Escuchaba a los chicos tocar, Dylan cantaba precioso y esas canciones de su puño y letra eran divinas, pero no era a él a quien miraba, como una tonta mientras no entregando bebidas me deleitaba mirando a mi flaco bello.Todos los días, hacia esa balanza sugerida por Catalina, esa enseñanza fue de ayuda, no para hacerme soltar carcajadas, sino para mantenerme en agradecimiento, cada que la hago agradezco en vez de lamentarme. Reconozco que termino sonriendo, y eso me ha ayudado a diario a no caer en el abismo de la culpa, la pena o la depresión.La mujer que obtenga el corazón de Ricky se ganará la lotería, yo lo perdí por idiota. Pero bueno. La noche trascurrió como siempre, ellos terminaron, ya estaban en la barra donde siempre se ponen a hablar a esperar que termine mi turno.Dylan pasa a mi lado y me alegra ver cómo le huye a Danna, si se le sienta al lado, saca una excusa, Lucas se veía muy enamorado de Camila y Lucían solo escribiéndose con Paola. Necesitaba ir al baño.—Dylan,
Ver a un doctor nervioso era un cuento, Rafael no tenía cabeza para asistir al nacimiento de su hijo, solo se quedará en el quirófano como su esposo, más no como médico. Sus colegas le tomaron el pelo, cuando llegamos a las dos de la mañana. José Luis se adelantó.La cesaría estaba programada para semana y media a principio o mediados de abril, pero ¡qué va! Este pelao tenía ganas de conocer a su hermanita y nació a finales de marzo. Tal fueron los nervios de Rafa que fui yo quien condujo hasta la clínica.Mi madre iba tranquila, burlándose de su esposo, al igual que la abuela, Betty se quedó en la casa con el abuelo, ellos llegarán mañana en el horario de visitas. Mi abuelito llegó en la tarde de ayer. Hace una hora ingresaron, en la sala de espera nos quedamos la abuela y yo.No hemos dejado de sonreír. Parecemos reinas de belleza con la chapa pelada, mostrando quien tenía más diente a las tres de la mañana. Estas eran las razones y los momentos que hacían mi vida feliz, a pesar de
Ese era el Rafael médico, no saben la razón por la cual estoy así, debe pensar que es por mi enfermedad.—Cariño respira, de lo contrario no podrás tomar agua. ¿Tienes ganas de vomitar?Negué, la rabia no deja vomitar, ya lo había comprobado. Cuando estuve más calmada pude hablar.—Les juro, si Ricky no viene al cumpleaños de la niña, ustedes me encierran o se van con una ambulancia a socorrerlo, porque lo voy a dejar como papilla de berenjena. Lástima que ya no estoy tan gorda para que fuera más rápido.Tanto Rafael como Dylan estallaron en carcajadas, mi mejor amigo acunó mi rostro y me zampó un beso delicioso. La rabia se esfumó, esos bellos ojos verdes me gritaban lo mucho que me amaba, pero ese era otro, no se anima a pedirme que sea su novia otra vez.—¿Y después lo dudas? Nunca dejes de ser tu Bodoque.—Ricky no le hará eso a la niña, podría enfermarse. —dijo Rafa—. Bueno, ya que no es nada malo, me voy a atender a los invitados.—Puede que Ricky no sea el directo responsable,
No podía dormir, no dejaba de pensar en el beso tan apasionado que me di con Dylan al despedirlo. No tengo voluntad con ese hombre. Era la una de la madrugada cuando escuché revuelo en la casa. Al salir del cuarto Betty caminaba en el pasillo llorando, la abracé, no sabía qué pasaba, en el cuarto vi a mi mamá con Cadie en brazos y Rafael tomando su temperatura.—La tiene muy alta.Rafa le quitó la niña a mamá y se metió con ella al baño, con todo y pijama se metió debajo de la regadera para mojarla. Betty lloraba más fuerte.—He puesto en práctica todo lo que me has dicho, pero si le pasa algo a mi niña…—No digas eso Betty, aquí está Rafael.—¡Sabanera! —Mi mamá ya ingresaba con una toalla. Recibió a la niña—. Amor cambia a la bebé mientras yo me cambio, nos vamos de una para la clínica.—Yo te acompaño. —dijeron mis abuelos. Mamá no podía salir por José Luis y yo me quedaré con ella. Betty tomó lo primero que encontró para vestirse mientras mamá alistaba a Cadie. Una vez salieron co
