Demandas

Tras leer todos los artículos que lo acusaban de supuestos movimientos fraudulentos y del presunto secuestro de Charles Scott, Thomas suspiró de fastidio y pensó en voz alta:

—¡Ah! ¿Será que algún día esta gente me dejará en paz?

Después de esto, se levantó y comenzó a arreglarse para salir de la habitación. Cuando terminó de arreglarse, bajó al comedor, donde ya se encontraba su padre, quien estaba desayunando tranquilamente. Este, al verlo, lo recibió con una expresión serena.

—¿Ya viste lo que hicieron?

—Sí, Jeremiah está loco con la situación —contestó Thomas con fastidio.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP