Alegría es lo que grita todo mi ser, jamás imaginé enamorarme nuevamente, creí que Nicolás seria mi único Amor, pero me equivoque, Estoy a punto de ser la esposa de Axel Miller, un gran hombre un poco serio y cretino pero muy buen novio, pronto será mi marido, lo nuestro fue muy Rápido, nos conocimos hace aproximadamente 6 meses en un tiempo lluvioso, me acuerdo perfectamente, salía de la iglesia cuando me detuve a esperar el taxi, cruce la calle y me encontré observando las nubes oscuras, él se encontraba ahí su rostro lucía triste y desolado, sin embargo al nuestras miradas encontrarse me dedico una tierna sonrisa que me enamoro inmediatamente, después de ese momento supe que el amor puede ser a primera vista y sucedió conmigo.
***
Alessandra.
Esperar a mi madre seria genial o también sería genial esperar un taxi o el metro, aunque lo dudo que pase el metro a esta hora, mama esta demorando por la lluvia, supongo o quizá pensó que uno de los muchachos me llevaría, el frío esta empezando a calar en mis huesos, resignada decido seguir esperando a que pase un taxi, mientras tanto me quedo observando el cielo sin estrellas ya que las nubes los a cubierto por la lluvia, bajo la mirada y observó a un hombre mirando el cielo con una inmensa tristeza, él percatar mi presencia me dedica una linda sonrisa que provoca que mi piel se erice, sus ojos son muy brillosos, el Alfaro iluminaba la noche oscura y provocaba que los ojos del tipo brillará. Muy hermoso por cierto. En seguida reaccioné embobada al darme cuenta que el me observaba con una enorme sonrisa en su rostro mojado por la lluvia, baje la mirada por pena, al levantarla de nuevo, percate que el desconocido caminaba hacia mi, inmediatamente trate de escapar, pero no sabia que camino tomar, tal vez el camino equivocado en esta noche fría y oscura o a no ser que es algún matón o violador, y yo sigo aquí sin saber por dónde escapar, ni quiera mi Diosito lindo, aun sigo sin casarme.
—Señorita, disculpe— espetó cerca de mi, asustada cerré los ojos y me puse a orar en silencio.—¿Piensa que le hare algún daño?.— Pregunto en tono de burla.
—No, bueno no lo se, lo que pasa es que pensé que se había molestado, por que lo estuve observando mucho. Disculpe por favor— Respondí con nervios. El desconocido se echo a reír, lo mire con seriedad.
—No le haría daño, veo que usted no tiene fe en su andar—Pero que se cree este tipo.—Bueno esta disculpada señorita, me presentaré, mi nombre es Axel Miller, si me permite me gustaría llevarla a su destino, la lluvia no parara y dudo que pase el metro a esta hora, mi auto esta en el estacionamiento de la gasolinera, la puedo llevar a casa, sana y salva —Wau eso sería genial. No y no Alessandra, que te pasa, es un desconocido. Ni te atrevas.
—Muchas gracias Señor Axel, pero espero a mi madre ella está apunto de venir.—El tal Axel sonríe de lado, se nota que no me creyó.
—Esta bien señorita valla con cuidado, fue un placer conocerla en este tiempo lluvioso.—Le sonreí embobada.— Disculpe mi atrevimiento, pero me encantaría saber su nombre, claro si a usted no le molestaría decírmelo —¿Que? Es en serio. Bueno seré educada, ya me siento mas tranquila.
—Alessandra Davis, es mi nombre, fue un gusto para mi también.— Respondí nerviosa.
Sus ojos tristes lucían con un brillo reluciente, sonriéndome se dio la vuelta y empezó a caminar, pero nuevamente se detuvo observándome de una manera indescriptible
—Espero volver a verte, Luciérnaga.—Sorprendida y con las Mejillas sonrojadas asentí. Pero porque me dijo Luciérnaga, acaso me parezco a una, ellas no caminan, me imagino que no ven, solo brillan y yo si veo, camino y corro. Bueno esta noche fue algo rara y Mi mama que nunca apareció.
