—¿Con que yo también tengo nauseas?— Me dice mientras vamos entrando a nuestra habitación después de una larga noche de celebración de año nuevo.

—No vamos a comenzar el año discutiendo, ¿no?— Le pregunto caminando hacia atrás mientras él da otro paso hacia delante.

—Oh no cariño... no te preocupes que es muy temprano para discutir... pero ya verás.— Advierte y sorpresivamente me carga en sus brazos.

—¿Dónde quedo mi prometido? Ese que me dedico unas hermosas palabras en el brindis...— Le pregunto entre risas mientras me acomoda sobre la cama.

—Ese volverá pronto, por ahora el que está aquí es el que has dejado en ridículo frente a la familia.— Dice amenazante, pero sé que esta bromeando.

—¿Preferías que les digiera que