Tras la breve llamada telefónica, Margaret estaba entusiasmada con el hecho de que se encontraría con Thomas. Sin importar el pasado, le ilusionaba la posibilidad de encender las cenizas de su viejo amor y redimir el tiempo que estuvieron separados. Sin embargo, había un problema: la actual novia de Walker. Mientras pensaba qué hacer con ese detalle, apareció su madre, Dora, quien al percatarse de que su hija estaba pensativa, preguntó con curiosidad.—Querida, ¿en qué estás pensando?—¿Eh? —reaccionó Margaret aturdida—. Lo siento, es que acabo de hablar con Thomas...Al escuchar este nombre, la mujer exclamó sorprendida.—¿Thomas Walker? ¿Qué asunto tenías que tratar con él?En ese momento, la frívola mujer recordó que su familia no había quedado en buenos términos con los Walker, así que respondió vagamente.—Mamá, tú sabes bien que Thomas es el hombre que amo y ahora que nada nos liga a los Scott, lucharé por recuperarlo.—¡No puedes hacer eso! —reviró la indignada mujer—. ¿Acaso
Tras acordar con Jeremiah que me dejara salir temprano, le pedí a Erick que me ayudara a terminar con los últimos platillos que nos habían encargado. Cuando finalmente acabamos de cocinar el último platillo, suspiré de alivio y me dispuse a limpiar mi área de trabajo.—Erick, ¿te falta algo? —pregunté para confirmar.—Ya no, estoy terminando igual con este platillo —contestó el diligente muchacho.—Excelente, ahora voy a limpiar, te encargo que me ayudes con los platos —añadí.—Sí, yo lo veo —afirmó Erick.—BienMientras recogía los utensilios y los acomodaba en el fregadero, sentí que mi teléfono móvil empezó a vibrar, así que atendí por curiosidad.—¿Hola?—Lorraine —dijo repentinamente Thomas.—¿Thomas? ¿Sucede algo? —pregunté confundida.—Lo siento, ¿estás ocupada? —respondió nerviosamente.—No realmente, solo estaba limpiando la cocina, ya terminamos —contesté emocionada por contarle que tenía tiempo libre.—¿De verdad? ¿Hoy podemos vernos temprano?—¡Sí! ¿No te agrada la idea?
Jeremiah sabía que Thomas y Lorraine se encontraban solos en la cocina, por lo que llevó a propósito a Margaret con tal de provocarla. Lo que no esperaba era atrapar a los tortolitos con las manos en la masa.—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Patterson sorprendido con la comprometedora escena.La pareja se apartó rápidamente al escuchar su voz e inmediatamente dirigieron su atención hacia la puerta. Thomas, avergonzado por la repentina intromisión, estuvo a punto de reclamarle a su amigo, pero se contuvo al ver que junto a este se encontraba Margaret, quien lucía visiblemente perturbada con lo que acababa de pasar.—¿Margaret? ¿Cómo es que están aquí? —preguntó confundido.Lorraine también estaba apenada con la incómoda situación, pero al escuchar ese nombre, fijó su atención hacia la mujer en cuestión. «¡Cielos! ¿Por qué Jeremiah trajo a esa mujer aquí?», pensó confundida.En tanto, Margaret estaba dolida con la íntima escena que le tocó presenciar, que apenas podía contener sus gan
La reacción agresiva de Margaret tomó por sorpresa a todos, en especial a Lorraine, que sintió escalofríos cuanto esta le lanzó una mirada fulminante. «¡Qué miedo! Ella parece demasiado peligrosa», pensó.En tanto, Thomas se sentía incómodo por la forma en que había terminado las cosas con Margaret, que pensó ir tras ella para enmendarse, pero se contuvo al recordar que Lorraine estaba ahí y no quería generar confusiones. Frustrado, respiró profundamente y volteó para disculparse con Jeremiah por el incidente, pero se sobresaltó al ver que su novia se encontraba ahí.—Wow, ¿ya saliste? —exclamó perturbado.La expresión de sorpresa causó gracia en la joven, que respondió de buen humor.—No hace mucho, pero veo que acabas de terminar con tu asunto al mismo tiempo que yo.—¡Oh! Eso… supongo que sí —añadió Thomas con una sonrisa triste.Al notar que su novio lucía deprimido, Lorraine preguntó preocupada.—¿Estás bien?—¿Eh? Sí —reaccionó Thomas bastante aturdido.En ese instante, Jeremiah
