Zachary, perfecto como un dios griego, respondió con indiferencia: “Hace cuatro minutos”.

'¡Oh Dios mío! ¡Hace cuatro minutos fue el comienzo de mi conversación con Jebediah! ¿Zachary escuchó todo?'.

“Has vuelto, Zach…”.

Una luz brilló en los ojos inyectados en sangre de Jebediah cuando miró a Zachary mientras se agachaba.

“Debes haber escuchado cada palabra. Todo esto era parte de su plan. Dijo que instigó a Nicholas a lastimar a Lory”.

Charlotte escuchó un zumbido en su oído.

El exterior helado de Zachary no mostraba signos de emoción. Su voz era tan fría e indiferente como siempre. “Sí”.

Un mal presentimiento se apoderó lentamente del cuerpo de Charlotte, como una corriente fría.

Ella había dicho esas palabras no hace mucho solo para irritar a Jebediah y hacer que ellos liberaran a Nicholas.

Nunca pensó que Zachary estaría escuchando cada palabra.

¡Ni siquiera Zachary la dejaría salirse con la suya!

¡Estaba condenada!

“Bueno, si ese es el caso, ¿qué más tengo que decir?”