Ella recordaba esa primera noche cuando habían cenado juntos. Todo encanto y seducción. La había dejado completamente perdida de anhelo por verlo de nuevo y eso la había asustado por que por primera vez vio el peligro, lo que ocurriría si se enamoraba de un hombre así. Famoso por sus conquistas, las más bellas mujeres habían pasado por su cama sin lograr atrapar al soltero de oro.Empresas Vecchio abarcaba diversos negocios: hoteles, bienes raíces, construcción y software con considerable éxito. Era además un basto conocedor y poseedor de arte tanto florentino como de diversas culturas, siglos y periodos.Lo único que pensó es que ella no debía dejarse seducir por un hombre con semejante carisma y poder, se enamoraría sin remedio y seguramente luego la dejaría por otra. Era demasiado independiente como para depender del amor o el deseo que le hicieran sentir y aunque nadie había logrado despertar en ella esas necesidades, sabía que Máximo Vecchio las despertaría todas. No tenía que se
Máximo deslizó las manos por su espalda hasta su trasero, el cual acarició y levantó hacia él, pegándola aún más a su cuerpo lo que a ella le permitió sentir la fuerza de su excitación.Tembló ligeramente al comprobar lo excitado que él estaba. Antes que se diera cuenta, él ya le había quitado el vestido y la había dejado en ropa interior. Un calor apremiante sintió por todo el cuerpo, sobre todo entre las piernas, una necesidad, un ansia que sólo el podría llenar.La llevó a la enorme cama de su dormitorio, la depositó con sumo cuidado. Se empezó a quitar la camisa, mientras ella estaba absorta en cada uno de sus movimientos. Tenía un torso hermoso, los músculos marcados que invitaban a ser acariciados.Automáticamente ella estiró la mano para atraerlo hacia ella, lo tomó por el cuello y enredó sus dedos en su maravilloso pelo del color del ébano para besarlo. Él siguió el recorrido hacia abajo besándola en el cuello y por fin liberando sus doloridos pechos. El deseo de él era más qu
A unos kilómetros de allí y con una copa de excelente vino blanco procedente de uno de los viñedos de la familia. Máximo intentaba con poco éxito escuchar a su abuelo. Este se encontraba realmente entusiasmado con la perspectiva de ver nuevamente a Allyson, el ver la alegría del anciano había hecho que Máximo luchara contra los sentimientos encontrados que tenía. Ira porque esa embustera tenía un lugar en el corazón del anciano, pero el ver que su abuelo se ponía alegre le hacía sentirse un tanto aliviado. Enfermo como estaba, con la salud precaria no siempre tenía motivos para reír, cosa que con Allyson hacía frecuentemente cada que se veían, la chispa en los ojos del anciano era evidente y entonces Máximo se dio cuenta que hacía mucho que no la veía. Igualmente, él se sentía diferente, como si hubiera vuelto a la vida. Incomodo por ese pensamiento, se acabó el vino de un trago y su abuelo con esos ojos astutos lo observó. Error, su abuelo no era fácil de engañar y se preparó para s
Fabricio Vecchio era un encanto, pero no cuando se trataba de doctores, hospitales y medicamentos. Grace era la única que no había salido corriendo, llevaba más de 12 años en la casa y Máximo le tenía especial cariño al igual que ella a él, aunque era otra fan de Allyson, las dos habían congeniado y se habían hecho amigas.Hola, cariño – le había saludado afablemente Grace.Hola Grace ¿mi abuelo te ha hecho enojar mucho esta semana?No tienes idea – dijo Grace y puso los ojos en blanco.Eres única ¿lo sabes verdad? Por que mira, que soportar a Fabricio.Sí, lo sé. – dijo Grace y rió con ganas.Eh, que estoy aquí ¿Por qué hablan como si no me encontrara en la habitación? – dijo su abuelo intentando aparentar enojo sin mucho éxito.Abuelo, Grace, debo irme.Saludos a Allyson y tráela a casa. – dijo su abuelo.Veré que puedo hacer.Nada, simplemente tráela y es una orden.Ve con cuidado Max y salúdame a Allyson – Grace intervino.De tu parte Grace, nos vemos pronto abuelo.Más te vale qu
