Qué manera de terminar mi cumpleaños numero 27 junto a ti. Después de aquella gran fiesta donde la hemos pasado increíble con amigos y familia, tú y yo nos fuimos a nuestra habitación besándonos como si no hubiese mañana. Estaba por acomodarte sobre aquella cama, cuando me detuviste.
—Espérame aquí amor. Te tengo una sorpresa. — Dijiste dándome un ultimo y corto beso para luego entrar al baño.
Tu media sonrisa seductora me hacia creer que me encantaría la sorpresa, y vaya que no me equivoque.
Saliste de allí cubierta en un albornoz de seda color negro y caminaste hacia la puerta. La cerraste con llave y una vez que lo hiciste, dejaste caer el albornoz al suelo para dejarme ver tu sensual cuerpo cubierto en una lencería de encaje que hizo volar todos y cada uno de mis sentidos.
Fue la primera vez que te vi así de atrevida y debo de de
Pretender que éramos dos extraños en el avión si que nos costo. De manera disimulada acariciábamos nuestras manos y nos decíamos cosas bien bajito para que nadie nos escuchara, era un juego lleno de intensiones el cual exploto al llegar a la habitación de hotel aquella noche. Éramos capaces de comenzar un incendio con tan solo una mirada, entre tú y yo siempre han existido fuegos artificiales.Caminar junto a ti por las calles de Paris se sentía diferente. Había venido tantas veces a esta ciudad, pero por alguna razón sentía que era la primera vez que conocía ciertos encantos de esta romántica ciudad. Quizás fue besarnos mientras caminábamos por el Puente Alexandre III lo que me hizo sentir así, o tal vez nuestra sesión de fotos con la torre Eiffel de fondo. No lo sé bien, solo sé que ha sido muy especial.Te tení
Al entrar a la habitación del hotel, el sorprendido fui yo. —¿Qué ha sucedido aquí?— Pregunte sonriente al ver la romántica decoración con velas y un teclado. Sin responderme fuiste hasta el guardarropa y sacaste un frasco de vidrio bastante grande de allí. —Mi regalo de aniversario. Aun no puedo llevarte de viaje, pero algún día lo hare.— Expresaste con una tímida sonrisa. —No debes hacerlo, el que estemos juntos es mi mejor regalo.— Te aclare y luego bese tus labios dulcemente. —Quizás quieras abrirlo después.— Dijiste mientras me entregaste el frasco y al ver el corazón que había pintado en él, sonreí. Decía "Razones por las cuales te amo" y se veían un montón de pequeños papeles dentro —Son muchas.— Añadiste haciéndome sonreír. —Ya veo...— Te
Era el día de tu cumpleaños número 19 y yo moría de nervios. Ya llevábamos dos días en Barcelona y mi familia te estaba planeando una gran celebración, mientras que lo que yo quería, era estar a solas contigo para poder entregarte el regalo más especial del mundo.Después de negociar con mi hermana y con mi madre, logré que pasaran la celebración para el domingo y yo te advertí que tenia algo muy especial preparado para ti. Recuerdo perfectamente el vestido corto color rojo que te pusiste aquella noche; te veías extremadamente hermosa.Te ayude a subir al auto, y a mitad de camino
Llego Navidad y estar juntos claramente era nuestro mejor regalo. La cena familiar fue especial y llenas de risas, sin duda alguna mucho más relajada que la del año pasado. Ya eras parte de la familia. Tú y tus regalos especiales, siempre me has dejado sin palabras, y este no ha sido la excepción. Abrí la pequeña cajita y me encontré con una especie de cupones con diferentes frases. Entre ellas..."Desayuno en la cama""Cena romántica""Un baile solo para ti""Besos sin fin"
Venecia, que ciudad tan preciosa. Construida sobre un archipiélago de cientos de pequeñas islas, las cuales se unen entre sí por sus muchísimos puentes. Sus canales fueron testigos de besos, promesas de amor, y miradas que hablaban más que todo lo que te podía decir con mi boca.San Valentín, día de los enamorados... creo que esa palabra ya es pequeñita al lado de lo mucho que yo te amo a ti. ¿Enamorado? No cariño mío, yo estoy mucho más que eso. Estoy seducido, flechado, y rendido a ti... Cada recuerdo nuestro en aquella ciudad hace que mi piel reaccione ¿Cómo olvidar tus apasionados besos en aquel balcón? Mucho menos puedo olvidar lo mucho que nos amamos la noche del 14 de febrero... ¿Qué decir de la lencería que te escogí y casi me provoca un infarto? Cada pequeño detalle de esos tres días en aquella ciudad, se qued
[SINAI]Creo que he manchado varias de las páginas del libro que me ha dado Leonel con mis lágrimas. Jamás me hubiese podido imaginar que él haría algo así. Leía cada página y en mi mente revivía cada uno de esos momentos. Es como si acabasen de suceder, pero no es así, han pasado prácticamente tres años desde que nos hemos conocido. El tiempo entre nosotros parece no pasar porque lo amo igual que siempre o más si es que eso es posible.Miro el reloj que hay colgado en la pared de este salón que ha sido testigo de tantas cosas y sonrió al ver que marca las 9:55PM. Ahora entiendo perfectamente porque cuando amanecí esta mañana, él no estaba en la cama y solo estaba la caja con una nota que decía "Ábreme" y al hacerlo vi el libro con otra nota que decía "Léeme hoy mismo, es importante."
[LEONEL]La tenga aprisionada a mi como tanto me gusta. Su "¡Te amo, y si amor... acepto, muero por ser tu esposa!" hace eco en mi mente. «¡Ha aceptado!»Me separo tan solo unos milímetros de ella y lo hago tan solo por querer mirarla a los ojos. —Te amo.— Le digo con la misma mirada cristalina que tiene ella.—Y yo más a ti. — Replica para luego llevar sus labios a los míos y besarnos olvidándonos del tiempo.Siempre hemos tenido la habilidad de hacer que las agujas del reloj se detengan cuando nuestras lenguas comienzan a enredarse en ese juego peligroso, pero exquisito. —Futura señora Ritter.— Digo falto de aire y apoyo mi frente sobre la suya. —Cenemos.— Sugiero agitado haciendo que ambos riamos.—Mejor cariño, es que me has tenido todo el día leyendo.— Bromea.—Lo int
[SINAI]Si no tengo al novio... mejor dicho, prometido más romántico del mundo, que alguien me diga cómo se puede ser más romántico. Estoy sin palabras al ver que toda la habitación de este hotel está llena de fotos nuestras en cada una de sus paredes. Es como si hubiese hecho un inmenso collage.Me suelto de su mano un instante y comienzo a observar las fotos. Hay dos años de recuerdos aquí. Desde aquella primera que nos tomamos en la escuela hípica , hasta la que nos hemos tomado ayer. Cada una de ellas hace un recorrido por nuestra historia de amor y solo puedo sonreír al recordar nuevamente cada unos de nuestros momentos juntos, pero esta vez de una manera grafica.—Sí que hemos sido felices estos dos últimos años.— Comento mientras rozo nuestra foto en la torre Eiffel.Siento sus pasos firmes acercarse hacia mí y as&i