Capítulo 312
En medio del viento furioso, Clara no cayó al mar. Diego y Carlos actuaron al unísono, agarrando su mano.

A pesar de ser su primera colaboración, la sincronía entre los dos era asombrosa, llevándola a salvo a la orilla.

Diego tomó a Clara en sus brazos, abrazando su frío cuerpo y dijo, —Clari, lo siento.

Clara no respondió, y Diego la llevó de vuelta al camarote.

En el breve instante en que pasaron junto a Carlos, intercambiaron una mirada. Carlos quiso decir algo pero finalmente se quedó en silencio.

Recordó lo que Clara le había susurrado en cubierta hace poco: —Carlos, voy a rescatarte de una manera extrema. Después de separarnos, debes salir de la ciudad de Ávila cuanto antes. No vuelvas en un tiempo.

—Hermana Clara, no te arriesgues. Estoy bien. Me había preparado para un fracaso. No dejes que mis problemas te afecten.

Clara esbozó una sonrisa de resignación en sus labios, pero sus ojos brillaban con una determinación inquebrantable.

—Tranquila, quiero mantener mi vida para descub
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