Me quedo en el estacionamiento unos pocos minutos, sonriendo al saber que después de dos días la veré, con su sonrisa brillante, su cuerpo perfecto y su carácter de mujer independiente.
Me bajo del auto, queriendo saltar de felicidad y buscando entender que todo esto es resultado de años reprimido. Camino hacia la entrada, consigo ver a Ignacio sosteniendo la puerta para que Alissa y la señora Fabiola pasen al edificio. Algo se me retuerce en las entrañas, como si el maldito Alien quisiera salir de mí de un momento a otro.
Entro al edificio, tratando de mantener la sonrisa con la que llego todos los días, obligándome a entender que fue un gesto de caballerosidad para ambas mujeres.
Espero el ascensor, que baja rápido y, una vez se cierran las puertas, busco la manera de respirar para no salir corriendo a mi oficina en cuando la vea. La caja metálica llega a su destino y al abrirs
Se que me he ganado unas ojeras por casi no haber dormido anoche, porque no podía sacarme de la cabeza la imagen de Alissa sonriendo con Ignacio. Es estúpido, sería la solución decirle la verdad de una vez, pero me muero de miedo.Son veinte años de sostener una vida que no existe para escaparme de todas las mujeres que a mi madre se le ocurrió que podían ser mi pareja. Para justificar que estuviera tan solo desde siempre, que huyera de las mujeres y que… ¡aaahhhhhh!Llego a mi oficina como alma en pena, solo quiero enterrarme en trabajo y no pensar en nada más que no sea trabajo. Pero uno nunca tiene lo que quiere, ¿se han dado cuenta de eso?Llaman a la puerta, de mala gana indico que pase la persona, sea quien sea, solo quiero que entre y se vaya lo antes posible, para quedarme tranquilo aquí, en mi soledad y mi trabajo.-Señor Manterola, le traigo unos informes d
Lejos de todo lo que me pueda atormentar, de todas las personas que me pueden causar daño, de las distracciones y del trabajo, aquí me encuentro, en una de las playas más hermosas de Chile, en el norte del país.Bahía Inglesa es un balneario que se encuentra a unos siete kilómetros de una pequeña ciudad llamada Caldera, en la región de Atacama. Unas pocas personas viven aquí de manera permanente, las demás viviendas se ocupan solo para épocas de vacaciones.Incluso en invierno es agradable de venir, escaparse del bullicio de la gente. Pero venir aquí en cualquier época del año que no sean vacaciones, es una oportunidad para estar solo y tranquilo. Por eso lo he elegido para pasar una semana, otra poder ordenar mi vida y buscar la manera de tomar las riendas que una vez dejé sueltas por miedo a ser más estricto con los que me rodean. En especial con esa se&nti
Voy subiendo por el ascensor, con todas las ganas de ver a mi princesa, sin embargo, al llegar no la veo por ninguna parte. Quiero llevarla a almorzar para contarle lo que he descubierto y que muy pronto podré tener a mi lado familia que me quiera.Me voy directo a mi oficina, la señora Fabiola hoy tiene permiso de llegar más tarde, así que decido que antes de comenzar a trabajar, quiero un café y chocolates. Justo en ese momento me llama el abogado.-Señor Olivares, buen día.-Señor Manterola, muy buen día, le tengo noticias nuevas.-Solo dígame lo que sabe, estoy ansioso por encontrar a Jazmín y a mi pequeño Alex.-Jajaja, que de pequeño ya no tiene nada, es un hombre de veintitrés años, terminó sus estudios en la carrera de pedagogía en artes visuales. Su hermana hipotecó la casa para pagarle sus estudios.-¿
