Katherine despertó el día lunes a las seis de la mañana, tomó su ropa del día y se dirigió al baño que estaba en su habitación, se ducho y cambió, se sentó en el pequeño banco que estaba delante de su tocador, se miro en el espejo y se dio cuenta de lo ojerosa que se veía, llevaba días que no podía dormir bien, apenas el día de ayer había tenido dos pesadillas que la despertaron en el plazo de la noche,se coloco sus audífonos y los acomodo hasta que tuvieron un buen volumen.
Escucho ruido por afuera de su habitación, tomando su mochila se acerco a la puerta y salió, camino hacia donde se escuchaba el movimiento, solo había dos personas en la casa que estaban en movimiento a las siete de la mañana, entró a la cocina y una sonrisa se formó en sus rosados labios, Jack y Sara estaban en ese lugar, Jack haciendo las comidas del día y Sara limpiando las alacenas.
Ambos se giraron cuando ella entró en la cocina - Buenos días pastelito - Jack Le saludo al mismo tiempo que removida una olla que estaba en el fuego
Ni siquiera recordaba cuando Jack había comenzado a decirle de ese modo.
- "buenos días"
Ambos habían aprendido el lenguaje en señas cuando ella lo necesito, ambos lo hablaban a la perfección.
- buenos días Katherine - Sara dejo de limpiar para acercarse a ella, la estrujo en sus brazos, Sara tenía veinticuatro años y Katherine la quería como la hermana mayor que siempre había querido, pero que, por desgracia, nunca había tenido, su hermanastra nunca había tenido ese titulo
- ¿Quieres desayunar, pastelito? - Jack se acerco al refrigerador mientras la observaba esperando su respuesta
- "si, por favor"
Jack saco huevos, jamón y tocino, ese era el desayuno que más Le gustaba a Katherine, en realidad todo lo que Jack cocinara sería lo mejor para ella, lo termino y se lo sirvió, Le acerco además, un plato con sus frutas favoritas y un enorme vaso de jugo de naranja con zanahoria.
-"gracias"
Comenzó a desayunar escuchando los comentarios que Jack y Sara Le daban, respondiendo sólo cuando ella lo creía conveniente, terminó de desayunar al mismo tiempo en que su padrastro entraba en la cocina, su ceño fruncido y su mano tomando fuertemente el maletin, eso sólo Le indico a Katherine que su día no seguiría tan bien.
- Buenos Días Señor - el saludo a coro por parte de los dos encargados de los cuidados del hogar se escucho fuerte y seguro
Solo resivieron un gruñido, que ya conocían demasiado bien, de parte de su jefe, ambos continuaron haciendo su trabajo, pero siempre manteniendo un ojo puesto en la mujer que querían como si fuera su familia.
Katherine permanecio sentada, nunca sabía que hacer cuando su padrastro estaba cerca, siempre sentía que los gritos hacia ella llegarían sin que lo pensara.
- sirve mi desayuno - Sara y Jack se pusieron manos a la obra, no haciendo querer hacer esperar a su jefe, este mismo se acerco a Katherine y se paro a un lado de ella, la miro con odio y rencor, ella solo pudo temblar en su lugar.
El no se movió en lo que esperaba su desayuno, se quedó hay mirándola, analizandola, ella con cada segundo que pasaba se Le hacia mil veces peor que el anterior.
Cuando su desayuno estuvo listo les ordeno que lo llevarán a la terraza que había a un costado de la casa, espero hasta que estuvo solo con ella, y sin que ella lo esperara la mano de él voló con fuerza hacia la mejilla de ella, su rostro se volteo de forma ruda, logrando que su cuello crujiera y se lastimara, llevo su mano de forma inmediata al lugar donde había recibido el impacto, y trastabillando se puso de pie, intentando alejarse lo más posible de él.
Ni siquiera Le dijo nada, un motivo que Le diera la razón del golpe, lo único que él mismo hizo fue tomar las cosas de ella y lanzarlas con furia hacia el piso, un segundo después camino hacia la terraza a comer su desayuno.
Sólo cuando estuvo sola se permitió derramar las lágrimas que había retenido, escucho la puerta que daba hacia la terraza ser habuerta y no necesito mirsr hacia el lugar, sabía quienes habían entrado.
Sobo su a dolorida mejilla, sabía que todo ese lado de su rostro estaba de un fuerte color rojo, su padrastro tenía manos grandes y pesadas, y su rostro era pequeño en comparación, había sentido el golpe en toda su mejilla e, incluso, en parte de su ojo.
- por dios Katherine - escucho la suave voz de Sara y sus apresurados pasos hacia ella - ¿que fue lo que te hizo?, ¿estas bien?
