Rodrigo De la SierraSiempre que veía a Dora, yo me alteraba demasiado y no era para menos. En buen problema me he venido a meter y todo por querer una vida mejor para mi hijo y no me arrepiento de eso, sino de haberme involucrado con una persona que deja demasiado que desear y que, además, está fuera totalmente de sus cabales y ahora ya es muy tarde y tengo que meterme en la cabeza que tengo que terminar lo que empecé y que ya no hay marcha atrás.–Está bien, Dora, ya tendrás lo que quieres – Dije molesto – Ahora si me disculpas, me tengo que ir a dar clases.Debía terminar cuanto antes este loco caso en el que solito me metí al aceptar, pues ese dinero me ha servido mucho y me seguirá sirviendo, pero todo a costa de que esta mujer me tenga en sus manos hasta finalizar esto.–Está bien, vete Rodrigo. Pero, no se te olvide hacer lo que hemos quedado.Tomé mis cosas para salir de la sala de maestros y mis ojos se cruzaron con unos ojos grises preciosos, Jazmín estaba de pie frente a mí
Jazmín Zabaleta VillaDespués de la discusión que tuve con Rodrigo en la calle al salir de la universidad, me alteré demasiado y cuando llegué a la cafetería, me fui a encerrar al privado de papá porque no quería ver a nadie, yo quería estar sola y ahí esperaría a que Eva llegara, ella quiso estar un rato con Enzo antes de llegar a su turno laboral. Me senté en el escritorio de papá y para evitar seguir, así como me sentía, sumamente alterada, saqué algo de mi tarea cuando escuché voces y jadeos.–Max, aquí no podemos hacer nada. No tarda en llegar mi hermana y Eva o en volver mi tía Sanjuana o peor aún, no tarda en venir papá o mamá – Era mi hermana Marina – Mejor, me escapo en la tarde un rato de la casa para vernos.Esto no me lo esperaba, mi hermana teniendo un encuentro amoroso en la cafetería, me daba cuenta de que las cosas con mi hermana estaban iguales que las mías con Rodrigo.–Marina, es que tú me fascinas, me encantas y no puedo dejar de besarte – Le decía un chico – Ademá
Jazmín Zabaleta VillaRodrigo complica demasiado las cosas y eso me pone demasiado mal a mí, no lo entiendo sinceramente y eso me preocupa. Me doy cuenta de que no estoy a la altura de él, porque no logro entenderlo, ni tampoco descifrarlo. Lo cierto es que lo quiero y no puedo seguir firme con eso de dejarlo, no cuando lo tengo frente a mí pidiéndome perdón y mirándome con esos ojos hermosos que me vuelven loca.–Jazmín, en serio mi amor. Entiéndeme un poco, yo no me siento bien por lo de mamá y solo quiero que me perdones, quiero que sigamos juntos.Parecía sincero, pues de lo contrario no tenía por qué venir a pedirme perdón si ya no quería tener nada conmigo, era ilógico si supuestamente esto se había acabado.–Está bien, Rodrigo – Cedí – Solo quiero pedirte algo, que, si esta noche vienes a hablar con mis padres, no sea solo porque te lo pidió mi tía Dora, que sea porque de verdad tú quieras hacerlo y no por sentirte obligado.Si ella lo había obligado ya no es mi problema y si é
Rodrigo De la SierraTuve que recurrir a Enzo para que viniera a quedarse con mi esposa, argumentando que tenía que asistir a una cena de la Universidad, mi mejor amigo como siempre, no me dejó abajo y lo peor de todo es que se creyó lo que yo decía. Me sentía mal e incómodo con toda la situación. Nunca le había mentido de esta forma a mi esposa, ni a mi mejor amigo, y ahora desde que conocí a la loca de Dora vivo diciendo mentira tras mentira todos los días.–Hola, amigo. Muchas gracias por venir a acompañar un rato a Sandra y a mi hijo, lamento haber tenido que molestarte – Me disculpé – Sabes cómo son esos eventos académicos.No iba a poder postergar ese asunto con los padres de Jazmín y menos teniendo a Dora respirándome todo el tiempo en el hombro, saliendo de eso me vendría corriendo de regreso a la casa.–Hola, Rodrigo. No te preocupes, hombre que yo quería venir a platicar con Sandy y estando tú, no podemos platicar a gusto.–Gracias, amigo. Sobra decir que puedes tomar o come
