Al día siguiente: 5 de eneroEl sol pega en toda mi espalda haciéndome sentir demasiado calor y a eso debo sumarle la calefacción, y el cuerpo caliente de mi novio que al parecer hará que ahorre un poco en energía con su alta temperatura corporal. Me destapo y me doy la vuelta intentando poder dormir un poco más, pero es imposible. Miro el reloj sobre la mesita de noche del lado de Gael y no puedo creer que apenas son las 8:30AM y yo ya estoy despierta en mi último día vacaciones antes de que el lunes deba regresar a trabajar.Tengo la intención de levantarme de la cama y prepararle el desayuno a Gael, pero su mano sujeta la mía antes que pueda ponerme de pie. — ¿A dónde crees que vas guapa? — Me pregunta y me jala para que caiga prácticamente sobre él.—Iba a prepararte tu desayuno. — Le informo entre risas al notar como va haciendo que nuestros cuerpos se acomoden sobre la cama y por supuesto él ha quedado debajo de mí.Él niega y frunce su nariz como reprobando lo que iba a hacer y
2 días después: 7 de eneroNo suelo quejarme de los lunes porque en verdad amo lo que hago, pero hoy todo es diferente. He dejado a uno de los hombres más guapos del mundo en la que ahora es nuestra casa. Definitivamente no es una locura preferir quedarme en la cama con él que venir a trabajar, pero tampoco puedo perder todo por lo que me he esforzado por la manera tan fuerte en la que me he enamorado. Balance. La vida se trata de balance ¿es posible? Al menos lo intentaré.—¡Flaca, hasta que regresas!— Exclama Joel al verme entrar a la oficina.Rio ante la exageración de su comentario y le abrazo —No exageres, solo fueron un poquito menos de dos semanas. — Me defiendo.—¿Has estado con él?— Me pregunta tomándome por absoluta sorpresa y debo separarme para verlo a los ojos.Se suponía que no todos se enterarían de lo que Gael y yo nos traemos, mucho menos de nuestro noviazgo. —¿Cómo lo sabes?— Pregunto con un hilo de voz.Por algún motivo él ríe —Pues, tu noviecito ha marcado su terri
Gael me ayuda a sentarme en el pequeño sofá que tengo en mi oficina, y cierra la puerta detrás de él. Se agacha de cuclillas frente a mí y me mira —Ten.— Me dice dándome el vaso de agua que le ha traído Joel.Agarró el vaso y aun con mis manos temblando tomó un poco de agua con la esperanza de que esto me calme, pero creo que será imposible. La presencia de ese hombre me ha alterado demasiado, y su clara amenaza lo ha hecho aún más. —¿Qué hacías aquí?— Pregunto con un hilo de voz.Gael mete su mano al bolsillo de su pantalón y saca mi móvil —Te lo has olvidado en casa y quise traértelo. — Me explica y deja el móvil a un lado de mí. —Sé que Max y tú han tenido problemas en el pasado, pero lo que ha ocurrido aquí no es normal. Tú estás temblando aún.—Estaba hablando con Joel... Él me estaba dando la bienvenida y preguntándome acerca de nosotros cuando entro y me vio con una mano en el hombro de Joel y se ha vuelto loco. Casi le rompe la cara... Está obsesionado conmigo y yo no sé qué
Ya es tarde, y él aún no regresa a casa. Estoy realmente preocupada de que haya cometido una locura, ¿y si por mi culpa se ha metido en problemas? Odiaría saber que le he afectado en algo negativo. Tengo la intención de llamarlo, pero escucho el ruido de las llaves en la puerta y de inmediato dejo el móvil a un lado y voy rápidamente hacia la puerta.Lo veo entrar y lo primero que se me ocurre hacer es echarme en sus brazos. Lo abrazo fuerte y él responde rodeándome con sus brazos —Estaba muy preocupada por ti. — Expreso sin soltarlo. —Dime que te encuentras bien por favor.— Le pido y me alejo un poco para asegurarme de que él esté bien.—Cariño, que no me he peleado con nadie.— Me informa entre risas.No sé si creerle o no... quizás lo está diciendo para que no se preocupe —¿Entonces porque has llegado tan tarde? De verdad me estaba preocupando. — Le digo con toda esta angustia que me consume.Sus dedos se enredan en mi cabello de manera tierna —Es que he estado casi todo el día en r
