Al día siguiente: 8 de enero. Aun me siento muy mal por todo lo que ha tenido que aguantar Joel por mi culpa. El imbécil de Max casi lo ahorca ayer y ni siquiera he podido preguntarle si está bien. Entro al estudio de fotografía y espero a que termine con lo que está haciendo para luego acercarme a él.—¡Hola flaquita!— Me dice sonriente y me saluda con dos besos —¿te encuentras mejor? Me he quedado preocupado por ti ayer.— Comenta y sonrió levemente.—Yo estoy bien, estoy preocupado por lo que ese inútil quiera hacerte.— Dice en lo que es casi un susurro y acaricia mi mejilla.Siempre tan al pendiente de mi... —No hay nada más de que preocuparse, Gael ha hablado con el departamento de marketing y han sacado a Max del medio.— Explico y me mira sorprendido.—Vaya que te quiere.— Comenta con una enorme sonrisa y asiento.—Bastante...— Respondo con mucho orgullo.Sé lo que Joel siente o sentía por mí, pero también sé que sus palabras son siempre sinceras —Estoy feliz de que él te amé co
Al día siguiente: 10 de enero Intento levantarme de la cama para poder irme a duchar y luego a trabajar, pero su mano me detiene y hace que vuelva a caer sobre la cama. —¡Amor! ¡¿Qué haces?!— Exclamó entre risas cuando él me aprisiona contra su cuerpo. — Gael, debo irme a alistar para irme a trabajar. — Me quejo. Mi queja parece no tener resultado porque me aprieta más contra él. — Tú eres la jefa, puedes llegar cuando gustes. — Me dice como niño pequeño y nos cubre con la sábana — Quédate un ratito más conmigo. — Me pide y lo abrazo dándome por vencida. —Que tu no tengas ningún compromiso hoy, no quiere decir que yo no...— Me explico. —¿A las ocho de la mañana?— Me pregunta mirando el reloj que hay en la mesita de noche. —Vale, no tan temprano... pero, a las once tengo una reunión.— Aclaro. Sus labios se pasean por mi cuello y puedo notar que está sonriendo –Tenemos tiempo entonces. — Dice y me rodea más fuerte –Mi amor... quiero que sepas que lo que te he dicho anoche no ha sid
Algunos días después: 14 de eneroNunca pensé que la agenda de Gael sería tan alocada, mucho menos creí que tendría que leer tantas propuestas publicitarias y conversar con él acerca de cuáles quiere aceptar su empresa y cuáles no. Supongo que ser el dueño de una empresa de tecnología tan importante en España, y tener sus valores muy claros en cuanto puede y no puede hacer, ya descarta automáticamente muchísimas de estas propuestas debido al conflicto de intereses que pueda surgir. Son más de las nueve de la noche y sigo en el salón intentando encargarme de esto. Normalmente no me gusta traer trabajo a casa, pero en este caso es necesario si no quiero perder a mis clientes habituales de la agencia.—¡Amor!— Le escucho gritarme desde el baño y no tengo idea de que es lo que pueda haber llegado a suceder.Dejo los contratos sobre el sofá, y rápidamente voy al baño que está dentro de nuestra habitación. —¿Puedo?— Pregunto al llegar a la puerta.—¡Pasa!— Me grita desde el otro lado.Al e
Algunos días después: 21 de eneroHabía escuchado decir por ahí que la convivencia solía arruinar las relaciones. Había leído en algunos blogs que una vez que vives con tu pareja; la rutina comienza a llevarlos por delante, pero no creo que sea así la verdad. Desde que Gael y yo vivimos juntos, él no ha permitido que ningún día sea igual al otro sino todo lo contrario, cada día juntos ha sido una aventura.Estoy aquí sentada detrás de mi escritorio intentando concentrarme en mi trabajo, pero me es imposible. No dejo de pensar en los detalles que he ido conociendo de él en este tiempo. Sus manías me gustan demasiado. Amo la manera que se abraza a la almohada, pero luego en medio de la noche la tira al suelo y se abraza a mí. Adoro que a pesar que afuera es invierno, haga que muera de calor con el calor corporal que desprende. Es mi propio calefactor en las noches frías, pero no quiero imaginarme lo que será en verano.Pienso en su carita cuando se envicia con una serie de televisión e