Ella entre su llanto y el dolor que sentía en su rostro, intento decirles lo que había pasado, al paso de los minutos lograron comprender lo que quería decirles, Jack envolvió hielo en una servilleta de tela y la coloco en el rostro de ella, Katherine ciseo al sentir el contacto del frío en su enrojecida piel, les dijo que estaba bien y que regresaría más tarde, sin decir otra o palabra, y huyendo de las dos personas que se preocupaban por ella, tomó sus cosas y salió corriendo.
Había pasado sus clases del día a paso de tortuga, se sentía más cansada de lo normal, al igual que siempre no había hablado con nadie, ella no era una persona muy sociable, además de que muy pocos la entendían, solo tenía dos amigos en toda la escuela, para ella eran más que suficientes, pero no habían hido ese día.
Eran un par de hermanos, Garret y Helen, Garret tenía 25 años y Helen la misma edad que ella, habían sido amigos por años, ambos aprendieron el lenguaje de señas cuando ella lo necesito, y nunca la habían echo menos o sé habían alejado de ella por ello.
Aún así no hablaba con ellos siempre, tenía miedo de relacionarse con alguien más además de su abuela, Jack y Sara, hablaba con ellos quizás dos o tres veces a la semana, sacó su teléfono del bolsillo del pantalón y vio el mensaje que Le había enviado su abuela.
En este mismo Le pedía que fuera a verla de inmediato, y ella sin dudarlo la obedeció, envió un mensaje a Jack habisandole que llegaría más tarde y que estaría con su abuela.
El siempre Le pedía que Le dijera en donde estaba, Le hacía sentir que estaría más segura, además de que podría decirle si pasaba algo, comenzó a caminar sin importarle el que su abuela viviera a un poco más de veinte cuadras alejada de su escuela, tocó la puerta de su abuela cuarenta y cinco minutos después, se sentía acalorada y podía sentir como el sudor corría por su frente y espalda, su abuela Le abrió un par de minutos después y Le sonrió, ella Le respondió de inmediato.
- ¿cómo estás mi niña? - sua buela cerró la puerta detrás de ella y se giro a mirarla
"bien" - ambas caminaron hacia la sala pero Katherine se detuvo de forma rápida y abrupta al ver a dos hombres sentados en los sillones de esta
Ambos giraron a mirarla en el momento en el que entró, sintio como si la estuvieran estudiando y eso Le desagrado por completo.
- querida - giro hacia su abuela - te quiero presentar a Thomas Lowell - un hombre de cabello color cobre y ojos de un intenso y único color gris Le devolvió la mirada - y a su amigo Jayden Percer - una mirada divertida y una bella sonrisa fue lo primero que vio - muchachos - su nieta quiso reír al escuchar como los había llamado - ella es mi nieta, Katherine Bennett
Sus vidas ya se habían cruzado, solo hacía falta que ambos tomarán la decisión de seguir adelante.
Katherine lo vio, olvidó por completo a su abuela y al otro hombre de la habitación, se sentía extraña, como si algo estuviera apretando Le en el pecho, no podía respirar, sentía que las manos Le sudaban.Thomas se sorprendió al ver a una niña de pie frente a él, con la primer mirada que Le dio supo que era pequeña en estatura, no Le llegaría más lejos que a la altura de su pecho, la vio frágil y vulnerable, observo su cabello color café claro, con unas leves ondas en las puntas, vio sus manos pequeñas y quiso sujetarlas entre las suyas, observo sus ojos ocultos detrás de unas largas pestañas, su color lo cautivo, eran cafés, casi negros, el había visto ese color antes, pero supo que nunca vería ese color de la misma forma.Ambos se observaron, buscando los detalles que él otro ocultaba, estaban tan sumidos en ellos mismos que no se dieron cuenta de las miradas que las otras dos personas en el cuarto les lanzaban.Sólo dejaron de mirarse cuando la abuela de Kath
Katherine estaba tan perdida en sus pensamientos que solo supo que la clase había llegado a su fin cuando vio a sus compañeros de clase levantarse de sus asientos y caminar, los imitó poniéndose de pie, ajusto el volumen de sus audífonos - para que pudiera escuchar mejor su entorno - y salió del aula de clases, caminaba distraída hacia su casillero y coloco todo lo que no necesitaría por ese fin de semana.Un par de minutos después caminaba hacia afuera, con cada paso que daba a la entrada del estacionamiento de su escuela se daba cuenta del gran grupo de mujeres y hombres que está a uno de los costados de la puerta, se acerco con sus grandes ojos mirando a los lados intentando distinguir a Thomas entre los distintos grupos de personas, y autos estacionados.Gran sorpresa se llevó al verlo de pie afuera de su escuela, justo frente a la puerta de la entrada para autos, al darle una segunda mira
