Katherine miraba con lagrimas en sus ojos a la pequeña urna frente a ella, llevaba de esa forma treinta minutos, eran las nueve de la noche y ella había sido la primera en bajar a la capilla, se lo había pedido de favor a Kiro, estaba en una silla de ruedas y estaba sola, sabía que Thomas estoaría a punto de llegar, en su cabeza creía que solo seria ella, Thomas, Garret, Helen y su madre en la capilla, y estaba bien para ella, no tenia más familia y ellos eran lo más parecido a una que tenia, escucho el sonido de las puertas a sus espaldas, Kiro la había convencido de utilizar sus audífonos ese día, giro y sus ojos se llenaron de lagrimas, y su corazon de amor, al ver a todas esas personas entrar por la puerta.
Thomas venia en una silla de ruedas, esta era empujada por Claudia, Thalía cargaba a Jordan y la madre de ellos venia a sus espaldas con un gran ramo de flores, Garret, Helen y sus padres venían a solo unos pasos de ellos, cada uno con un ramo de flores en s
-aquí esta su alta, tu madre los esta esperando a los dos, creo que les trajo ropa a ambos – Kiro les extendió los papeles y ambos los firmaron – aunque aun tengo una pequeña duda – ambos lo miraron - ¿se quedaran solos en tu departamento? O ¿con tu madre?-nos quedaremos con mi madre, al menos hasta que neos podamos mover un poco mejor – Thomas le extendió los papeles ya firmados, escucharon que alguien tocaba la puerta, Kiro se acerco a ella y la abrió, un hombre mayor y de traje estaba del otro lado.-¿Qué necesita? – Thomas miro hacia la puerta, reconoció al hombre como el abogado que los había visitado hacía un par de días.-necesito hablar con la señorita Katherine Bennett, es algo de suma urgencia – Kiro miro a Thomas y a Katherine, estos asintieron y el lo dejo pasar – buenas tardes – saludo.-buenas tardes – Kiro salió del cuarto y los dejo solos, Jayden lo estaba esperando afuera de la habitación, ambos se sonrieron y caminaron juntos
-esa es la ultima caja – Thomas dejo que Jayden la tomara y la llevara a su camioneta, él, Helen, Garret, Jayden y Katherine estaban en el departamento de la abuela de ella, todos guardando las cosas que ella queria conservar.Ya había pasado un mes desde su alta del hospital, ambos estaban recuperando de buena forma y no presentaban ninguna complicación, ninguno de ellos necesitaría tomar terapia, Katherine había decidido, hacia solo dos días, que ya era hora de poner en venta el departamento de su abuela así que allí estaban, guardando aquello que ella se quedaría, y dejando lo que se vendería.Contratarían a una inmobiliaria y ellos se harían cargo de la venta, de esa forma ella solo recibiría el dinero, tomo la ultima cosa que se llevaría del departamento, era un suéter tejido por su abuela, lo llevo a su nariz y distinguió su perfume,
Algunas veces, los finales son los mejores comienzos.Los dias y las noches habían echo su trabajo y así de sencillo habían pasado seis meses, se podia respirar el amor y la paz en sus vidas, era sorprendente como tu vida podia cambiar tanto en menos de un año, Katherine estaba cocinando la comida, sabía que Thomas estaba en su despacho, aquel al que ella ya entraba sin ningún problema, estaba arreglando algunos papeles de su empresa, él era su novio, se lo había pedido hacia dos meses y desde entonces la felicidad no cabía en ninguno de ellos, ahora tenían aquello que tanto habían anhelado, tenían a esa persona que los amaría sin condiciones.-huele bien – ella sonrió al sentir las manos de él en su cintura y sus labios en su mejilla.Se giro y lo beso, ambos estaban totalmente recuperados de sus heridas, Thomas sonrió
- sabrás llevarte con él mi niña - ella escuchaba atenta a la anciana de 84 años sentada al otro lado de la sala.Ella, sentada en uno de los sillones individuales de la pequeña sala refunfuñaba con sólo el pensamiento de tener un Guardaespaldas.Su abuela llevaba cerca de media hora intentando hacerla entrar en razón, estaba totalmente enojada y su abuela intentaba hacerla comprender su decisión, se sentía de cierto modo traicionada y Le dolió pero, también Le molesto.-"no pienso aceptar tener un hombre detrás de mi"- Su abuela había aprendido el lenguaje en señas al mismo tiempo en el que su querida y única nieta lo necesito. - pero aún así lo necesitas - Le hablo en un tono más firme - y más aún en esa casa donde vives - su ceño dejo de fruncir se - tu vida en ese lugar no es fácil, tal vez con él ya no te traten tan mal.Ella comenzó a pens