Días después: 24 de eneroEspaña—Amor, ¿estás despierta? — Me pregunta al oído al igual que lo hacen los niños pequeños.Sonrió sabiendo que no puede ver mi rostro ya que estoy acostada dándole la espalda y me quedo en silencio.—Amor...— Insiste y mueve mi cabello para tener acceso a mi cuello.Siento sus labios sobre mi piel y no puedo evitar que ésta responda a sus besos. —Si no estaba despierta, me has despertado. — Me quejo y ríe.—Buenos días guapa...— Susurra y me amarra con sus brazos—cada vez que nos quedamos aquí en este piso, no puedo evitar recordar nuestra primera noche juntos. — Me dice lleno de intenciones y ahora soy yo quien ríe.—Nuestra noche de pasión sin amor...— Comento.—Tengo grabada la fecha en mi cabeza, 9 de julio. Aquella noche tuve sexo desenfrenado con una sensual mujer en esta cama, y no sé como pero, de alguna manera, terminé enamorado profundamente de ella.— Me dice bajito. Una de sus manos sube de mi abdomen a mis pechos y se detiene allí. —¿Recuerda
La alegría que su familia ha demostrado al verme nuevamente aquí, hace que me sienta muy cómoda de estar con ellos. Me hacen sentir parte de la familia y definitivamente eso hace muchísimo más fáciles las cosas.—Tú sí que eres guapo ¿eh?— Le digo a Jack quien me ha acompañado al jardín y ahora está acostado prácticamente sobre mí en esta tumbona. —Sé que Gael te extraña mucho, pero llevarte a nuestro piso aun no es algo que hayamos conversado,¿tú quieres venirte con nosotros? — le pregunto como si me fuese a responder y acaricio su enorme cabeza.—Cuñadita, veo que te has hecho muy amiga de esta bestia. — Dice Natalia, acercándose a mí y río.—Es bello y muy dulce. — Comento.—Sé que Gael lo extraña demasiado. — Añado y vuelvo a mirar a Jack. —Bueno, pero ahora que viven juntos quizás pueda vivir con ustedes, ¿no? — Propone.—Puede ser... no sé; no es algo que aún hayamos conversado. — Explico.—¿Y de mis sobrinos?, ¿tampoco han hablado de eso?— Me pregunta mientras se sienta en la t
Hemos decidido no decir nada de nuestro compromiso hoy porque sabemos que, si abríamos la boca en ese momento, no nos dejarían salir de la casa. —No me perdonaran. — Me dice entre risas mientras entramos a su piso para cambiarnos para ir a la fiesta.—Se lo contaremos mañana con más calma. — Le aseguro mientras llevo mis manos sobre las suyas a la altura de mi abdomen.—Por supuesto que sí, además tenemos que planear la boda, tienes que buscar tu vestido, en fin, tenemos muchísimas cosas que hacer.— Dice con esas ansias que le caracterizan siempre.—Vale, vayamos despacio que me da vértigo todo esto— bromeo—mejor vayamos a ducharnos para luego cambiarnos e ir a la fiesta que nos ha traído aquí. — Propongo y a pesar de que no puedo verle la cara, sé que está sonriendo de esa manera pícara que tiene de hacerlo.Besa mi cuello —Vamos a ducharnos...— Acepta, pero sé que sus intenciones van un poco más allá, y ¿a quién quiero mentirle? Me encanta...[...]—¿Te ayudo con la cremallera?— me
Podría decirse que todos murmuran acerca de nosotros en este lugar, y que mi prometido me tenga tan pegada a él mientras bailamos; no hace que las cosas mejoren mucho.—Que nos miran...— le digo nerviosa y él sonríe triunfal.—¿Y qué?— Me pregunta a modo de reto y sigue haciendo que mi entrepierna roce con su pierna en medio de esta especie de reguetón mezclado con vallenato colombiano.—Dirán que estamos follando con ropa, ¿no te molesta? — Pregunto retándole y llevo mis manos por encima de mis hombros.Niega y se acerca a mi oído.—No, no me molesta... al contrario, me gusta que todos estos tíos sepan que tú estás conmigo y que eres mía. — Me susurra haciéndome sonreír.—¿Incluyendo a tu queridísima Deborah?— Pregunto de manera sarcástica y es él quien ríe ahora.—Me gusta que te pongas así de celosa—bromea y se acerca a mis labios de manera peligrosa—como que me entran ganas de encerrarme en el baño contigo ahora mismo. — Me susurra y finalmente me besa de manera peligrosa.—Guapo,qu