Íbamos camino al paseo antes de graduarnos, Lucían y Lucas decidieron ir en su carro, Betty, Dylan y yo nos fuimos con Lucían. En los otros iban Lucas con su novia y Ricky con la arpía mayor. Y como no me hablo con él, porque no volvió a sentarse en nuestra mesa.Danna se fue en el bus contratado por parte de la escuela. Eso sí, echando chispas, porque ¡se quedó viendo chispitas mariposas!, Dylan se vino conmigo. A pesar de que en la última semana lo he notado raro, distante, pensativo, puedo decir que hasta triste.Su estado lo atribuyo a que nos separaremos, nosotros regresaremos muy pronto a Montería, él se va a Nueva York, lo aceptaron en el conservatorio, el mejor en música y becado que no era lo mismo. De alguna manera nos íbamos a separar, eso me tenía con el estómago revuelto. Pero seguía reacia a eliminar la sangre, la última vez que vomité fue por lo ocurrido con Ricky.Las cosas después de lo sucedido en el cumpleaños de Cadie no fueron lo mejor, lo digo por Betty y por est
Estaba tan deseosa y asustada al mismo tiempo. Sin embargo, sentía la felicidad de Dylan.—Quiero hacer el amor contigo Dylan, si no te doy asco…Con su boca volvió a callarme, pegó su miembro, lo sentí grande y duro, le quité la camisa y antes de que me arrepintiera, él hizo lo mismo, y quedé desnuda, salvo por mi panti. Comenzó a besarme el cuerpo… Todo.Lo disfrutaba, podía percibir lo desesperado que se encontraba, y lo bien que se controlaba para llevarme a mí a no sé dónde, porque me fui a visitar en el séptimo cielo. Su boca en mis pechos, su mano en ese lugar sagrado.No lo veía muy bien, salvo su silueta por esa poca claridad filtrada gracias a la luna y los faroles del camino. Veía esos visos dorados de mi monito hermoso, siguió besándome, lamiendo la piel aguarapiada, escurrida y sobrante. Mi corazón iba a mil, rompiendo todas las barreras de inseguridad.Se levantó para terminar de desnudarse, yo ya estaba completamente encuera, menos mal la luz era tenue, no podía ver de
Mi sueño ha sido intermitente. Cada vez que despertaba me daba la pensadera. Besé su pecho. Como suele decir la abuela Rochi; nosotras sabemos a quién le entregamos el corazón, el alma y el cuerpo. Si logramos entregar esos tres a la misma persona conoceremos el verdadero amor. Y yo te encontré desde hace mucho mi monito lindo, luego de pensar volví a quedarme dormida.Nos movimos dos veces en la noche, nuestros cuerpos parecían imanes, para donde me movía Dylan lo hacía, si él cambiaba de posición yo lo imitaba, lo que importaba era estar pegados y darnos calor. La mañana nos dijo buenos días, bueno a mí. Él seguía dormido, boca abajo, su brazo me tenía apercollada, como pude comencé a darle besos por todo su rostro y sonrió. A este hombre lo adoraba.—Dylan tengo hambre, ¿te traigo algo? —afirmó.Me dejó salir, busqué ropa interior, mi entrepierna seguía molestando, vi la sabana manchada, ¡anda qué vergüenza!, busqué un pantalón cómodo, camiseta y chaqueta. Nos habíamos levantado al
Salir del baño, Rosa salió hace más de media hora a buscar el desayuno. Me vestí, tomé el celular, llegó una notificación de mensaje, en este lugar el internet era intermitente. La foto de Cadie era mi descansador de pantalla. Rosa insiste en que ponga una de ella o nuestra, pero NO, cada mes pongo una nueva de mí hija.Aún me duele el alma por ese olvido, ¿cómo se me pasó?, en eso Catalina tuvo razón, no tenía perdón. Me hacía falta mi amiga, era una lástima que no le cayera bien mi novia. Acepto que Rosa puede ser algo altiva. A mamá tampoco le gusta, ¿quién iba a pensarlo?, a pesar de todo lo ocurrido con Betty en el pasado, mamá la quiere mucho y era seguidora de ella en la plataforma de escritura.Mi madre insiste en que hable con Catalina, una conversación donde exponga mi punto de vista, ella no puede decir eso de Rosa y dejarla como una ligera cuando yo fui el primero en su vida. Sin embargo, extraño a mis amigos, a lo que éramos. Fui a los mensajes de WhatsApp, era uno del