Betty esperaba mi respuesta.—Sal mañana mismo, enfréntalo, exígele que te explique. Si esperas más tiempo puede que se vuelva a esconder, por qué eso es lo que, hecho, huir.—Pero Cadie…—¡Aja!, ¿y pa’ qué está la madrina? Tú aclara, estás embarazada, debes de procurar darle un buen embarazo al bebé, y para estar colgando mejor caer de totazo.—Tienes razón, aunque el embarazo no me ha dado nada. Dile a mamá Samanta que bajo en un rato. Voy a comprar el tiquete a Atlanta.—Llámate a Lucas, él te puede recoger y que te lleve a hablar con don cobarde.—No lo llames así.—No lo justifiques.—Cata, nunca te he dicho lo que le hice. Solo que me comporté mal. Pero si te lo digo sentiré vergüenza. —La miré, eso era cierto, no podía juzgar sin saber.— Lucas sabe dónde vive.—Sí, tienes razón. —Me dio un beso en la frente—. Eres la mejor hermana del mundo.Pelé toda mi cuadrilla de dientes. Ella ingresó a su habitación y yo regresé al cuarto a aplicarme perfume, por salir huyendo al pipi de
Lucas sonreía, pero también lo noté algo preocupado.—¿Por eso es el afán de hablar con él?—En parte, la razón verdadera es averiguar porque dejó de llamarme. —Su mirada fue un poema.Llegamos a su apartamento, no tenía nada más que un mueble, un comedor, su cocina estaba equipada por lo que pude ver, me llevó a la habitación de huéspedes.—Betty perdóname el desorden, eso sí, las sábanas son limpias. El baño es ese y es para ti sola, yo tengo un baño en mi cuarto.—Gracias. Ve a dormir, tienes ojeras.—La verdad me siento agotado.Me encerré en la habitación, le envié un mensaje a mamá Samanta, me contestó «ahora ya podía dormir tranquila». Sonreí, al menos a la familia que me abrió su corazón y puertas le era importante. «Dios, espero mañana todo quede aclarado». El cansancio me venció, menos mal había puesto la alarma del celular. Me levanté, llamé a mi princesa.—Hola, mami, ¿ya viste a papi? —Si las cosas no salen bien, mi hija va a sufrir mucho.—No y voy a ir a verlo, ¿ya te a
El aludido se metió sus manos en el bolsillo.—Betty, el video se ve muy real, pero eso no tiene nada que ver con nuestra amistad. Solo embarrada que nos hagas creer en tu cambio cuando no es así.En ese momento no pude evitar las lágrimas. Mi cuerpo tembló.—De Ricky lo entiendo, porque mi pasado lo tiene lleno de dudas, pero ¿qué tú pienses eso? Eres mi amigo.—Y lo seguiré siendo Betty, pero…—¿Crees en la palabra de Ricky que está cegado por lo dicho por Rosa y ese tipo?—Conocemos a Máximo, es un buen chico, es un ingeniero de sistemas y un experto en informática y telecomunicaciones. ¿Por qué nos mentiría?—Ya… —necesitaba irme. Estaba al punto de un colapso—. Entonces Ricky, ¿es un, hasta nunca?Era una estúpida, me aferraba a mi última esperanza, tan solo verlo bajar la guardia para ir a correr a sus brazos.—Sí, de verdad lamento haber escogido para mi hijo una madre como tú. Deja esa profesión, será o mejor mi hijo.Comencé a hiperventilar por unos segundos hasta recordar lo
Hay uno de esos videos donde salgo con tres hombres al tiempo. Ya deben de imaginar como tienen a la mujer. —Los ojos se me humedecieron—. Ese fue el video que vieron. Es mi rostro el que sale ahí.—Busca otro ingeniero. —Le dijo mi madre.—Ya tengo la cita con él en dos días, es un conocido del abogado. Voy a quedar hasta que Cadie deje de ser una Taylor. Ricky dijo cosas horribles, y no quiero tener ningún vínculo con él desde ahora.—Betty… —Dylan la miró.—Lo sé Dylan, pero él dijo que se arrepentía de darle a su primer hijo una madre como yo. Gritó el no querer verme nunca más en su vida. Entiendo su duda porque como me dijo mamá Samanta, aún no hay los suficientes momentos vividos para hacer peso a mi cambio, por eso no cree en mí, dijo muchas palabras hirientes. Soy yo la que no quiere tener ningún vínculo con él, no por orgullo, en esta ocasión es por dignidad. Apenas sepa quién es la mujer que hace esos videos la denunciaré.—¡Blanco es, gallina lo pone y frito se come! Tan c
