Después de mi conversación con Emily, me despedí de ella con un abrazo reconfortante, prometiéndole que todo estarían bien y que estaríamos allí la una para la otra pase lo que pase. Con sus palabras aún resonando en mi mente, me dirigí hacia el restaurante donde tenía una cena programada con un cliente importante.El restaurante era un remanso de elegancia y sofisticación, y la terraza ofrecía una vista espectacular de la ciudad iluminada. Al llegar, pregunté por la reserva de William Donovan, mi cliente, y el maître me condujo con gracia hacia la mesa reservada para nosotros, donde él ya me esperaba, radiante con su traje impecable y una sonrisa encantadoraCuando me acerqué a la mesa, pude notar la sorpresa en los ojos de William al vere. Sus halagos me hicieron sonreír tímidamente, mientras su gesto caballeroso al invitarme a sentarme hizo sentir bienvenida y apreciada. La velada comenzó con una conversación amena y profesional, mientras examinábamos el menú y discutíamos los detal
-Perdón por interrumpir, dijo William con una sonrisa forzada. Sarah tengo algo para ti y a su vez quería disculparme por lo de anoche.Mi mirada se encontró con la de David, y pude ver la expresión de molestia en su rostro al ver a William ahí. Tome el ramo de rosas con cuidado, agradecida pero confundida por el gesto._Gracias, William, pero no era necesario, dije tratando de disimular la incomodidad que sentía en ese momento.David se aclaró la garganta, claramente incómodo con la situación._Lo siento, Sarah, enserio no quería interrumpirte, como quedamos que hablaríamos sobre los detalles aquí en tu despacho, dijo en un tono un poco más suave ahora que David estaba presente. Esperare en recepción.Asentí con la cabeza, agradecida por la oportunidad de calmar los ánimos antes de que la discusión escalara aún más. William se despidió con una sonrisa y se retiró de la oficina, dejándonos a David y a mí solos una vez más.Nos quedamos en silencio por un momento, el peso de la tensión
Con un suspiro resignado, alcé la mano y toqué la puerta de la oficina se Sarah. El eco de mi determinación resonó en el pasillo vacío, como un preludio de lo que estaba por venir. Sin embargo, el silencio que siguió fue inquietante, como si el edificio mismo contuviera la respiración en anticipación de lo que desataría.En ese momento, la asistencia de Sarah apareció y me saludo con cortesía:-Buenas tardes, abogado Roberts. No lo vi ingresar.Asentí con la cabeza, sintiendo la necesidad de disculparme por mi entrada directa-Es que no había nadie en recepción, por eso ingrese directamente. Pido disculpas por el inconveniente.La asistente me tranquilizó, diciendo que no había problema. Sin embargo, su siguiente declaración me dejó perplejo:- ¿Está buscando a la abogada Johnson? Ella no se encuentra. Salió rápidamente al hospital.La noticia sobre la partida apresurada de Sarah al hospital me golpeó como un balde de agua fría. Un instinto protector se encendió dentro de mí, y si pen
SARAHRecibí a William en mi despacho con una sonrisa tensa, consciente del incidente que había presenciado esta mañana. Me disculpé por la escena, y él, con su habitual cortesía, aseguró que no había problema alguno. Sus palabras aliviaron un poco la tensión en el ambiente, y pronto nos sumergimos en la discusión sobre el contrato entre nuestro bufete y la compañía Donovan.-Entonces, ¿qué te parece si establecemos estos términos para el acuerdo? Propuso William, mientras repasábamos los detalles del contrato.Analizamos cada cláusula con atención, discutiendo los puntos clave y llegando a acuerdos que beneficiarían a ambas partes. A pesar de la seriedad del tema, la conversación fluyó con naturalidad, mostrando la buena química que teníamos como colegas.Una vez que finalizamos la discusión, William me sorprendió invitándome a almorzar para celebrar el acuerdo. Estaba a punto de aceptar cuando mi teléfono sonó, interrumpiendo el momento. Era mi madre, con la noticia desgarradora de
