Fiorella—Acepto salir contigo, siempre y cuando no vuelvas a repetir eso de que me amas, no puedo con todo Dante.—Está bien, ve a dejar tus cosas, aquí te espero —me dijo todo feliz, lo mire por una milésima de segundo e ingrese en mi casa, fui directo a mi habitación y al cerrar la puerta me tape la cara, no podía creer que me sentía así de boba por la salida.—¿Estás por salir? —me intercepta mi hermana al llegar a la sala.—¡Mel! Disculpa, no te vi —le digo con sinceridad.—¿Es él cierto? —ella se encontraba cerca de la ventana, por eso no la había visto al entrar.—¿Quién?—Vamos Fiorella, que somos grandes, no es necesario mentirme a mí, ¿Es el papá del bebé?—Si es él, me prometí que lo alejaría de mi vida, pero no puedo.—Y como rechazarlo, lleva aproximadamente media hora esperando por ti.—¿En serio?—Porque mentiría, ese hombre sí que sabe cómo conquistar a una mujer.—Por favor, Mel, ya basta que sus atenciones no borraran el pasado.—Pero puedes olvidarlo y vivir el
FiorellaTodo lo sucedido no salía de mi mente, quería creer que todo iba a cambiar, que sus palabras eran sinceras, pero no era fácil, me levante de mi cama y fui hasta la ventana, mire la ciudad afuera, no paraba, las personas iban apuradas en diferentes direcciones, algunos iban y otros venían. En estos momentos deseaba no tener estas preocupaciones, quería estar bien, no sentir el miedo que me recorre por dentro.La familia de Dante tenía el poder para hacerme nuevamente daño, si ellos querían dejarme una vez más en la calle lo iban a hacer, aunque él me jure que nadie iba a hacerme daño, no lo podía garantizar.No quise seguir haciéndome la cabeza con ideas absurdas y fui a desayunar, tenía que ir al trabajo, había quedado mucho trabajo pendiente, estamos cerrando la edición de este mes y eso me traía muy ocupada y a las corridas.Antes de pasar por la revista fui a una tienda de ropa de bebés, en donde me entretuve comprando unas cositas para mi bebé.—Buenos días, le ayudo en a
Dante—Ya Despreocúpate, no creo que Mariza le haya hecho algo, además esto tenía que pasar tarde o temprano Dante.—Eso lo sé, pero Fiorella no me llamo, y eso me preocupa.—Pero como va a llamarte, si no tiene tu número.—Debería ir a verla en la revista, no puedo seguir esperando aquí.—Lamento decirte que eso no podrá suceder, hoy tenemos que enviar a la cámara tu renuncia, aprovecharemos que Nicolás está fuera, para su regreso, la bomba estallará en su cara.—Viste a Martin, no lo vi al llegar.—Está en la fundación, esta mañana pase por ahí para ver los movimientos de este mes, tal y como me lo pediste.—¿Encontraste algo mal?—Nada, todo está marchando sobre rieles, pero por si algo se nos escapa ya tenemos un informante dentro de la fundación, nos avisará si Nicolás o Martin nos ocultan algo, no te preocupes, este negocio lo conocemos como la palma de la mano, si ellos hacen algo sin avisarnos, seremos los primeros en saber.—Está bien, vamos a adelantar lo de la renuncia, es
FiorellaNo me quedo más opción que decirle a mi madre quien es el padre de mi bebé, negárselo es una pérdida de tiempo, al final de cuentas no puedo cambiar lo que me hicieron, lo que paso, ya sucedió.Despeje mi mente de lo sucedido, nada podía hacerme sentir más mal de lo que ya estaba, entonces decidí que no debían influir las actitudes de los demás, si Lautaro quería hacer la guerra conmigo, que lo haga, pero no seguiré su juego si cree que con algo tan preciado como lo es su hijo puede hacerme daño, Pedrito tiene la madurez suficiente para afrontar esto.Me enamoré al ver esta ropita que había comprado para mi bebé, tenerla entre mis manos hacía crecer en mis las ganas de que pronto llegué la hora de su nacimiento, pero debía esperar, ya que aún faltaba seis meses para su nacimiento.Al terminar de guardar todo, baje a la cocina en donde mamá se encontraba preparando todo para el almuerzo.—Espero traigas pronto a ese hombre a casa—me dice y no le respondí.—Mamá creo que es mej
