Creo que la situación dentro de la casa de mis padres ya no daba para más. He salido con la excusa de hacer ejercicio, y no sé desde cuándo es que a mi me interesa salir a correr; pero, aquí estoy con mi ropa deportiva corriendo por la orilla de la playa. No llevo ni 500 metros recorridos, cuando siento que alguien me sujeta de atrás y me pega a su cuerpo. Estoy asustada e intento gritar, pero antes que consiga hacerlo; su mano me hace voltear a verlo y lo miro como matándolo con la mirada cuando me doy cuenta de que es Gael. —¿Qué haces aquí?— Pregunto intentando tranquilizarme del susto que me ha dado. —Te vi muy tensa y creí que sería mejor que viniese. Mi suegra me ha ayudado dándome las llaves de su auto para que te siguiese. — Me dice con una pícara sonrisa y muerdo mis labios intentando no reírme de su cara de inocente que pone. —Vaya aliada que te has conseguido tú— Digo entre risas y él encoge sus hombros.—Siento si te molestó mi escena romántica de hace un rato. No pensé
Se ha creado una desconexión total entre mi cabeza, mi corazón, y mi cuerpo. Mi cabeza me dice que es una locura, mi corazón me grita que lo amo con todo mi ser, y mi cuerpo apenas responde. Le veo arrodillado frente a mí con una mirada expectante y en su rostro la sonrisa más hermosa de todas. Intento discernir cada uno de mis sentimientos y en los pocos segundos que transcurren; me doy cuenta de que él es y será siempre la mejor decisión de mi vida.Asiento –Si, acepto comprometerme contigo. — Consigo decir con mi voz quebrándose. Me percato que estoy llorando cuando no puedo quitar las lágrimas de mis mejillas mientras él coloca el precioso anillo en mi dedo anular. Se pone de pie, y toma mi rostro entre sus manos delicadamente —Te amo.— Me dice firme.Sus palabras me hacen sonreír —Yo también te amo Gael.— Le respondo cuando sus labios están a milímetros de los míos. Yo que había dicho que no me volvería a enamorar como una idiota, aquí estoy amando a este hombre con cada célu
4 de eneroDe regreso a Madrid, nuevamente a la rutina y el seguir con una realidad que ha desaparecido durante varios días para nosotros dos. La única diferencia es que le he convencido a mi prometido que viviéramos en mi casa y no es su piso; supongo que decirle que él sé la pasaría de gira este año ha sido un punto a favor mío. Le termino de ayudar a entrar sus maletas a la casa y de inmediato noto que observa cada Rincón.—No quiero que te sientas como un extraño aquí.— Le digo acercándome a él.Sé muy bien que la situación es algo extraña. En la mayoría de los casos es la mujer quien se muda con su novio. –No amor, no me siento extraño... es solo que recordaba la primera noche aquí y pensaba en todo lo que hemos cambiado desde aquel entonces.— Se defiende y adoro cuando se pone así de cursi.Sonrió ampliamente y llevo mis brazos por encima de sus hombros. Entrelazo mis dedos a la altura de su nuca y le miro fijamente –Si, ahora llevo un anillo de compromiso... pero, soy la misma
Al día siguiente: 5 de eneroEl sol pega en toda mi espalda haciéndome sentir demasiado calor y a eso debo sumarle la calefacción, y el cuerpo caliente de mi novio que al parecer hará que ahorre un poco en energía con su alta temperatura corporal. Me destapo y me doy la vuelta intentando poder dormir un poco más, pero es imposible. Miro el reloj sobre la mesita de noche del lado de Gael y no puedo creer que apenas son las 8:30AM y yo ya estoy despierta en mi último día vacaciones antes de que el lunes deba regresar a trabajar.Tengo la intención de levantarme de la cama y prepararle el desayuno a Gael, pero su mano sujeta la mía antes que pueda ponerme de pie. — ¿A dónde crees que vas guapa? — Me pregunta y me jala para que caiga prácticamente sobre él.—Iba a prepararte tu desayuno. — Le informo entre risas al notar como va haciendo que nuestros cuerpos se acomoden sobre la cama y por supuesto él ha quedado debajo de mí.Él niega y frunce su nariz como reprobando lo que iba a hacer y