Thomas se sentía cansado, casi siempre despertaba en la madrugada, producto de las pesadillas que llevaban acosándolo desde hace años, a sus escasos veintiséis años llevaba más cosas acuestas que cualquier persona que hubiera vivido cerca de setenta años, miro a su lado de la cama, una increíble rubia durmiendo a su lado, totalmente desnuda, la sabana solo cubría de su cintura hacia abajo, se podían ver las marcas que él mismo había puesto en ese lugar hace un par de horas.Se levanto importándole poco el que pudiera despertarla, la conocía de hace unas cuantas horas, y sin embargo había sucumbido a su deseo por sentir algún tipo de sentimiento, se vistió de nuevo y miro el reloj que estaba en la pequeña mesa de noche.5:30 am.Tomó su chaqueta y dándole una última mirada a la mujer dejó la habitación y un par de minutos después la casa, no Le importaba el que ella despertará en otro par de horas y no lo encontrará en la cama, Le daba igual, de todas fo
Estacióno la camioneta a un lado del auto de Jayden, bajo y camino por el camino de piedra que lo conducía al amplio porche de color blanco con una distinguida puerta en color rojo, subió los cinco escalones y tocó el tiempre, una sonrisa se deslizó por sus labios al escuchar el grito significativo de la hermana pequeña de Jayden.Tenía tres hermanas y el las quería a todas ellas como si también fueran sus hermanas, sonrió aún más cuando escucho el sonido de la puerta siendo abierta. - ¡Thomas! - recibió en sus brazos a la pequeña niña de ocho años, era delgada y totalmente imparable, su largo cabello de color negro y rizado - igual al de su hermano mayor - se movió con los giros que Thomas dio cuenda la tenía bien sujeta, la tierna risa de Liona se escucho fuerte y clara en sus oídos - También te extra&n
Katherine despertó el día lunes a las seis de la mañana, tomó su ropa del día y se dirigió al baño que estaba en su habitación, se ducho y cambió, se sentó en el pequeño banco que estaba delante de su tocador, se miro en el espejo y se dio cuenta de lo ojerosa que se veía, llevaba días que no podía dormir bien, apenas el día de ayer había tenido dos pesadillas que la despertaron en el plazo de la noche,se coloco sus audífonos y los acomodo hasta que tuvieron un buen volumen. Escucho ruido por afuera de su habitación, tomando su mochila se acerco a la puerta y salió, camino hacia donde se escuchaba el movimiento, solo había dos personas en la casa que estaban en movimiento a las siete de la mañana, entró a la cocina y una sonrisa se formó en sus rosados labios, Jack y Sara estaban en ese lugar, Jack haciendo las comidas del día y Sara limpiando las alacenas.Ambos se giraron cuando ella entró en la cocina - Buenos días pastelito - Jack Le saludo al mismo tiempo que rem
Katherine lo vio, olvidó por completo a su abuela y al otro hombre de la habitación, se sentía extraña, como si algo estuviera apretando Le en el pecho, no podía respirar, sentía que las manos Le sudaban.Thomas se sorprendió al ver a una niña de pie frente a él, con la primer mirada que Le dio supo que era pequeña en estatura, no Le llegaría más lejos que a la altura de su pecho, la vio frágil y vulnerable, observo su cabello color café claro, con unas leves ondas en las puntas, vio sus manos pequeñas y quiso sujetarlas entre las suyas, observo sus ojos ocultos detrás de unas largas pestañas, su color lo cautivo, eran cafés, casi negros, el había visto ese color antes, pero supo que nunca vería ese color de la misma forma.Ambos se observaron, buscando los detalles que él otro ocultaba, estaban tan sumidos en ellos mismos que no se dieron cuenta de las miradas que las otras dos personas en el cuarto les lanzaban.Sólo dejaron de mirarse cuando la abuela de Kath