Después de aquel encuentro y por culpa de mi madre que demoro en ir a buscarme, me dio una horrible tos y aún no logre borrar de mi mente a ese misterioso hombre, su rostro esta intacto en mi mente, es como si deseaba pensarlo a cada momento, mi corazón late como una locomotora apunto de explotar, debo ir al médico. En serio que estoy quedando loca. Quizá nunca lo vuelva a ver. Ya a pasado una semana y no lo he vuelto a ver, creo que ni me reconocerá. Dejo de lado todas mis cavilaciones y me concentró en mi madre.
—Hija, estas muy pensativa, todo va bien. —Asiento desganada.— ¿Iras a multícentro?— Pregunta mientras prepara el desayuno de Papa y de mi hermano.
—Eh, si madre necesito unas cuerdas para la Guitarra de Daniel y unos pinceles, los míos se han desgastados, luego iré a la Iglesia me toca presidir el culto de hoy. —Mi madre asintió y siguió con su labor
Mi madre se llama LuzClariza ella tiene 38 años, me tuvo muy joven a los 16 años, papa y ella se aman mucho, mi padre nos contó que mi madre vivía en Colombia, ósea es colombiana y que al él irse para ya, la conoció y se enamoró de ella a primera vista, aún el sigue muy enamorado de ella, la ve con mucho amor. Ojalá yo encuentre a una persona que me vea de esa manera, ya que Nicolás nunca me vio de ese modo. Suspirando decido terminar mi desayuno e irme a ser mis compras, hoy es sábado y toca mucho que hacer.
El día al fin finalizó, compre las cuerdas para la Guitarra de mi hermano, luego lo mío, al salir de multícentro me encontré con Tatiana mi amiga de la infancia, nos pusimos al día y hablamos de muchas cosas del pasado, todo iba bien hasta que sacó el tema de Nicolás a relucir.
—En serio que pensé que ambos se casarían y tendrían muchos hijos.—Dijo en forma de burla.
—No seas exagerada. Para tu información, querida Tati lo nuestro llego a su fin hace 5 largos años y nada es para siempre —Le respondí negando. Lo más triste es que aún pienso en él, pero mi amiga no necesita saber eso para nada.
—Oh ya, que mal, se veían muy bien juntos, ni modo. Dejando a Nico en el pasado ya pisado, Cuéntame que carrera estudiaste o aun sigues estudiando.
—Uh, la verdad solo estudie unos cursos trimestrales, ahora ya decidí estudiar de lleno, me registré para estudiar magisterio musical en la Universidad del Valle.—Mi amiga sorprendida grita llamando la atención, abre la boca de gran manera que se le cae su pedazo de pizza. —¿Que te sucede? —Le pregunté en modo de reproche al ver como dos niñas nos observan de mala gana.
—No Nada, bueno... En serio que coincidimos, yo igual me he registrado para magisterio y en la misma universidad, que casualidad no...— Increíble, sonríe feliz de saber que tendré a mi amiga de nuevo junto a mi.
Llegue a la Iglesia dos hora antes, ensayamos los cantos de adoración con el grupo musical, Luis mi compañero de coro, me ayudó mucho con el tono luego de ensayar empezamos el culto de adoración, fue muy bello como siempre gracias a Dios, al finalizar salude a algunos hermanos, converse con Luis y luego con Martha, mientras esperaba a mi madre como siempre. (Creo que necesito un auto) Martha me comentaba sobre un baile de graduación al que asistirá, y sobre Luis, ella está muy enamorada de él , pero aún no se lo a confesado, teme que él la rechace, dudo eso pase, ya que ella es muy linda y se nota que él es un chico muy centrado. Después de una larga hora esperando a mama, salí de la iglesia y decidí llamar a mi madre para preguntarle si vendría por mi, pero quede de piedra al ver al mismo desconocido de semblante triste de aquella noche lluviosa y del mismo el cual no he podido sacar de mis pensamientos. El me esta observando con su hermosa sonrisa, camina hacia mi, eleva su mano izquierda para saludarme, al darle la mía, deposito un suave beso en el dorso, sonreí tímidamente, baje la cabeza sin saber que decir. De repente sentí sus manos frías y suaves en mi rostro, por un momento me congele y pensé que me besaría, pero error no fue así.