2 días después: 7 de eneroNo suelo quejarme de los lunes porque en verdad amo lo que hago, pero hoy todo es diferente. He dejado a uno de los hombres más guapos del mundo en la que ahora es nuestra casa. Definitivamente no es una locura preferir quedarme en la cama con él que venir a trabajar, pero tampoco puedo perder todo por lo que me he esforzado por la manera tan fuerte en la que me he enamorado. Balance. La vida se trata de balance ¿es posible? Al menos lo intentaré.—¡Flaca, hasta que regresas!— Exclama Joel al verme entrar a la oficina.Rio ante la exageración de su comentario y le abrazo —No exageres, solo fueron un poquito menos de dos semanas. — Me defiendo.—¿Has estado con él?— Me pregunta tomándome por absoluta sorpresa y debo separarme para verlo a los ojos.Se suponía que no todos se enterarían de lo que Gael y yo nos traemos, mucho menos de nuestro noviazgo. —¿Cómo lo sabes?— Pregunto con un hilo de voz.Por algún motivo él ríe —Pues, tu noviecito ha marcado su terri
Gael me ayuda a sentarme en el pequeño sofá que tengo en mi oficina, y cierra la puerta detrás de él. Se agacha de cuclillas frente a mí y me mira —Ten.— Me dice dándome el vaso de agua que le ha traído Joel.Agarró el vaso y aun con mis manos temblando tomó un poco de agua con la esperanza de que esto me calme, pero creo que será imposible. La presencia de ese hombre me ha alterado demasiado, y su clara amenaza lo ha hecho aún más. —¿Qué hacías aquí?— Pregunto con un hilo de voz.Gael mete su mano al bolsillo de su pantalón y saca mi móvil —Te lo has olvidado en casa y quise traértelo. — Me explica y deja el móvil a un lado de mí. —Sé que Max y tú han tenido problemas en el pasado, pero lo que ha ocurrido aquí no es normal. Tú estás temblando aún.—Estaba hablando con Joel... Él me estaba dando la bienvenida y preguntándome acerca de nosotros cuando entro y me vio con una mano en el hombro de Joel y se ha vuelto loco. Casi le rompe la cara... Está obsesionado conmigo y yo no sé qué
Ya es tarde, y él aún no regresa a casa. Estoy realmente preocupada de que haya cometido una locura, ¿y si por mi culpa se ha metido en problemas? Odiaría saber que le he afectado en algo negativo. Tengo la intención de llamarlo, pero escucho el ruido de las llaves en la puerta y de inmediato dejo el móvil a un lado y voy rápidamente hacia la puerta.Lo veo entrar y lo primero que se me ocurre hacer es echarme en sus brazos. Lo abrazo fuerte y él responde rodeándome con sus brazos —Estaba muy preocupada por ti. — Expreso sin soltarlo. —Dime que te encuentras bien por favor.— Le pido y me alejo un poco para asegurarme de que él esté bien.—Cariño, que no me he peleado con nadie.— Me informa entre risas.No sé si creerle o no... quizás lo está diciendo para que no se preocupe —¿Entonces porque has llegado tan tarde? De verdad me estaba preocupando. — Le digo con toda esta angustia que me consume.Sus dedos se enredan en mi cabello de manera tierna —Es que he estado casi todo el día en r
Al día siguiente: 8 de enero. Aun me siento muy mal por todo lo que ha tenido que aguantar Joel por mi culpa. El imbécil de Max casi lo ahorca ayer y ni siquiera he podido preguntarle si está bien. Entro al estudio de fotografía y espero a que termine con lo que está haciendo para luego acercarme a él.—¡Hola flaquita!— Me dice sonriente y me saluda con dos besos —¿te encuentras mejor? Me he quedado preocupado por ti ayer.— Comenta y sonrió levemente.—Yo estoy bien, estoy preocupado por lo que ese inútil quiera hacerte.— Dice en lo que es casi un susurro y acaricia mi mejilla.Siempre tan al pendiente de mi... —No hay nada más de que preocuparse, Gael ha hablado con el departamento de marketing y han sacado a Max del medio.— Explico y me mira sorprendido.—Vaya que te quiere.— Comenta con una enorme sonrisa y asiento.—Bastante...— Respondo con mucho orgullo.Sé lo que Joel siente o sentía por mí, pero también sé que sus palabras son siempre sinceras —Estoy feliz de que él te amé co