“El Señor Connor me pidió que le dijera que si quiere entrar a esta casa, la única forma es si se casa con él. De lo contrario, puede acampar aquí hasta el apocalipsis, pero él no se inmutará”.

La voz del guardia de seguridad resonó claramente en los oídos de Charlotte.

Los dedos de Charlotte temblaron violentamente. Le tomó un tiempo calmarse antes de recuperar su voz.

“¡Zachary está yendo demasiado lejos! ¿Por qué me está haciendo esto?”.

“¡Uff!”.

El guardia de seguridad suspiró.

“Señorita Simmons, permítame hablar por el Señor Connor. ¿Sabe cuántas mujeres en Rothesay se han estado rompiendo la cabeza para encontrar una manera de casarse con el Señor Connor? Al Señor Connor no le importan esas mujeres y está decidido a convencerla de que se case con él. ¿No es eso lo suficientemente bueno para usted? ¿Casarse con el Señor Connor la pondría en una desventaja? Él solo quiere una cosa de usted. Si se casa con él, ¿no lo tendrá todo?”.

'Eh…'.

Charlotte se quedó sin palabras.

El