Una vez que Thomas había logrado separar al hermanastro de Katherine de ella, y además de haberles advertido a ambos que si la volvían a tocar sufrirían las consecuencias, la ayudo a levantarse y ambos salieron de la cocina, como no sabía a donde más llevarla había optado por llevarla a la habitación de ella, cerrando la puerta una vez que ambos entraron la hizo que se sentará en el borde de la cama, y con cuidado reviso si ella estaba bien.Katherine en medio del llanto logró explicarle por medio de señas y con manos temblorosas lo que había pasado y las dos personas que habían estado en la cocina con ella, Thomas al entender lo que ella quería decirle sintió aún más enojo y frustración de lo que había pensado que podía sentir, una vz que logró que ella se calmará salió a la cocina por hielo para ella, ya que su cuer
Se despertó al sentir la vibración de su teléfono bajo su almohada, metio su mano debajo de esta y miró la hora, las siete de la mañana, apago la alarma al mismo tiempo que se sentaba en su cama, tallo sus ojos y se puso de pie, dirigiéndose al baño de forma perezosa, un bosteso salió de sus labios al tiempo que se miraba al espejo, se lavo el rostro y cepillo su cabello, lo sujeto en una coleta e hizo sus necesidades, salió directo a su ropero y escogía la ropa que se pondría ese día, un censillo pantalón de mesclilla y una camiseta algo suelta de manga larga, se colocó sus botines sin tacon y se puso de pie, se acerco a su mesa de noche y tomó sus audífonos, se los colocó, tomó su sudadera, su mochila y su celular, un segundo después salió de su habitación y camino en silencio hacia la cocina.No pudo ocultar su sorpresa al ver a
- te veré después mamá, saluda a las gemelas de mi parte, luego vendré a verlas - ambos estaban en la puerta de entrada, Thomas listo para ir por Katherine a su escuela - llámame si necesitas o pasa algo - lo haré amor, ten cuidado y llámame si tardas en venir - su madre lo abrazo y lo dejo ir, cuando él sólo dio un par de pasos lejos de ella se detuvo cuando la escucho hablar con más fuerza - y trae a Katherine contigo a la próximaAntes de que pudiera responder su madre cerró la puerta y lo dejo solo, negó con su cabeza al mismo tiempo que una sonrisa se deslizaba por sus labios, retomó su camino hacia la camioneta y un par de minutos después ya estaba camino a recoger a Katherine.Se sentía más ligero después de haber hablado con su madre, esperaba que todo lo que le había dicho no le explotará después en la cara. Cuarenta minutos después estaba estacionando frente a la escuela y saliendo de ella para buscarla, un minuto después su mirad
- ¿Estás segura que no necesitas nada? - Thomas la miraba mientras ella buscaba su ropa para dormir, estaba preocupado por ella, desde que se alejaron de ese hombre ella había estado tan seria y con una mirada vacía que no sabía que era lo que ella tenía.No le respondió, siguió buscando algo en su armario, aún cuando ya tenía lo que necesitaba en sus manos, se acercó a ella, despacio y en silencio, en un intento de no asustarla, tomo sus manos intentando que ella se detuviera y cuando la sintió temblar bajo su mano la hizo girar, ella miraba al suelo y temblaba, por su cabeza pasaban los últimos años que había pasado viviendo bajo el mismo techo que su padrastro.Recordó los gritos, los comentarios hirientes, las malas miradas, los desprecios y desplantes por parte de él y sus dos hijos, recordó las veces que había hido a parar al
No sabía a dónde había hido Thomas, solo quería que alguien la sacará de ese oscuro lugar, sus hermanastros la habían levantado con un balde de agua fría en su rostro, y arrastrándola al armario del pasillo la encerraron en este, sabía que no habían sido silenciosos cuando la arrastraron por el pasillo, había golpeado la puerta de Thomas al pasar por esta, pero él no salió, su hermanastra la había golpeado en sus costados y piernas, además de las cachetadas que, entre ambos le habían dado.Era sábado, y Jack y Sara no estaban en casa, estaba sola, asustada y adolorida, sus manos golpeaban contra la madera de la puerta, al mismo tiempo que gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas, su respiración era temblorosa e irregular, y tenía mucho frío, no llevaba puestos sus audífonos así que no sabía si ellos le estaban diciendo la razón de esto, pero ella suponía que era culpa de su padrastro. Y eso no era justo, ella no tenía la culpa de todo lo que su padrastro la culpaba,
Corrió hacia su propio cuarto y fue directo al baño, aún con ella en brazos comenzó a llenar la tina con agua tibia, se sentó en un pequeño mueble que tenía en el cuarto de baño, y tomando una de sus toallas, comenzó a secarla.Comenzó con su cabello, se lo soltó y lo apretó con la toalla, siguió con su rostro, y cuando ella sintió el suave material contra su piel se removió un poco e intento alejarse de él, pero no sé lo permitió, la acercó de nuevo a si mismo y la miró más detenidamente, se dio cuenta de que aún conservaba puesta su pijama, así qué, supuso, había estado todo el día encerrada en el armario, sopesó si quitarle las ropas frías y mojadas, no quería romper la barrera de la intimidad sin el permiso de ella, pero no tenía opción.Le quita prime