos de tacones del mismo color y fabrica que el vestido.–Luce muy tensa. –Me comenta Rick de la nada, mientras observa como me retocan cada cosa.–Esta familia es de locura, ¿cómo estarías si estuvieras en mi lugar?–Si me permite darle mi humilde opinión. –Me miro desde el reflejo del espejo, que estaba en frente de mí. –¡Estaría asustado!–Se empieza reír con gracia.–Que bien que te divierta. –Murmuré sin nada de gracia.De pronto las puertas de la habitación de huéspedes se abren, la persona que estaba pasando por esas hermosas puertas de madera era William, quién estaba usando una camisa blanca y un saco color arena, con unos jeans azul claro. Para ser sincera, nunca había visto a William vistiendo ropa casual, así que no pude evitar que me qui
Pero sabía que tenía que afrontar más que solo los comentarios de Tom, sino que ahora tenía que ver a los ojos a una mujer que estaba enamorada. De pronto miró a la joven que rogaba por estar en mi lugar. Alicia parece no reconocerme, pero estaba molesta de verme al lado de su amado.–¿Quién es ella? –Le pregunta a William.–Antes de todo, quiero presentarte a toda la familia. –William intenta hacer a un lado a Alicia, quién esta realmente furiosa. –Ya que reconociste al asqueroso de mi hermano, te puedo presentar a mi madrastra. –Yo lo mire sin saber que esa dama era su madrastra.–¿Por qué siempre me presenta así? –Preguntó la mujer rubia. –Hola, soy Susana. –Yo solo tome su mano con delicadeza, ya que ella también era delicada.–Un gusto, me llamo Ana. –Sonreí con todos los dientes.–Y bueno, ahora te presentare a mi otra familia. –Él me lleva directamente con Roberto Ferguson, un hombre rubio y de ojos cafés con una gran altura. –Roberto, ella es Ana.Roberto parecía más amable qu
Estaba lista para escuchar la historia de William. Mis manos me sudaban y no podía dejar de tragar saliva, pero estaba preparada para poder escucharlo.Por otra parte, William lucia desolado, como si no encontrara placer en nada.–Esa mujer fue la mejor amiga de mi madre por años. –Empieza a hablar con esa voz gruesa que lo caracteriza. –Recuerdo que esa mujer era muy cercana a mi madre, hasta que se mostro como una total enemiga. –Los ojos de William se enfocan en las teclas del piano. –Como una basura, se metió en el camino de mi familia, anunciando que estaba esperando un hijo de mi padre. –Mi mirada mostro sorpresa, ya que esa historia no era conocida por nadie. –Vi a mi madre sufrir como nunca antes, al darse cuenta que su mejor amiga y el amor de su vida, le habían jugado muy mal. –Lentamente sus dedos empezaron a acariciar las teclas. –Y como si fuera un cuento de horror, mi madre al poco tiempo de saber de la infidelidad de mi padre, se enfermo de cáncer de pulmón. –Suspira pr
Había algo en Tom Fernández que no me agradaba, no se si eran sus ojos castaños, o el cómo me miraba cuando está parado enfrente de mí, pero había una parte de mí, que tenia curiosidad en saber que es lo que estaba pasando en su cabeza, cuando dijo esas ultimas palabras. –¿Y usted sabe que cualquiera de sus rechazos, hace de mi un hombre aún más apasionado en saber que hay detrás de esta mujer tan inteligente?”Pero sabía que no podía confiar en ese tipo de personas, así que me encamine hacia mis padres, quienes ya estaban listo para irse. William les había prestado un auto, así que cuando me ven, de inmediato puedo escuchar a mi padre decir:–Ana, sube al auto. –Yo solo le sonreí, para después caminar hacia él.–Creo que me quedare. –Suspire con tristeza. –William quiere mostrarme algunas cosas.–¿Acaso te quedaras a dormir aquí? –Mi padre lucía preocupado.–Sí. –Afirme con la cabeza.–José deja a la niña. –Mi madre empieza a hablar inesperadamente. –Ella esta apunto de casarse con
Después me puse el vestido de seda, que se sentía como tocar las nubes, para después ponerme unas pantuflas del mismo color del vestido. Antes de salir de la habitación, di un suspiro muy grande, hasta que tuve las agallas de salir de la habitación, para encontrarme con una imagen muy tentadora.William estaba recostado en la cama, mientras usaba unas gafas de armazón negro y leía un libro. Esa imagen jamás se borrará de mi cabeza, ya que lucia realmente atractivo, casi como si fuera un modelo para una nueva campaña de moda.Y cuando los ojos cafés de William se juntaron en los míos, pude ver como se quitaba los lentes, para observarme. Parecía creer que era una ilusión enfrente de él. Así que no pude evitar sentirme desnuda, al sentir sus ojos mirándome desde la punta de los pies, hasta la cabeza.–Se ve hermosa. –Me confiesa.–Gracias. –Trague saliva nerviosa, para caminar hacia el lado vacío de la cama, pero mi torpeza junto con las copas de vino que tome, no me ayudaron tanto. Ca
A la mañana siguiente, me sentía realmente avergonzada.No podía creer lo que había pasado la noche anterior, tenía miedo de ser rechazada por William, cuando el sol saliera y se diera cuenta que era una mujer insignificante. No quería que cambiara la percepción que tiene sobre mí. Aunque para ser sincera, no sabía que pensaba de mí.De pronto alguien toca la puerta de la habitación, así que me levanté deprisa y corrí a abrir esa puerta, pensando que detrás de esta estaba William, pero en vez de encontrarme con el castaño, me encontré con Rick, que era alto, pálido y calvo. Cuando lo mire no pude evitar mostrar que era decepcionante térnelo enfrente.–A mi también me alegra mucho verla. –Dijo el hombre calvo con un toque de sarcasmo, entrando a la habitación. –El amo William me ha pedido que la ayude a cambiarse de ropa.–No soy una niña, para que me ayudes a cambiarme de ropa. –Estaba molesta por la constante ayuda innecesaria que me daba Rick. –Me molesta que otras mujeres me desnud