La sonrisa de Dexter se intensificó.
—¿Pedir qué? —jugó al tonto.
—¿Te pondrás el papel de difícil? —Kayla quiso bajarse del lavabo pero la embestida de Dexter se lo impidió, su erección no había desaparecido.
—Contigo no —la mandíbula de Dexter se tensó, era su oportunidad, tenía que protegerla, tenía que hacerla suya.
Kayla sonrió como una niñata cuando él le colocó un mechón de su cabello, y comenzó a jugar con él con movimientos bien detallados.
—Sé que es demasiado pronto, pero... &ique
El ambiente que se respiraba dentro del auto de Mickey, era hostil, más que otras veces en las que compartían un espacio tan pequeño, Kayla había tenido que parar un par de veces para que Jade bajara y vomitara, sus dos amigos se encontraban en un severo estado de ebriedad, sin contar que los ronquidos de Mickey la pusieron de mal humor.Dexter iba en delantera, y siempre que ella frenaba, las llantas del carro de Dexter rechinaban haciendo un sonido estruendoso y casi tan molesto como la situación.Odiaba manejar, pese a que Owen le había enseñado hace dos años a hacerlo, aún se sentía insegura con las manos sobre el volante.—Mierda, detente —le dijo Jade poniéndose una mano sobre la boca, comenz
—Ven —le indicó Dexter, mordiendo su oreja—. Te gustará.—Pero mis amigos...Dexter no prestó atención alguna a su cuestionamiento y la llevó hasta el patio trasero, la arrinconó en la pared cubierta de enredadera, y con fuerza la lanzó sobre ella.—¡Joder, eso dolió! —Kayla quiso girarse pero Dexter se lo impidió.—Lo siento princesa, me gusta el sexo salvaje —Dexter tenía la mirada oscura, era como si hubiera sido dominado por su odio al mundo.—No tendré sexo contigo, apenas nos conocemos y...D
Entraron a la casa, todo estaba pulcro y limpio, la estancia principal estaba adornada por enormes cuadros de pinturas rústicas, jarrones con plantas exóticas y un olor a Menta inundaba el sitio.—Bienvenida, Kayla —dijo la rubia sentándose en uno de los sillones de manera desenfadada—. Ponte cómoda, enseguida llegará él.Kayla quiso lanzar su vómito verbal, pero prefirió callar y sentarse.—¡Dios, llegué a tiempo, ese hijo de puta casi te la mete! —La rubia arrugó la nariz—. Presiento que se enojará cuando se enteré lo que estuvo a punto de hacerte ese imbécil.—¿De quién hablas? &md
Dexter estaba cabreado, desorientado y el dolor insoportable que sentía en la cabeza lo martirizaba de sobremanera, había logrado escurrirse de las manos de Mickey, antes de que llegara la policía, no sin antes haberle disparado en el brazo, aunque solo fuese una herida leve, apenas un roce, después se encargaría de matarlo.Tuvo que correr por los atajos que conocía, esconderse de la policía no iba a ser un trabajo fácil, pero lo tenía todo calculado, era un experto en escapar y salir ileso de los problemas, ya era noche y nadie sabía dónde vivía.—¡Eh, Dexter! —le gritó uno de los chicos que vendían droga, y a quien acudió para comprar el alucinógeno que le ingirió en la bebida a Kayla, con la seguri
FORTALEZA DE LA FAMILIAWATSON.—¡Pero que hijo de puta! —Owen perseguía por toda la estancia principal a Darren, al tiempo que él le lanzaba libros que terminaba esquivando con destreza Owen.—¡Dios, deja que te explique! —exclamó Darren esquivando la figurilla de cristal que le lanzó Owen.—¡¿Escucharte?! —Owen saltó por encima del sofá en el que se encontraba Yohaly pintándose las uñas, acortando el camino y logrando por fin tomarlo de la camisa para estamparlo contra la pared—. ¡Tienes secuestrada a mi hermana.Owen le lanzó un puñetaz
Las primeras gotas de agua fría cayeron sobre la piel de Owen, tenía los nudillos de las manos lastimados, después de dejar por la noche a Kayla en su habitación, y pasar todas las horas hasta el amanecer vigilando su sueño, decidió ir a trabajar medio tiempo, había pasado la mayor parte del día de ayer con Susan, tuvo sexo con ella y todo iba bien, hasta que revisó su celular y vio mensajes y llamadas pérdidas de Kayla.—¡Maldita sea!Cerró los ojos con fuerza, no iba a permitir que nadie lastimara de nuevo a su hermana, así tuviera que convertirse en un asesino, lo haría, mataría a Dexter, a Darren, a todo el que quiera volver a ponerle un solo dedo encima a su pequeña Kay.
ESTACIÓN DE POLICÍA...—En serio primito, que no hace falta que te pongas gorra y lentes oscuros, tu solo aspecto ya es el de un psicópata malparido —se burló Yohaly al ver el atuendo que usaba Darren—. ¿Acaso no dormiste? Tienes unas ojeras espantosas.—Cállate Yohaly —Darren giró los ojos—. La ropa no es lo importante, te recuerdo que estamos aquí para cuidar el trasero de Owen.—Pero el tipo te quiere muerto —resopló ella dándole un enorme mordisco a su dona de chocolate.—¿Es en serio? —Darren estaba perdiendo la paciencia con su prima—. Vinimos a vigilar que Dexter no mate
Kayla sintió una opresión en el pecho, su mundo se desmoronaba lentamente por milésima vez, siempre supo que Darren la odiaba, la hería, la engañaba, e incluso el sexo con él era posesivo, salvaje, pasional, pero jamás imaginó que el odio y la repulsión que sentía hacia ella, llegara a tanto como para contratar a Dexter para enamorarla y que la violara.—Dios, Kay, di algo —Mickey intentó tocarla pero ella rechazó el tacto—. Lo que sea, puedo imaginarme como te has de sentir, Darren es una persona despreciable, mira que pagar para que te violaran.Kayla se alejó de Mickey, la realidad era siempre más cruda e irreal de lo que imaginaba, se negaba a creerlo, es decir, sentía todavía mucho por él, pero ta