Gael parece llevarse muy bien con su suegro, conversan, hacen bromas, y hasta han intercambiado nombres de libros. Yo ayudo a mi madre a llevar todas las cosas para la cena de fin de año a la terraza de la casa, y estoy intentando encontrar el momento adecuado para decirle que Gael y yo viviremos juntos.Sé que él quiere que vivamos en su piso, pero honestamente a mí me parece mucho más conveniente que nos mudemos a mi casa; es más amplia y me queda mucho más cerca de mi oficina. Supongo que es algo que tendremos que discutir cuando regresemos a España.—Hija, ¿todo en orden? — Pregunta mi madre irrumpiendo mis pensamientos mientras colocaba las copas sobre la mesa.La miro y asiento –Si, solo estaba pensando. — Me explico y continuo con mi tarea.—Ese chico te quiere mucho.— Dice de la nada y sonrió.—¿Ese chico? Creí que siempre te referirás a él como el gran Gael Martí Enriquez. — Bromeo y ambas reímos.—Debo ser neutral, tú eres mi hija y él tu novio, aunque le adoro. — Admite hac
Madrugada del 1 de eneroMiami, FloridaSi algún día me hubiesen dicho que estaría caminando por la playa con Gael, no lo hubiese creído y probablemente me le hubiera reído en la cara a quien se atreviera a haberme dicho tal locura. A pesar de mi incredulidad, de que esto aún me parece una broma, y que por momentos sigo esperando despertar; aquí me tiene tomada de la mano mientras mira una y otra vez a su alrededor.—Guapo, que son las tres de la mañana, créeme que no hay nadie, y si lo hubiese; probablemente estaría borracho, por tanto que ha tomado a causa de fin de año. — Le digo entre risas, ya que su paranoia me hace reír.—Lo sé, es que esta libertad es un tanto extraña para mí,¿crees que tus padres se han molestado por habernos escapado después del brindis?— Me pregunta con muchas dudas y niego.—¿Cómo crees? Te has metido a mis padres en el bolsillo; además, creen que estamos en una de las discotecas más exclusivas de South Beach celebrando juntos.— Digo pícaramente y ríe.Él
Hemos llegado a casa de mis padres en silencio. Atravesamos el salón como dos ladrones, subimos la escalera como si tuviese alarma contra robo, y así entramos a mi cuarto; de manera cómplice y riéndonos de nosotros mismos.Cierro la puerta, y él me sujeta por la cintura atrayendo mi cuerpo al suyo –Mi suegra dejaría de quererme si ve que su hija ha llegado con su cabello mojado y todo su vestido lleno de arena. Se daría cuenta de lo que hemos hecho. — Me dice bajito y muerde mi lóbulo.—Lamento decirte esto, pero evidentemente saben qué hacemos cuando estamos solos. — Le informo y juego con su cabello.Sigue besándome, pero ahora es mi cuello quien es víctima de sus labios –Por eso han creído que estabas embarazada...— Me susurra y río.—Aha...— No puedo hablar con él volviéndome loca con su boca.—¿Tienes idea de lo que yo te amo?— Me pregunta moviendo mi cabello a un lado. –Me haces demasiado feliz Serena.— Continúa y sus manos ya mueven el tirante de mi vestido a un lado. —Sabes a
Al día siguiente: 2 de eneroMiami, Estados UnidosNo entiendo porque, pero no puedo seguir durmiendo, supongo que la luz del sol que entra por la ventana no me lo permite. Desenredo la sábana de mi cuerpo, y me levanto de la cama cuidadosamente para no despertarlo. Realmente envidio el don que tiene para poder seguir durmiendo como si nada sucediese.Me coloco algo de ropa y salgo de la habitación. Bajo a la cocina, y allí está mi madre con su taza de café y Tablet en mano. Sé que le encanta levantarse temprano para leer las noticias y ponerse al día, o simplemente leer un buen libro de manera electrónica.—Buen día. — Le digo tomándola por sorpresa.—Hija, no te vi llegar; buenos días. — Me dice y me mira de pies a cabeza de manera extraña.—¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así? — Pregunto intentando no reírme y me siento en el taburete que hay a su lado.Ella niega —Nada, solo veía que esa no es exactamente una de tus camisetas— comenta de manera cómplice y río.—Es de Gael, se la he