—Espero no niegues a que te lleve a tu casa, Luciérnaga.
AxelEs meramente una coincidencia verla nuevamente en el mismo lugar, y al parecer esperando un taxi. ¿Es en serio? quizá esta vez acepte a que la lleve, me acerco con pasos rápidos hacia ella y sin saber porque, colocó mis manos en su rostro. La chica luce nerviosa, quizá la estoy asustando por mi atrevimiento.—Espero no niegues a que te lleve a tu casa, Luciérnaga.—Suelto mirando fijamente esos ojos que me cautivaron la primera vez que la vi.—Eh, bueno esta bien, esta vez aceptaré, hace mucho frío —Titubeo nerviosa. Tome su mano y la lleve al estacionamiento.Sonreí pensando la segunda vez que la vi. Fue buena idea pasar por esa Iglesia aquella noche lluviosa, desde ese entonces volví a sentirme vivo, ella me enamoro de una manera sobre natural, su sonrisa carismática, su forma de andar y pensar me han embrujado, la amo tanto que a la vez temo perderla, no deseo falsedades, Alessandra es lo que yo buscaba para mi. Se que es precipitado a verle pedido mat
Alessandra.Mis padres se presentan con los padres de Axel, la señora Cariza es muy linda y muy encantadora, a mama le agradó al instante se le nota a leguas, a pesar de no sentir lo mismo por mi novio, se que se llevara bien con mi suegra, la cena transcurrió a mena, mi padre converso mucho con mi suegro igual mama y Daniel mi hermano se junto con las jovencitas, la que me dio tanta ternura es la pequeña cristal, es linda, lamentablemente tiene una discapacidad pero eso no la hace menos, de echo la hacer ser una personita muy especial. Al finalizar la cena, mi novio decide en decirles a mis padres sobre nuestro compromiso, sonriendo levanta una copa para llamar la atención de los mayores la cual estaban en una charla.- Disculpen la intromisión, pero quisiera decir unas palabras a mis suegros - Mi padre asiente y mama solo lo ve sin ninguna pizca de animo, quisiera entender que pasa por su mente. -Se que es muy pronto pedirte esto sin embargo no pu
AxelTodo mi cuerpo tiembla por la emoción de saber que ya será mía, mi mujer mi esposa, es lo que siempre quise encontrar a la indicada, desde el momento en que la vi supe que ella seria diferente, amo tanto a Alessandra, ella es un ser puro no digo perfecto pero casi lo es, se ve como una princesa vestida con su vestido largo color blanco y su cabello largo en hondas, es muy hermosa es mi Reyna. Su padre camina junto con ella en dirección al altar, no puedo dejar de sonreír de felicidad y mas al ver como mis padres la quieren y mis hermanas de igual manera la aman, en tan solo 6 meses ella ha sido un ángel que apareció en mi vida y también para mi familia, no se como pagarle a la vida por tanta Felicidad que me a regalado en estos meses. Observo a mi suegra ella esta muy seria se que piensa lo peor de mi, quizás por que le di una mala impresión a los primeros meses pero no volverá a pasar y tampoco dejare que mis celos interfieran en mi matrimonio. Al llegar hasta dond
Alessandra.Juego con la Arena mientras espero a que mi amado esposo me traiga los algodones de azúcar, se a demorado un poco y se que es por lo nenes que se amontonaron a comprar, sigo en lo mío, pero luego desvió la mirada al ver un perro raza Pitbull venir hacia mi, asustada me aparto, sin embargo la correa que sujeta su cuello se enreda en mi pies.—¡Brown Calma! —Grita él hombre que venía siguiéndolo.—Me va morder— Murmure asustada.—No señorita, este tranquila, Brown es un perro tranquilo, solo quería jugar discúlpanos. —Asentí ya mas tranquila y relajada.—Podría por favor soltar la correa.—Si lo haré, oye Brown como se te ocurrió molestar a la bella dama —Le riño a su perro y este encantando mueve la cola.Que linda mascota, me encantaría tener uno así, pero debo preguntarle a mi esposo. De lejos veo a mi esposo venir, pero su rostro luce tenso.—¡Que demonios es esto Alessandra!—
