Le tomó un tiempo a Charlotte volver a encontrar su voz.

“¿Por qué todos en este círculo social son tan chismosos? Para aclarar, las cosas que escuchaste sobre mí y Zachary no son ciertas, ¿de acuerdo? ¡No quiero hablar más de eso!”.

Después de decir eso, ella se dio la vuelta y continuó caminando.

Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso adelante, Bryson la alcanzó y la agarró por los hombros con sus dos manos grandes y poderosas. “Carlie, no puedes irte”.

Charlotte frunció el ceño.

“Bryson, nunca aprendes, ¿verdad? Zachary te ha advertido más de una vez que te cortará las manos si alguna vez te ve tocándome de nuevo. ¿De verdad quieres perder tanto tus manos?”.

“¡No me importa!”. Bryson gritó en respuesta. Su rostro apuesto estaba contorsionado y sus hermosos ojos, que parecían contener todo un cielo estrellado, estaban llenos de determinación.

“He pensado en conseguir que otras personas me ayuden, pero ninguna de ellas pudo cooperar conmigo tan fácilmente como tú. Además