Estar sentada en esta mesa, rodeada de toda la familia y con mi prometido rozando mi pierna por debajo de la mesa me pone nerviosa. 《¿Cómo se supone que puedo mantener la cordura con él tocándome de esta manera?》 Mi mirada se clava en él, pero ni siquiera se atreve a mirarme porque sabe que si lo hace nos comenzaremos a reír y todos de darán cuenta de lo que sucede. Volvemos a ser los mismos; aquellos locos que se provocaban en cualquier sitio, pero ¿con la familia alrededor? Eso es demasiado, si tan solo alguien se diera cuenta. Disimuladamente bajo mi mano y la coloco sobre la suya por encima de mi muslo; intento quitarla, pero él simplemente lucha con la mía y sube mas a través de la apertura de mi vestido.

—Abril, ¿me escuchas?— Cuestiona Carolina alto como queriendo llamar mi atención.

Bautista se ríe ante mi reacción porque sabe que es lo que est&a