El la apretó contra si para que sintiera la fuerza de su erección y Allyson quiso que la tomara allí mismo sobre el arco de piedra. Devolviéndole el beso con fiereza lo mismo que él, le paso los brazos por el cuello y metió sus dedos en sus cabellos negros. De pronto las luces del jardín y de la casa se encendieron, dejándolos sin el amparo de la noche.Se separaron bruscamente sin dejar de mirarse a los ojos. Ella apoyándose contra el arco temiendo que si no lo hacía caería al suelo. Ambos con la respiración entrecortada. El brillo de triunfo en los ojos de él fue la gota que colmó el vaso.¡Esto no prueba nada! – gritó absurdamente Allyson.Al contrario querida, lo prueba todo.Tan solo un hombre y una mujer dejándose llevar.Argumento que te hunde todavía más.¿A qué te refieres? – dijo confundida todavía por lo vivido.No haces si no reforzar el hecho de que fuiste infiel.Piensa lo que quieras, aunque no lo recuerde yo no sería capaz de semejante cosa. – dijo agitadamente.Eres c
El castigo se convirtió en caricia, en un asalto descarado a sus sentidos. Su lengua jugueteaba con la suya sensualmente. Ella entendió el significado al completo de la expresión “derretirse en los brazos de un hombre”. Le soltó las manos lentamente, como aún dudando de su reacción, pero ella estaba más que perdida en las sensaciones, los brazos de Allyson trazaron un camino por los hombros de Máximo hasta que rodeó su cuello y se pegó a él íntimamente, provocando que él respirara entrecortadamente al igual que ella. Notó al instante la fuerza de su erección y deseó fundirse de inmediato con él. Pequeños gemidos de placer escaparon de la garganta de Allyson cuando la mano de Máximo encontró uno de sus pechos y lo atrapó con una mano, dándole una deliciosa tortura. Su boca dejó la suya y avanzó por su mandíbula y cuello mientras su otra mano se introdujo en su vestido, llegando a su trasero para después seguir una ruta muy distinta hacia el centro de su feminidad. Allyson ya no pens
¿Ha sido agradable tu paseo en medio de la noche? – le dijo con el enojo impreso en la voz.No estaba paseando. – respondió ella, esforzándose como nunca para parecer tranquila.¡Vaya! ¿has decidido ser sincera y admitir que estabas buscando la manera de irte?No estaba buscando la manera de irme, a menos que el cobertizo sea en realidad una nave que pueda usar para escapar. – replicó burlonamente.¿Qué hacías allí? – preguntó ignorando la burla.Pregúntaselo a uno de tus gorilas. Ahora si me disculpas tengo mucha hambre, veré si Lola ya ha servido la mesa. Y por cierto no es tan tarde como para dar un paseo. Ah, se me olvidaba ¿quién es el jardinero? Quiero hablar con él.¿Acaso me dirás que te has resignado a estar aquí? – preguntó Máximo con los ojos entrecerrados.Claro que no, pero no tengo muchas opciones ¿verdad? He recordado el huerto como ya te habrás imaginado y prefiero pasar el tiempo allí que contigo.En eso no has cambiado por lo visto.¿A qué te refieres? – dijo confusa
De camino a su nueva habitación, Allyson barajeó sus posibilidades tomando en cuenta que ahora podía acudir a Gabriela si lograba salir, pero ¿estarían Vladimir y los demás custodiando la casa? ¿Podría salir en busca de la bicicleta y marcharse? ¿Pero por donde? La entrada principal no sería fácil de traspasar, entonces recordó que Máximo le había dicho que él se encargaría personalmente de ella por las noches, si eso era cierto en esos momentos solo estaban ellos y claro, el excelente dispositivo de seguridad que seguramente tendría la villa. Todas las puertas estaban cerradas ¿también las ventanas? Presurosa se dirigió a la habitación que ya sabía era la principal sin necesidad de preguntar.Y sin tiempo a detenerse más que por una fracción de segundo al ver la enorme y cómoda cama que se imponía en un sitio estratégico de la también enorme habitación.Buscó las ventanas que iban del piso al techo, al abrir una de ellas comprobó la altura y se dio cuenta que podría deslizarse fácilm