Capítulo 305
El cielo se oscurecía gradualmente, la lluvia se intensificaba y las grandes olas del mar se mezclaban con el viento que azotaba el barco.

Clara estaba sentada en la cálida cabina del barco, sintiendo la sensación de ingravidez causada por el vaivén en el agua. No le gustaba mucho esa sensación, la incomodaba.

Había que decir que Carlos era muy detallista. Incluso hizo que alguien decorara la habitación para ella con anticipación, casi igual que el estilo de su habitación anterior.

Mimi estaba acurrucada en su cesta durmiendo perezosamente. En la habitación, se encendió un aroma relajante que la tranquilizaba, y se escuchaba una suave música tranquila.

También había algunos postres favoritos de Clara sobre la mesa: pastelitos de crema, sala de frutas y tortas.

Clara no tenía mucho apetito. Sostenía un libro en sus manos, pero apenas leía unas líneas antes de apartar la vista.

Se sentía como una hormiga en una sartén caliente, inquieta en la habitación, yendo y viniendo.

Sin embargo, el
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