Creo que la situación dentro de la casa de mis padres ya no daba para más. He salido con la excusa de hacer ejercicio, y no sé desde cuándo es que a mi me interesa salir a correr; pero, aquí estoy con mi ropa deportiva corriendo por la orilla de la playa. No llevo ni 500 metros recorridos, cuando siento que alguien me sujeta de atrás y me pega a su cuerpo. Estoy asustada e intento gritar, pero antes que consiga hacerlo; su mano me hace voltear a verlo y lo miro como matándolo con la mirada cuando me doy cuenta de que es Gael. —¿Qué haces aquí?— Pregunto intentando tranquilizarme del susto que me ha dado. —Te vi muy tensa y creí que sería mejor que viniese. Mi suegra me ha ayudado dándome las llaves de su auto para que te siguiese. — Me dice con una pícara sonrisa y muerdo mis labios intentando no reírme de su cara de inocente que pone. —Vaya aliada que te has conseguido tú— Digo entre risas y él encoge sus hombros.—Siento si te molestó mi escena romántica de hace un rato. No pensé
Se ha creado una desconexión total entre mi cabeza, mi corazón, y mi cuerpo. Mi cabeza me dice que es una locura, mi corazón me grita que lo amo con todo mi ser, y mi cuerpo apenas responde. Le veo arrodillado frente a mí con una mirada expectante y en su rostro la sonrisa más hermosa de todas. Intento discernir cada uno de mis sentimientos y en los pocos segundos que transcurren; me doy cuenta de que él es y será siempre la mejor decisión de mi vida.Asiento –Si, acepto comprometerme contigo. — Consigo decir con mi voz quebrándose. Me percato que estoy llorando cuando no puedo quitar las lágrimas de mis mejillas mientras él coloca el precioso anillo en mi dedo anular. Se pone de pie, y toma mi rostro entre sus manos delicadamente —Te amo.— Me dice firme.Sus palabras me hacen sonreír —Yo también te amo Gael.— Le respondo cuando sus labios están a milímetros de los míos. Yo que había dicho que no me volvería a enamorar como una idiota, aquí estoy amando a este hombre con cada célu
4 de eneroDe regreso a Madrid, nuevamente a la rutina y el seguir con una realidad que ha desaparecido durante varios días para nosotros dos. La única diferencia es que le he convencido a mi prometido que viviéramos en mi casa y no es su piso; supongo que decirle que él sé la pasaría de gira este año ha sido un punto a favor mío. Le termino de ayudar a entrar sus maletas a la casa y de inmediato noto que observa cada Rincón.—No quiero que te sientas como un extraño aquí.— Le digo acercándome a él.Sé muy bien que la situación es algo extraña. En la mayoría de los casos es la mujer quien se muda con su novio. –No amor, no me siento extraño... es solo que recordaba la primera noche aquí y pensaba en todo lo que hemos cambiado desde aquel entonces.— Se defiende y adoro cuando se pone así de cursi.Sonrió ampliamente y llevo mis brazos por encima de sus hombros. Entrelazo mis dedos a la altura de su nuca y le miro fijamente –Si, ahora llevo un anillo de compromiso... pero, soy la misma
Al día siguiente: 5 de eneroEl sol pega en toda mi espalda haciéndome sentir demasiado calor y a eso debo sumarle la calefacción, y el cuerpo caliente de mi novio que al parecer hará que ahorre un poco en energía con su alta temperatura corporal. Me destapo y me doy la vuelta intentando poder dormir un poco más, pero es imposible. Miro el reloj sobre la mesita de noche del lado de Gael y no puedo creer que apenas son las 8:30AM y yo ya estoy despierta en mi último día vacaciones antes de que el lunes deba regresar a trabajar.Tengo la intención de levantarme de la cama y prepararle el desayuno a Gael, pero su mano sujeta la mía antes que pueda ponerme de pie. — ¿A dónde crees que vas guapa? — Me pregunta y me jala para que caiga prácticamente sobre él.—Iba a prepararte tu desayuno. — Le informo entre risas al notar como va haciendo que nuestros cuerpos se acomoden sobre la cama y por supuesto él ha quedado debajo de mí.Él niega y frunce su nariz como reprobando lo que iba a hacer y