No, no estoy orgullosa de lo que acaba de pasar, no he debido permitir ese beso, por más sola que me sienta, ha sido una completa estupidez. Siento unas ganas tremendas de llorar, más aún porque él me vio, maldición, me siento... sucia.Miro el reloj, veo que me queda una hora de tortura, me entierro en mi asiento, sabiendo que en unos minutos Alex saldrá de esa oficina y ni siquiera sé qué decirle. Aunque mi ser racional me diga que no somos más que amigos, por lo que no debería justificarme, mi corazón me dice que he sido una maldita p3rr4.Tan solo hace unos días le dije que no me gustaba Ignacio, que me gustaba estar cerca de él. Acepté mejorar mi relación con él solo por el ambiente laboral, ser un poco cordial y nada más, pero esto se ha ido a un punto que debo aclarar con Ignacio en cuanto pueda.-Te puedes ir a la mierda… pero &iq
Semanas perdido de la oficina, arreglando todo para el regreso de mi hermana junto a mi sobrino, porque sé ella volverá. No he dejado de pensar un solo día en Alissa, preocupado de lo que pueda pasar entre ella e Ignacio, pero también es cierto que no he dejado de hablar con ella cada día.A veces por un par de horas y otras por apenas unos minutos, pero con ella todo es infinito.Me cuenta de cómo van las cosas en la oficina, aunque me entere por la señora Fabiola, saber por boca de ella es mucho mejor. Pero lo más importante, me dijo que puso a raya a Ignacio.“-Le dije que ese beso había sido un error y no volvería a suceder. No le gustó, pero luego de nombrar las palabras “abogado, entrepierna, rodillazo y renuncia” comprendió de inmediato.-Jajaja me imagino la frase que le dijiste con todas ellas, así cualquiera entiende. Y tú, ¿
Tras un tiempo indeterminado, llegué a la población donde mi hermana vivía desde hace años. Descubro la verja abierta y me acerco a la puerta para llamar con toda mi energía.-¡Jazmín! – digo no muy fuerte, golpeando la puerta no muy fuerte, tratando de ganarle a mi desesperación -. ¡Jazmín, por favor abre!-No creo que pueda hacerlo si estoy afuera – me giro y me quedo petrificado, allí está mi hermana -.-Hermana… - corro hacia ella y la abrazo, la levanto del suelo y la hago girar un poco, mi corazón podría explotar de felicidad ahora -. Hermanita mía, al fin.-Alex, hermano – la dejo en el suelo y me separo de, una infinidad de sentimientos me abordan, comienzo a llorar de felicidad, pero eso no evita que me lance al suelo de rodillas, porque esto es lo primero que debo hacer -. ¿Qué haces? Ponte de pie.-No – no puedo -, he venido a pedirte perdón por todo lo que has tenido que pasar. Tengo semanas buscándote y tratando de pensar las palabras justa
Hacemos el trayecto a casa, le cuento a Jazmín y Alex que no vivo ahí desde que mi madre me dijo lo que había hecho.-¿Y lo soportó? – me pregunta mi hermana riendo -.-Algo así, llama unas cinco veces al día. A veces le contesto a la última.Ella se ríe, no puedo evitar tomar una de sus manos, para saber que es real.-Te he extrañado tanto, hermana.-Yo también.Seguimos hablando en el camino, Alex me cuenta de sus estudios y de como conoció a Pía, las sorpresas de la vida. Sin querer, nuestra familia terminó emparentada con los Cavalcanti. Mi madre podría ser feliz, si no fuera porque mi sobrino es “ilegítimo”.Pasamos a dejarlo en un hotel, me dice que no quiere conocer a su abuela aún y que necesita espacio para buscar la manera de ayudar a su mujer. Que envidia me da este muchacho, porque no tie
Han ido pasando los días, las semanas… los meses.Mi hermana me apoya con la empresa, espera gemelos y se casó. Eso me tiene feliz, pero mi vida sentimental… es un dolor inmenso.En cuando Jazmín apareció, mi chica se fue.Se la tragó la tierra, me dejó solo y sin avisar.Se cambió de departamento, cambió de teléfono, solo dejó su carta de renuncia sobre su escritorio un día antes de que llegara Jazmín.Mi vida se siente desfallecer, por un lado me llega la felicidad de tener a mi hermana y a mi sobrino, pero por el otro, la mujer que estaba dispuesto a conquistar, se me fue.Por ahora, solo me queda volver a sumergirme en el trabajo, pensando en que, tal vez, ella no era para mí. Incluso, he llegado a pensar que esa persona especial de la que me habló muchas veces, le ofreció una vida lejos de aquí.Llego a la