AxelAl llegar al pais lo primero que hice fue llamar a mis padres. Llegamos a nuestra cuidad le pedí a Carol que me dejara la casa muy bien decorada y con todo lo necesario en la cocina, quiero que mi esposa se sienta bien en su nuevo hogar, ahora todo lo mío le pertenece, deseo hacerla feliz y que se sienta amada a mi lado.—Estoy muy feliz de haber llegado a nuestro país, mis padres se pondrán feliz cuando les lleve el obsequio que le compramos, igual mi hermanito Daniel.—Así es mi amor, igual lo digo por mis hermanas se pondrán feliz, te parece si primero vamos a visitar a nuestras familias, luego a nuestra casa. –Mi esposa me observa muy alegre.—Si amor, sería genial.Le informo a mi chófer que nos lleve a la casa de mis suegros.—Manuel, llévanos a casa de mis suegros luego iremos a la de mis padres. –Manuel asintió sin dejar de ver la carretera.<
Alessandra.Me encontraba dentro del aula de clase, nos habíamos presentado con los docentes que impartirán las clases que nos toca yo elegí por estudiar magisterio musical, amo todo lo que se trata de la música de los pianos, las baterías, las flautas y todos lo que se trata de música y instrumentos, mientras tanto los demás se presentan, me fijo que se encuentran algunos compañeros de la secundaria. Tatiana mi dulce amiga y otros dos más compañeros, también se encontraban algunos alumnos que solo sacarían clases básica, cómo matemáticas, biologías y lectura, por mi desgracia entre ellos se encontraba Nicolás mi antiguo novio de la Juventud, en fin ignoro verlo y sigo prestando atención a la docente que a empezado a impartir las clases. Todo la mañana la docente impartió el tema sobre la forma en cómo debemos utilizar el piano de Mesa, los signos que debemos usar para manejar cada tecla, la clase transcurrió muy entretenida. Al finalizar saludo a Tatiana y ambas salimos junta
Axel.Me encuentro sentado en mi oficina escribiendo unas notas sobre un borrador de una de las editoriales de España, realmente no me estoy concentrando en la escritura, ya que me sentía impotente desganado, nuevamente los celos inundaron mi mente pensaba lo peor de mi esposa cuando a la vez se que ella no tiene nada que ver con su antiguo novio.El pasado nuevamente quiere regresar esa oscuridad desea sofocarme, ahorcarme y hacerme sentir diferente, cada día que pasa quisiera ser una persona nueva ser el Axel de hace tiempo atrás cuando jugaba con mis hermanita, cuando les contaba anécdotas de historia de amor a Cristal a Casandra y a Casseling, en esos tiempos conversaba de todo con mama le contaba lo que me pasaba ella me entendía sólo ella estaba a mi lado cuando le decía lo que me pasaba en la escuela con las chicas o con algún compañero envidioso. Quiero ser ese de antes sin embargo ya no soy él Axel de años an
Alessandra.Nuestro fin de semana empezó muy bien, nos venimos a la playa de pochomil junto a mis padres, suegros y cuñadas, me encontraba embobada viendo todo lo bello del mar, personas por donde quiera, tiendas llenas de comida, bebidas y un sin fin de cosas.Mi hermanito Daniel se unió con las Gemelas y Cristal, los niños se tomaron la mano, caminaron Juntos con sus pies descalzos, mis padres ya se encontraban arreglando un pequeño toldo para que no se nos pegue el sol, mis suegros igual, ya habían pedido comida y bebidas y para los niños frutas y Jugos, mi esposo se encontraba muy serio pero aún así me encantaba ya se encontraba con un short playero sin camiseta, usaba unos lentes oscuros de sol.—Me pondré mi traje de baño.—¿El de sólo una pieza con shorts?—Pregunto Axel con tono molesto.—Bueno no traje esa es de dos piezas, es de Bikini— Negó recostandose en l