Ella solía ​​transferirle dinero a Renata frequentemente a través de PayPal. Por lo tanto, el nombre principal en su lista de transferencias era el de Renata. Inmediatamente le transfirió 15,500 dólares y luego le devolvió el resto del dinero a Zenios.

Ella podría tratar a Zenios como a un hermanito, pero incluso los hermanos necesitaban separar sus finanzas. Aunque ella ahora mismo podría ser considerada pobre, pero no podía usar el dinero de Zenios sin razón.

Charlotte se subió a su coche.

Pronto, Renata la llamó.

“Carlie, el doctor está operando a mi padre ahora. Dice que él estará bien. Gracias”.

Charlotte se relajó. “De nada”.

Ella estaba a punto de terminar la llamada cuando Renata habló. “Oh, por cierto, Carlie. ¿Sabes de Virginia y Melina?”.

Las puntas de los dedos de Charlotte temblaron cuando escuchó sus nombres.

“¿Qué les pasó a ellas?”.

“Supongo que no lo sabes. Ambas fueron ejecutadas a tiros ayer por la mañana”.

Renata lo dijo en un tono casual.

Charlotte, sin