[LEONEL]
24 de Julio
La competencia de ayer en Santander ha sido increíble; no puedo creer que el primer puesto haya sido mío una vez más. Tenemos dos días libres antes de ir a Gijón, cosa que mi esposa agradece muchísimo porque los viajes y las pocas horas de sueño comienzan a pasarle factura.
He propuesto que todos nos quedemos en un hotel frente a la playa y como podía imaginarme, no han tardado ni dos minutos en aceptar la propuesta. Afortunadamente, es un hotel en una apartada playa que hace que no haya demasiada gente y podamos disfrutar con calma de este corto descanso
[LEONEL]Julio 25El sol de la mañana se cuela por el ventanal y al abrir mis ojos no la encuentro a mi lado. Desorientado observo a mi alrededor hasta que de repente la veo salir del baño con ese camisón diabólico que se pone sabiendo muy bien lo que provoca en mí.—Buenos días, cariño. — Me dice con una traviesa sonrisa y comienza a caminar hacia la cama.—Buenos días preciosa...— Respondo y me siento sobre la cama y estiro mis brazos pidiéndole que se detenga con mis manos. —No te me acerques vestida así si es que no te voy a poder tocar.— Le digo y ella ríe.—No te preocupes guapo, si me podrás tocar... no sé qué fue lo de ayer, pero ha sido una pequeña falsa alarma o algo así. No lo he entendido aun, la cuestión es que no tendrás que aguan
[SINAÍ]Días después: 7 de agostoYa estamos en Gerona para el próximo compromiso, y mientras mi esposo está en entrenando, yo aprovecho y recorro las calles cercanas para buscar algunos regalos para mi sobrinita, me matara si regreso a verla y no le llevo nada de todos los viajes que he hecho.Veo una preciosa ropa de niña en uno de los locales y decido entrar para comprársela, pero no sé su talle; es difícil saberlo cuando crece a cada día...Decido llamar a mi cuñada para preguntarle y ella contesta enseguida.—¡Cuñadita, hasta que reapareces!— Me dice del otro lado de la línea entre risas.—Sabri, ¿Cómo te encuentras? — Le pregunto y me siento en un sofá que hay en el centro del local y supongo que está predestinado para padres aburridos de esperar a sus esposas.—Muy
[LEONEL]Ha estado tan extraña durante todo la competencia... es que ni siquiera ha querido ir a la zona VIP como lo hace siempre ni festejar que salí primero. Decidió quedarse en los establos y no entiendo que le sucede; ¿habrá pasado algo cuando fue de compras?Caminamos los pasillos del hotel en absoluto silencio y esto me preocupa mucho más —Amor, ¿me dirás que te sucede? — Insisto una vez más como lo he hecho durante todo el camino.—Solo estoy cansada amor... necesito dormir. — Me dice mientras abro la puerta de la habitación. Me la quedo mirando apoyado sobre la puerta y veo como entra al baño a toda prisa.Me acerco a la cama, y comienzo a desvestirme para luego irme a duchar. Me intriga demasiado su actitud... no sé si es que he hecho algo mal o que... pero ¿Cómo saberlo si apenas me habla?La veo sali
[SINAÍ]Debería de esta furiosa con él por haber hecho lo que hizo. Debería dejar de hablarle para que aprenda la lección de que no puede simplemente jugar conmigo de esta manera y hacer que quede embarazada solo porque ahora él si quiere, ¿y si ahora yo no quería?Mi mente hace una lista rápida de todos los motivos por los cuales debería estar gritándole y golpeándolo, pero lo veo de rodillas frente a mi sobre esta cama con tan solo esta tímida toalla cubriendo su cuerpo a la altura de su cintura, y pierdo la voluntad. Eso sin contar que estoy embarazada de él y que su carita de ilusión es lo más hermoso que he visto en mi vida. ¡Ah claro! Además, esta caja que tengo en mis manos y que finalmente podre abrir.Vuelvo mi mirada a la caja y bajo su atenta mirada, la abro. Al hacerlo y ver su contenido, mis ojos comienzan a llenarse de l&aacu
[LEONEL]—Amor, que no estoy enferma. — Se queja mientras que llevo las maletas por el pasillo del hotel para ir hacia la recepción y encontrarnos con el equipo para partir a Tarragona.—Sé muy bien que no estás enferma, pero te voy a cuidar mucho más aun durante estos nueve meses. — Le digo mientras entramos al elevador.Dejo las maletas a un lado, y ella aprovecha para pararse frente a mí y llevar sus brazos por encima de mis hombros y enredar sus manos en mi nuca. —No quiero que nadie se entere aún. Primero debemos ver a un doctor y luego hablar con nuestras familias. — Me pide y asiento.—Lo sé, aunque sabes muy bien que quisiera gritárselo al mundo entero.— Digo con entusiasmo y ella me besa como para que me calle.—Claro que sé que se lo quieres gritar al mundo, pero por ahora cállate mi amor.&mda
2 días después: 10 de agostoCinco merecidísimos días de descanso antes del próximo compromiso. Nuevamente en nuestra casa en Barcelona, dejamos las maletas a un lado y lo primero que ella hace, es ir hacia el sofá de la sala y recostarse en este. —¡Que lindo que es estar en casa!— Dice con alivio y sin dudarlo voy hacia allá y la miro como pidiéndole que me haga un espacio. —Ven. — Señala y se mueve más hacia el respaldar para que entremos los dos.La abrazo a mí y nos quedamos en absoluto silencio durante unos segundos. Es como si estuviésemos apreciando la paz que hay aquí. Creo que nos hacia mucha falta volver a estar absolutamente solos —Cariño.— Digo interrumpiendo nuestro momento de calma.—Mmmm...— Murmura y se acomoda mejor sobre mi pecho.—Deb
[SINAÍ]Al día siguiente: 11 de agostoClaramente no es la primera vez que cenaremos con su familia, pero, hoy es diferente. Hoy le daremos la noticia del embarazo y me es inevitable no sentirme nerviosa. —Cariño, ¿te sientes mal? — Me pregunta mi esposo antes de entrar a la casa.Niego y lo miro con mi mejor sonrisa —Estoy muerta de miedo, ¿y si no les agrada la noticia? — Pregunto con muchas dudas y él me regala de esas sonrisas que iluminan mi vida.Suelta mi mano y acaricia mi rostro suavemente —Se pondrán felices, ya verás.— Expresa muy seguro y luego me da un tierno beso que me regresa la calma.—Entremos antes que quiera huir. —Le digo entre risas y él abre la puerta.—Vamos y que se enteren de que habrá un nuevo integrante en la familia. — Dice con orgullo.Al entrar a la casa, caminamos
[LEONEL]Dos días después: 13 de agostoLe veo golpear su pie una y otra vez en el suelo. Esta muy nerviosa y me parece lo más tierno del mundo. —Cariño, relájate. — Le digo sujetando su mano y ella me mira dejando su pie quieto.—Lo siento, es que no lo puedo evitar. Hoy sabremos más de nuestro bebé, y a decir verdad, hasta un poco de vergüenza me da venir al obstetra. — Me dice bajito para que ninguna de las enfermeras la escuchen y no puedo más que reírme.Es toda una mujer en muchísimos aspectos, pero en cosas