*****************************************************************************JAMESDespués de colgar la llamada con mi prima, una sonrisa sutil se dibujó en mis labios, reflejando la satisfacción y la malicia que bullían en mi interior. observé con astucia a las personas que me rodeaban, asegurándome de que nadie pudiera percibir el verdadero propósito que se escondía tras mi expresión serena. En mi mente, las ruedas de mi plan maestro giraban con precisión, llevándome un paso más cerca de mi objetivo final.Susurré para mí mismo, mis palabras cargadas de una confianza calculada y una determinación implacable.-Mi plan está progresando a la perfección.Durante meses, he estado tejiendo una red de intriga y engaño, meticulosamente diseñada para alcanzar el control absoluto del bufete de abogados que tanto ansío. Cada detalle, cada movimiento estratégico, ha sido cuidadosamente planeado en las sombras, oculto de la vista de aquellos que podrían oponerse a mis ambiciones.Mi tío, el act
SARAHLa recaída de mi padre nos sumió en un mar de preocupaciones y cuidados que parecía no tener fin. Verlo luchar contra la enfermedad fue desgarrador, y cada día se volvía una batalla más difícil de librar. Fue entonces cuando tomé la decisión de viajar a Suiza, en busca de un refugio donde mis padres pudieran encontrar un respiro, un oasis de calma en medio de la tormenta que habíamos estado atravesando.El viaje no fue fácil. Hubo momentos de incertidumbre y desafíos que enfrentar, pero finalmente llegamos a la casa de campo, rodeadas de verdes prados y montañas majestuosas. Aquel lugar parecía alejado del bullicio del mundo exterior, como si estuviéramos inmersos en un remanso de paz y tranquilidad.Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Durante este tiempo, experimentamos altibajos emocionales, momentos de desesperación seguidos de pequeñas victorias y destellos de esperanza con respecto a la salud de mi padre.Durante nuestra ausencia, mientras el mundo
El lunes llega, y con él, mi regreso al bullicioso mundo del bufete. Mi asistente me recibe con un entusiasmo que contrastaba con la cautela que siento en mi interior. Mientras caminamos hacia mi oficina, ella me informa sobre los pendientes acumulados durante mi ausencia, pero mi mente está ocupada con pensamientos sobre lo que me espera en mi regreso.Al llegar a mi destino, diviso a James, mi primo, esperándome en la entrada de la sala de conferencias. Su sonrisa parece genuina, pero algo en su mirada me hace dudar. ¿Qué está pasando realmente en el bufete durante mi ausencia?-Buenos día, Sarah. ¿Lista para ponerte al día? saluda James con cordialidad, pero su tono contiene una sombra de malicia que no puedo ignorar.Asiento con cautela y entramos juntos a la sala de conferencias. James comienza a presentar el informe sobre lo ocurrido en el bufete durante mi ausencia, pero sus palabras suenan huecas para mis oídos. Cada vez, me doy cuenta de que está destacando ciertos aspectos d
Desde que las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar, me sumergí en una investigación que prometía desentrañar los oscuros hilos que envolvían el misterio en el que mi amigo Nicholas se encontraba atrapado. Decidí delegar la investigación sobre el bufete Johnson a uno de mis colegas más confiable, mientras yo me dedicaba de lleno a descubrir la verdad detrás de Alexia y sus misteriosas conexiones.Las horas se desvanecían mientras revisaba minuciosamente cada detalle, cada encuentro secreto de Alexia, cada pista que pudiera llevarme a entender su papel en todo este entramado. Encontré registros de reuniones a altas horas de la noche, conversaciones telefónicas en las que su tono sugería más delo que decía, y una serie de movimientos financieros que nos encajaban del todo.En medio de mi inmersión en la investigación, una sospecha comenzó a tomar forma en mi mente. No podía evitar pensar que Alexia estaba en alguna manera relacionada con la madre de Nicholas. Los vínculos entre a