—¿En qué hueco estabas metido que no había sabido nada de ti, Mikhail? —le preguntó Tatianna a ese mafioso, por medio de llamada telefónica. —Estaba pensando en ti y quise llamarte~ fueron tres años los que estuvimos saliendo. —¿Llamas "salir" a los encuentros vagos, secos y sexuales que tuvimos?, todo fue carnal. —Ah. ¿Y ahora supongo que no lo es en tu nueva relación?, Vladimir está enamorado de la tonta mujer de los Nekrásov que me dió fácilmente todas las propiedades de don Gregori —decía burlista Alexei (Mikhail), del otro lado de la línea telefónica. —Vives en el pasado, estúpido~ —sonrió Tatianna altiva acostándose en la cama— Vladimir y yo ya teníamos una historia juntos~ y ahora… Él es mi familia… —susurró ella sin darse cuenta de su rostro ruborizado.—Te enviaré un obsequio y de paso haré que tu "familiar" nuevo pague por tu traición~ serás mía nuevamente Tatianna Lavrov. —Corrección, soy "Korovin" ahora~ —finalizó ella la llamada. "Ya no me sirve este teléfono ni núme
••••••••••Esa tarde de otoño. Tatianna y Vladimir se encontraban en la cubierta del yate en el que viajaban, inmersos en su quinto día de travesía rumbo a San Petersburgo por el majestuoso río Volga.A pesar de tener la opción de viajar por aire o tierra, la pareja decidió despejar sus mentes optando por el viaje marítimo.La suave luz del atardecer se filtraba entre las nubes grises, reflejándose en las aguas del río y tiñéndolas con tonos cálidos que contrastaban con el paisaje otoñal de ese día frío.Tatianna suspiró, admirando la belleza melancólica del paisaje.—Realmente ha sido hermoso. No puedo creer que mañana estaremos llegando a nuestro destino. Me he divertido mucho —sonrió Tatianna, sosteniendo una copa de champagne en su mano derecha. Seguidamente ella miró hacia atrás donde estaba su esposo sentado tranquilamente fumando un cigarrillo.—Es inevitable. Este viaje a San Petersburgo es por trabajo. Pero una vez que todo esto pase, podremos disfrutar aún más de nuestro ma
El interior del lujoso yate irradiaba elegancia. La sala estaba decorada con tonos cálidos, suaves alfombras y muebles de lujo que invitaban a un viaje relajante.Tatianna, guiaba a su amado esposo Vladimir el cuál la había seguido solo unos minutos después de su insinuación en la cubierta.Ella con gracia y seguridad caminaba por el salón. La luz tenue y el suave balanceo del yate creaban un ambiente íntimo y acogedor.Mientras se adentraban en la sala, Tatianna se acercó a Vladimir con un brillo travieso en sus ojos, y con un gesto seductor lo invitó a acercarse aún más a ella posando las manos de él sobre su cintura. —¿Quieres desenvolver el obsequio? —preguntó ella guiñando un ojo. Vladimir tenía una expresión seria pero pacífica… Conocía cómo era su amada "niña" y no se aburría de ella ni un solo minuto. Sus manos de inmediato le hicieron quitado el abrigo largo y elegante que llevaba Tatianna puesto, haciéndolo lanzado sobre un pequeño sofá que había a un costado detrás de e
Sus hermosos ojos azules claros entrecerrados veían el techo del interior de ese lujoso Yate. Tatianna con su mano izquierda acariciaba la cabellera rubia de ese apuesto hombre que tenía su boca entre sus pechos, llenándola de besos, chupones y una que otra pequeña mordida. Ella que se encontraba aún sentada en la silla acolchada, tenía a ese peligroso mafioso de rodillas ante ella con sus manos acariciando su cuerpo. Tatianna que mantenía sus piernas abiertas para dejarlo acomodarse mejor y "jugar" a "adivina mi sabor", ya no podía resistir verlo con tantas prendas. —Umm~ oh Vladi~ —tras algunos de los gemidos de ella, intentó concentrarse y formular bien sus palabras—. Mi amor… Espera… Aunque ella intentó que él se detuviera pronto sintió que sobre las copas ligeras de encaje de su sostén rojo, ese hombre jugueteaba con sus pezones. —¡Vladimir dije que OOH~ MAL…DICIÓN~ Mmm~Tras la expresión de ella que sintió como ese hombre que estaba hace solo unos segundos de rodillas ahora