Lorraine se atragantó al escuchar esto, que inmediatamente volteó para ocultar la vergüenza que sentía.—¡Qué cosas dices! —exclamó al tiempo que se abanicaba para refrescarse.Thomas sonrió al verla tan alterada, que continuó jugueteando.—¿Qué sucede? ¿Acaso nadie te ha hecho una promesa así?—¡Basta! ¡Me avergüenzas! —replicó Lorraine intentando calmar su alocado corazón.Ante esto, Thomas se detuvo y, tomando delicadamente la mano de Lorraine, dijo seriamente.—Sin importar que suceda después, te aseguro siempre te seré fiel en todos los ámbitos.Conmovida, Lorraine volteó y respondió tímidamente.—¿Es una promesa?—Sí, lo prometo.Después de esto, Thomas se acercó para robarle un beso, acto que dejó sin aliento a Lorraine, que luego de luchar por librarse de las garras de ese hombre, reclamó.—¡Basta! ¡Estamos en la vía pública! ¡No podemos hacer esto aquí!—¿Qué cosa? Sólo es un beso —replicó su atrevido novio fingiendo inocencia.—¡Aun así! Puedes contenerte un poco, podrían ll
Para mí, era increíble ver cómo ese hombre tan elegante se concentraba demasiado para hacer una sencilla pasta. Cuando lo vi sacar religiosamente todos los ingredientes, colocándolos ordenadamente y midiendo con precisión las cantidades de las especias, pregunté con curiosidad.—¿Qué se supone que estás haciendo? —¡Oh! El chef Bell me dio las medidas precisas para que la salsa quede a la perfección, así que estoy calculando todo para que quede igual —respondió Thomas sin voltearme a ver.—¡Ah! Muy bien, eso es muy importante —recalqué divertida con su expresión de niño aplicado.Luego de esto, él ya no volvió a hablar. Esto me pareció bastante tierno, ya que lucía muy dispuesto a emular la receta a la perfección. Fue así que durante largo rato pude apreciar cómo ese diligente hombre cortaba finamente las verduras y posteriormente las sazonaba con suma concentración, al igual que la carne y la salsa.Ver a ese precioso príncipe trabajar con tanto esmero me resultó tan encantador, que
—¡Qué estás haciendo! ¡Bájame de una vez! ¡Puedo caminar! —reclamó Lorraine avergonzada.Thomas realmente estaba tan ansioso por estar con su amada, que ignoró sus reclamos y siguió avanzando presuroso hacia la habitación. Cuando estuvieron dentro, el ardiente hombre bajó a su amada y la atrapó contra la pared para comenzar a besarla como si nunca hubiera probado sus labios.Este ataque tomó con la guardia baja a Lorraine, pensó aturdida: «¡Cielos! Sus besos como una droga, que me resulta difícil poder apartarme».Cuando el atrevido hombre llegó hasta el cuello, se detuvo y, mirándola seductoramente, dijo:—Por favor, no
En una cafetería de lujo, Margaret esperaba con impaciencia a su invitado, mirando de vez en cuando hacia la puerta con la esperanza de que éste apareciera en cualquier momento. También dirigía su mirada hacia su teléfono móvil para comprobar la hora.—¡Ash! Le dije que lo vería en punto de las 10 de la mañana, ¡ya pasaron cinco minutos! ¿Acaso piensa dejarme plantada?Su ansiedad fue incrementada por la dosis de cafeína que estaba consumiendo en ese momento. Mientras bebía un sorbo de latte, comenzó a recordar las tonterías que le había dicho a Thomas el día anterior, las cuales no la dejaron dormir en toda la noche.«¡Arg! ¿Por qué no me quedé callada como siem