Fiorella—¿Pero de quién hablas? —me detengo antes de subir al ascensor, ya que no entendía lo que Laura me decía.—Mejor vamos.—No entiendo nada Laura, por favor explícame.—Te lo diré, pero en mi casa, por favor ¡Vamos! —señala hacia adentro de la caja metálica y la observo un segundo y luego ingreso junto con ella, quien me tenía en ascuas al no decirme que estaba sucediendo.—Está bien, solo voy porque necesito saber que rayos está pasando, solo espero nos sea nada estúpido.—Por dios Fiorella, que manera es esa de tratarme ¿Estás bien?—No estoy bien, pelee con mi madre, me tiene cansada con sus preguntas y como se mete en mi vida.—Yo te dije que no era buena idea volver al nido, es difícil volver a convivir con otras personas, te ofrecí mi casa.—Eso lo sé Laura, pero ya no hay vuelta atrás, ya sucedió, no voy a pelear más con mi madre, decidí buscar una nueva casa en donde estar, no quiero más problemas de los que tengo.—Excelente noticia amiga, aunque esto que tienes que sa
Dante—No te obligaré a nada —le dije cerca de sus labios y me fui, no quería hacerlo, pero no iba a complicar ahora todo.Al día siguiente llame a Charly para que me ayude con la reserva en un restaurante, lugar en donde llevaré a Fiorella para cerrar el contrato que elabore para ella, no me gustaba esta manera de ayudarle, ya que mi dinero es suyo, pero tenía que hacer lo mejor posible para que se sintiera cómoda con todo esto.—Buen día, señor Ponzio —me saluda mi secretaria al verme pasar.—Buen día, Aurora ¿Mi sobrino llego?—No señor, es el segundo día que no se presenta.—Organiza la reunión para hoy, seré yo quien presida la junta, no podemos seguir esperando que el presidente se digne a aparecer —le dije y ella cao mis órdenes, no entendía como Nicolás dejaba a Martin a cargo del bufete, por primera vez en años la reunión diaria se había suspendido y eso no podía suceder, teníamos varios casos en curso.—Buen día, aquí tengo el contrato, te lo traje, así lo revises —me dice C
Nicolás—¿Puedo saber en donde carajos estabas? —le grito furioso a mi hijo, a quien encuentro en su casa tirado sobre su cama en un estado deplorable de ebriedad.—Puedes bajar la voz —me dice mientras apenas abre sus ojos para verme.—Te dejé a cargo del bufete y de los negocios, al parecer crees que ser jefe es estar de fiesta bebiendo hasta que salga el sol —le lanzo su ropa a su cara, ya que apenas estaba vestido.—¡Tengo una vida también! No estaba en mi mejor momento cuando me pediste esto.—Eso me importa una mierda, se suponía que ibas a controlar a Dante ¿Y qué hiciste?—No crees que es bastante grande como para que tenga que estar detrás de él, además deja que se coja a la periodista, ya la embarazo, no podemos hacer más nada.—¿Cómo? Repite lo que dijiste.—¿Qué no sabías? —me pregunta y se ríe en mi cara.—Carajo Martin, esto nos va a hundir más.—Nunca entendí porque un hijo de Dante arruinara tu vida, déjalo hacer lo que quiera.—Es cierto, no entiendes, entonces no pre
FiorellaLa intensidad de sus besos me hacen perder la cordura, no podía vivir sin él, eso lo supe siempre, me había enamorado de Dante como nunca antes lo hice de otro hombre, en el pasado temía perder, pero hoy estaba segura de que nunca pasaría eso, él me amaba de la misma manera, nunca pensé que mi alma gemela llegaría a mi vida en medio del caos en el que me encontraba, verlo, sentirlo me hacían sentir mariposas en la panza, sé que eso es inexplicable, pero quienes se enamoran saben que esa sensación es única y solo se calma cuando estamos con la persona indicada, liberando todo el amor que tenemos dentro guardado.—No quiero perderte Fiorella —me dice con sinceridad y sabía que no mentía, pero algo dentro de él lo hacía tener la necesidad de hacérmelo saber.—No necesitas justificación, sé que somos rehenes de la maldad de tu hermano ¿No sé porque lo hizo? Tampoco quiero saberlo, debemos dar vuelta la página y seguir.—No creí que algún día me perdonarías, ahora mismo te prometo