Al día siguiente: 8 de enero. Aun me siento muy mal por todo lo que ha tenido que aguantar Joel por mi culpa. El imbécil de Max casi lo ahorca ayer y ni siquiera he podido preguntarle si está bien. Entro al estudio de fotografía y espero a que termine con lo que está haciendo para luego acercarme a él.—¡Hola flaquita!— Me dice sonriente y me saluda con dos besos —¿te encuentras mejor? Me he quedado preocupado por ti ayer.— Comenta y sonrió levemente.—Yo estoy bien, estoy preocupado por lo que ese inútil quiera hacerte.— Dice en lo que es casi un susurro y acaricia mi mejilla.Siempre tan al pendiente de mi... —No hay nada más de que preocuparse, Gael ha hablado con el departamento de marketing y han sacado a Max del medio.— Explico y me mira sorprendido.—Vaya que te quiere.— Comenta con una enorme sonrisa y asiento.—Bastante...— Respondo con mucho orgullo.Sé lo que Joel siente o sentía por mí, pero también sé que sus palabras son siempre sinceras —Estoy feliz de que él te amé co
Al día siguiente: 10 de enero Intento levantarme de la cama para poder irme a duchar y luego a trabajar, pero su mano me detiene y hace que vuelva a caer sobre la cama. —¡Amor! ¡¿Qué haces?!— Exclamó entre risas cuando él me aprisiona contra su cuerpo. — Gael, debo irme a alistar para irme a trabajar. — Me quejo. Mi queja parece no tener resultado porque me aprieta más contra él. — Tú eres la jefa, puedes llegar cuando gustes. — Me dice como niño pequeño y nos cubre con la sábana — Quédate un ratito más conmigo. — Me pide y lo abrazo dándome por vencida. —Que tu no tengas ningún compromiso hoy, no quiere decir que yo no...— Me explico. —¿A las ocho de la mañana?— Me pregunta mirando el reloj que hay en la mesita de noche. —Vale, no tan temprano... pero, a las once tengo una reunión.— Aclaro. Sus labios se pasean por mi cuello y puedo notar que está sonriendo –Tenemos tiempo entonces. — Dice y me rodea más fuerte –Mi amor... quiero que sepas que lo que te he dicho anoche no ha sid
Algunos días después: 14 de eneroNunca pensé que la agenda de Gael sería tan alocada, mucho menos creí que tendría que leer tantas propuestas publicitarias y conversar con él acerca de cuáles quiere aceptar su empresa y cuáles no. Supongo que ser el dueño de una empresa de tecnología tan importante en España, y tener sus valores muy claros en cuanto puede y no puede hacer, ya descarta automáticamente muchísimas de estas propuestas debido al conflicto de intereses que pueda surgir. Son más de las nueve de la noche y sigo en el salón intentando encargarme de esto. Normalmente no me gusta traer trabajo a casa, pero en este caso es necesario si no quiero perder a mis clientes habituales de la agencia.—¡Amor!— Le escucho gritarme desde el baño y no tengo idea de que es lo que pueda haber llegado a suceder.Dejo los contratos sobre el sofá, y rápidamente voy al baño que está dentro de nuestra habitación. —¿Puedo?— Pregunto al llegar a la puerta.—¡Pasa!— Me grita desde el otro lado.Al e
Algunos días después: 21 de eneroHabía escuchado decir por ahí que la convivencia solía arruinar las relaciones. Había leído en algunos blogs que una vez que vives con tu pareja; la rutina comienza a llevarlos por delante, pero no creo que sea así la verdad. Desde que Gael y yo vivimos juntos, él no ha permitido que ningún día sea igual al otro sino todo lo contrario, cada día juntos ha sido una aventura.Estoy aquí sentada detrás de mi escritorio intentando concentrarme en mi trabajo, pero me es imposible. No dejo de pensar en los detalles que he ido conociendo de él en este tiempo. Sus manías me gustan demasiado. Amo la manera que se abraza a la almohada, pero luego en medio de la noche la tira al suelo y se abraza a mí. Adoro que a pesar que afuera es invierno, haga que muera de calor con el calor corporal que desprende. Es mi propio calefactor en las noches frías, pero no quiero imaginarme lo que será en verano.Pienso en su carita cuando se envicia con una serie de televisión e