*************••••••••••*************>>> Tatianna Korovin: Una vez te amé. Fue un amor sincero, un amor puro… Crecía aprendiendo de ti a cómo sobrevivir en el oscuro mundo en el que estábamos envueltos. ¿Cuántas veces me quedé viendo tu imponente perfil, cuando te encontraba con tu mirada perdida, deseando poder decirte lo que realmente sentía por ti? Admiración que se vuelve atracción, y atracción de que se convierte en amor. Ahora puedo tenerte en mis brazos, puedo verte directamente a esos cautivadores ojos celestes, que en el pasado tanto deseé que me vieran únicamente a mí. Ahora puedo decirte cuánto te amé, te amo y te amaré sin ningún temor. Estando tumbada sobre la cama, veo tu rostro frente al mío, encimas tu cuerpo como una bestia que quiere devorar a su presa y todo mi cuerpo se estremece de incontrolable deseo. Tus labios rozan los míos lentamente invitándome a un beso que poco a poco se vuelve más feroz, esa ligera aroma del alcohol y una mezcla de la marca de cigar
*************••••••••••************ En el jacuzzi interno de tal yate. Tatianna jugaba con la espuma en el agua, tomándola en sus manos, pasándola por su cuerpo, entre pequeñas sonrisas y miradas coquetas que le dedicaba al hombre frente a ella que le hacía compañía y tomaba un poco de vodka frío. —Cuando era la guarda espaldas de Kristy, y ella se iba de viaje con su padre, a mi me enviaban a seguir mi preparación… Era cuando más veces me veía contigo~ pero cuando me llevaban consigo, te extrañaba… Entonces me preguntaba, ¿qué trabajos harías?, pensaba que podías estar arriesgando tu vida y me preocupaba… —comenzó a contar ella con su rostro colorado ante la pena. Vladimir tomaba de su copa, viendo seriamente a esa hermosa mujer castaña, que seguía con su mirada puesta en la espuma. —¿De verdad pensabas así…? —le preguntó él con curiosidad. —¡Por supuesto!, era una niña que te admiraba, te veía como un hombre poderoso, inteligente, misterioso y muy guapo~ —dijo ella con coq
Al día siguiente, apenas el yate tocó tierra en San Petersburgo, Tatianna salió presurosa, sosteniendo con firmeza su maleta. —¡Tatianna!, es peligroso —le advirtió Vladimir, siguiéndola con gesto preocupado. A pesar de no haberse enfadado con su hombre por ocultarle tal información, ya que su amor por él era inmenso. ¡Ansiaba reunirse con los hermanos Miranova! Con Yulian y Yuri, quienes ahora sabía que eran sus hermanastros. —¡Me iré a Los Ángeles! —exclamó ella, mientras uno de los subordinados de Vladimir la escoltaba con un paraguas y la guiaba al vehículo oscuro que aguardaba por Tatianna—. Así podrás concentrarte en lo de Mikhail. Sin embargo, él la siguió hasta la puerta trasera del automóvil, inclinándose para ver a Tatianna, sentada en el interior con una expresión fría, así como sus brazos y piernas cruzadas. —No deberías ir… —rogó él. —Iré. —Tú conoces a Alexei mejor que yo. Te necesito. Tatianna tragó con pesar al escuchar las palabras casi suplicantes de su m
Más tarde ese día, 1:30 pm. Vladimir se inclinó y miró fijamente a Tatianna que se encontraba sentada en el interior del automóvil oscuro frente a la mansión de donde recién él había salido tras ingresar a solas una hora atrás. La mirada azul clara de esa mujer castaña reflejaba una mezcla de preocupación y determinación. Ella seguía con la idea de verse con Yulian Miranova, ahora que sabía que ese hombre estaba ligado a ella y que se encontraba en la misma ciudad. ¡No podía perder tal oportunidad! —Tatianna, escúchame bien. Este asunto con Yulian es peligroso. No puedo arriesgarte —le dijo él fríamente, después de haber salido de esa mansión donde se reunió con un conocido suyo que le informó que Yulian llevaba casi 5 días en la ciudad y que su objetivo parecía ser específicamente Tatianna—. Tú ere su objetivo y no sé qué intenciones pueda tener él, pero no voy a permitir que te pongas en riesgo. Tatianna frunció el ceño, sintiendo una oleada de frustración. —Vlad