Rodrigo De la SierraMe daba cuenta, en esos momentos, del motivo de Dora para contratarme. Ella quería acabar con la familia de Jazmín, en todo el rato que yo estuve ahí y eso incluye la hora en la que cenamos, pude percibir una tensión muy fuerte en el ambiente entre Dora y la madre de Jazmín y por eso Dora me había contratado, ella tiene algo en contra de la señora Flor y me atrevería a decir que hasta en contra de su propio hermano.–La cena ha estado deliciosa, señora Flor y ha sido un placer venir a conocer a los padres de mi novia – Tomé la mano de Jazmín para besarla – Espero, no sea la única vez que me inviten.Me estaba comportando como si en verdad estas visitas se iban a estar dando muy seguidas, espero que no me tomen la palabra, no me iba a querer comprometer después a venir seguido si así lo pedían. Esta bola de nieve se podía ir haciendo más grande.–Claro que no, mi amor – Jazmín se recargó en mi hombro – De mi cuenta corre que vengas muy seguido a la casa, ya eres mi
Jazmín Zabaleta VillaTodo iba mejorando para mí, gracias a que mi tía Dora había logrado que Rodrigo fuera a hablar con mis padres. Eso había sido el más grande logro de mi tía, pues yo estaba a punto de tirar la toalla y de darme por vencida porque llegué a pensar que mi chico nunca les iba a dar la cara a mis padres y afortunadamente yo me equivoqué.Días después de la cena en mi casa, Rodrigo tuvo un poco de tiempo libre y me cayó así, de sorpresa en la cafetería, me hizo muy feliz verlo ahí, tenía que comportarme bien, para que no se sintiera acorralado.–Amiga, llegó tu amorcito – Me dijo Eva – Ve a atenderlo, mientras que yo le ayudo a tu tía Sanjuana a arreglar unas cosas.Vi como Rodrigo ocupó una de las sillas y yo me dispuse para ir a atenderlo, como a un cliente más, no podía mostrarme de otra forma que no fuera como una de las que atienden a los clientes, aunque me muera por darle un beso a mi novio.–Claro que sí, muchas gracias, amiga.Rodrigo estaba sentado en una de l
Capítulo 44Jazmín Zabaleta VillaMi tía Sanjuana al ver tan mal a mi mamá, le fue a avisar a papá que viniera a ayudarnos y él salió a ayudar a mamá. Rodrigo, al ver la escena, se levantó de su mesa y se acercó a nosotros con el fin de ayudarnos y eso se lo agradecía. Mi mamá, de nuevo, estaba con sus crisis recurrentes de asma y eso no era para nada algo alentador.–Mi amor, yo creo que lo mejor es que llamemos a una ambulancia – Me dijo mi chico – Tu mamá no se ve nada bien.En verdad mi mamá se veía muy mal, eso me daba mucho miedo, su asma no la dejaba ni respirar bien, no me gustaba verla en esas crisis, pues la afectaban demasiado, no quería que le pasara nada a mi adorada madre. Ella no dejaba de toser y se llevaba la mano al pecho, eso indicaba que le estaba doliendo mucho.–Sí, mi amor, por favor llámala – Le pedí desesperada – Mi mamá no deja de toser.–Tranquila amiga, tu mamá se pondrá bien – Eva me abrazó – Pero sí, es mejor llevarla al hospital.–Jazmín, hija – Mi papá
Capítulo 45Rodrigo De la SierraJazmín no se presentó a clases al día siguiente, ni el resto de la semana. Tuve el impulso de acercarme a Eva a preguntarle por ella, pero no lo pude, ni tampoco lo quise hacer. No le veía el caso hacer aquello y era mejor realmente el no hacerlo. No sabía si Eva podía regar el rumor con alguien que pregunto por Jazmín y era mejor dejarlo así, no podía ni con mi alma con tantos problemas y aunque tuve ganas de mandarle un mensaje, algo me lo impedía y terminé por no hacerlo.–Profesor, le entrego mis tareas de la semana y también las de Jazmín – Se me acercó Eva al terminar de dar una clase – Mi amiga las envió conmigo.Me alegraba que Jazmín haya podido mandar su tarea, sabía que su mamá estaba mal, por eso ella no había venido a clases y yo no podía dedicarle tiempo en ir a buscarla a su casa, tengo mis responsabilidades.–Gracias, Eva. Buenos días.Eva parecía querer decirme algo sobre Jazmín y no la dejé que lo hiciera. Esta niña tonta, seguramente