Salí de clases, vi al decano, me hizo señas para que me acercara.—Cecilia, ya que te veo te comento.—Dígame señor.—La otra semana teníamos previsto documentar una expedición con el canal al que estamos vinculados.—Disculpe, yo tengo un viaje para dentro de cuatro o cinco meses.—Lo sé, te lo ganaste. Esto sería algo extraoficial, el profesor que cubriría estos tres meses le dio varicela y no puede viajar. Él mismo te recomendó.—Gracias, señor. —Mi corazón quería brincar de la felicidad—. Pero mis clases…—Señorita, eres una de las mejores en la facultad. Podríamos manejarlas a distancia, pero quería saber si aceptas el puesto, te pagarán y estarás unos meses en África.—Excelente. ¡Claro que acepto!—¡Perfecto! Eso quiere decir que, llegando de África, te vas para Brasil.—¿Es en Brasil donde tendré mis otros cuatro meses?—Así es. Pasa por secretaría, dale tus datos a mi asistente para comprarte tus tiquetes y te haga las reservaciones. Recuerda vas en representación de la unive
Escucharlos era un aliciente, tenerlos como familia de corazón me hacía pensar que fui perdonada.—Ya mañana me entregan los resultados, luego Mario ejecuta y radica todo para que al día siguiente Cadie pase a tener mis apellidos.—¡Ay mija! Creo que se te fue la mano con quitarle eso a Ricky, pero Rochi me dijo que eso puede ayudar a hacerle entender al cacorro ese. Ya lo veré arrepentido y con el rabo entre las piernas. ¡Nojoda!, dejo de llamarme Henrry Páez a que lo veré aquí suplicando perdón.—Abuelo, no deseo hablar de nada al respecto. Más bien, quiero regalarle a Cadie un caballo.—¡Erdaaaa! Qué vaina buena. Claro que sí, cuenta conmigo.—También quiero comprar ganado.Eso se me ocurrió ahora, yo necesitaba agarrarme de algo y la familia siempre será el primer brazo amigo.—Mija sabes que, de cumpleaños, a mis bisnietos les regalamos Rochi y yo un lote de novillas. ¿Quieres más?—¡Verdad, lo había olvidado!—Betty, ¿qué pasa mija? Puedo ser un cascarrabias, pero este viejo sab
Llegué a Nueva York, fui recibido un cabello de zorrillo, Megan tenía el cabello negro a los lados y una franja de cabello blanco en el centro.—Me regreso contigo a Montería, me sugeriste que debía de tener mi cabello convencional, esto es lo más normal que puedo llevar.Solté una gran carcajada, la abracé y negando nos encaminamos al parqueadero cuando choqué con una mujer, al verla nos reconocimos.—¿Danna? —Sus ojos se iluminaron.—¡Dylan!, ¡qué alegría verte! —Yo no diría lo mismo. —comentó Megan.—Lo siento. —bajó la mirada, pero siguió hablando—. Te sigo en todas tus redes, soy fan tuyo. He estado tentada de escribirte por tu red social muchas veces para poder hablar, pero me contengo.—¿De qué quieres hablar, Danna?—Para empezar, pedirte perdón, quería pedirte el contacto de Catalina y poder pedirle perdón también a ella.—¿Por qué será que no te creo tanto?Me reí del comentario de Megan, al mirarla ella continuó hablando, si Cata era directa, mi representante llegaba con m
—No entiendo. —comentó Danna.—Te contaré, mi Bodoque a los doce años se le descubrió una enfermedad nueva, fue bautizada como la Enfermedad Páez y Rafael Robinson es el médico líder de la investigación, desde entonces vivimos en una prueba y error. Lo único seguro hasta el momento es que dicha enfermedad se basa en la acumulación absurda de sangre en el estómago porque crea una bolsa adicional.» Y lo único que la hace expulsar dicho contenido son las emociones. Desde que me enteré, me he encargado bajo el conocimiento de la familia de ella y Rafael, hacerla botar esa sangre, por eso te use en nuestro tiempo de colegio.» Me excuso por ello. Me acerqué a ti, con la intención de darle celos. En resumen, te agradezco lo que sin querer tú potencializaste el día de la excursión, tú me grabaste y al publicar el video, desmoralizó a Catalina y pudo expulsar toda su sangre.» Por eso pudieran operarla, aunque eso causó nuestra separación, más no el que dejara de ser mi novia, para mí, Catal