Posó sus manos en sus hombros y luego con ellas suavemente dibujó el contorno de sus senos, haciendo que estos se pusieran más tensos aún. Le deslizó el camisón por los hombros dejándola totalmente expuesta, casi desnuda a excepción de la tanga que llevaba del mismo color del camisón que ahora estaba a sus pies. Ella avanzó hacia Máximo y él la estrechó en sus brazos devorándola con su boca, Allyson respondió con la misma hambre de pasión, esta vez sin contención por parte de ninguno de los dos. Su cuerpo lo recordaba, su cuerpo lo anhelaba y no dejaría que nada se interpusiera.La llevó a la cama sin dejar de besarla ni un instante.Su boca empezó a alejarse de la ella y Allyson muy a su pesar, emitió un leve sonido de protesta, al verle el rostro a Máximo vio la diversión mezclada con el deseo.No seas impaciente. – Le dijo.No lo soy. – mintió y empezó a buscar de nuevo el contacto con esos labios que la volvían loca.Pero él no se lo permitió y su boca recorrió nuevos senderos, ll
- Buenos días. – Le dijo suavemente, con una sonrisa burlona. - ¿Has dormido bien?Ella levantó el rostro inmediatamente para mirarlo, reuniendo el coraje suficiente para que no viera lo que provocaba en ella.- Bien, gracias. – Mirándolo con furia, añadió – Una que otra molestia, pero nada que no pueda evitar la próxima vez.- Así que has decidido denominar como molestia lo que pasó anoche entre nosotros. – dijo soltando una carcajada.- Fue solo sexo y nada más que eso. Algo que pienso evitar de ahora en adelante.- ¿Solo conmigo? ¿O el resto de los hombres también se van a perder de tus encantos?Ella se puso pálida de furia y la mirada de él fue totalmente cruel acorde con sus palabras. Alzó una mano para abofetearlo, pero él se lo impidió, aún así con la mano libre tomó la copa de agua que tenía cerca y se la arrojó a la cara mojándole el rostro y parte de su impecable camisa. La cara de Máximo reflejó el enojo que sentía y ella se sintió dichosa por haber logrado enfadarlo. Se l
Él no retrocedió en su postura y ella tampoco lo hizo, las discusiones aumentaron y siempre empezaban igual y acababan en lo mismo, con los dos en la cama. Había incrementado la seguridad a su alrededor. Hubiera despedido a todos si ella no hubiera insistido en que no lo hiciera. Sus guardaespaldas sabían que con ella ya era el juego del gato y el ratón. No lograban averiguar como lo hacía. Sin que la vieran había escuchado que decían que era una bruja por desaparecer como por arte de magia. No pudo evitar romper a reír a carcajadas. Provocando las miradas avergonzadas y las disculpas por parte de los implicados. No se preocupen, les había dicho ella. Era chistoso, pero los apreciaba y sabía que era reciproco, aunque ella era un auténtico dolor de cabeza para ellos. A veces se sentía mal por que se tenían que enfrentar a la furia monumental de Máximo. Pero no se podía permitir ser débil, si no, Máximo no respetaría sus derechos.Las cosas con su esposo no iban precisamente bien, veía
Muy sonrientes salieron los que se encargaban de la casa Cyril y su esposa Althea a recibirlos. Ella los reconoció enseguida y les sonrió encantada.Bienvenidos.– dijo Cyril al verlos.Es un placer verlos de nuevo. – dijo una sonriente Althea.Muchas gracias. – respondió ella automáticamente en griego. Máximo la miró con los ojos entrecerrados y ella quiso darse de topes contra una pared, había hablado en griego sin pensar dando a entender que ya recordaba.Cyril, Althea ¿Cómo han estado? ¿Cómo está todo? – preguntó Máximo sujetándola por el codo y guiándola adentro de la casa.Como siempre que entraba, se quedó maravillada por el esplendor de la villa que radicaba en su sencilla elegancia. La primer planta de las dos que tenía, daba vistas espectaculares al igual que la planta alta por los múltiples ventanales, algunas de ellas daban a la terraza larga y aireada. Disponían de una piscina que daba a la parte de atrás de la casa. Y claro, la planta alta daba vistas no solo al mar si no
La cena no fue precisamente la más animada de su vida. Lo único que deseaba era marcharse a su habitación y alejarse de él. Tenerlo tan cerca y saberlo tan lejos era un suplicio para ella. Respondía con monosílabos a los intentos de conversación que él generaba y Máximo terminó impacientándose.Se levantó de la mesa le tomó el rostro con las dos manos y la besó sin darle tiempo a evitarlo. Prolongó el beso hasta que casi se quedaron sin respiración, pero aún así ella deseó más. Se separó bruscamente y la dejó allí sentada con los labios palpitantes y el deseo recorriendo sus venas.Momentos más tardes oyó el helicóptero alejarse y la casa se le antojó enorme y vacía. Estando en la cama lista para dormirse se sintió fatal, por que su cuerpo lo añoraba, por que toda ella quería que él estuviera a su lado en esa cama enorme y odiándolo por provocarle todo ello y odiándose ella misma por permitirle estar tan dentro de su ser y por tener esa maldita amnesia que no le permitía descubrir lo
Allyson gritó y se pegó a una roca que sobresalía en el agua viendo por donde salir lo más rápido posible. Justo en ese momento emergía Máximo del agua y ella en lo único en que pensó fue en la belleza que sólo un Dios Griego podía tener y que le había sido dada a ese mortal que tenía por marido.Imponente, bello, increíblemente guapo era lo único en que pensaba. El agua resbalaba por su piel de oro y ella quiso deslizar la lengua por esas gotas que cubrían su pecho. Exudaba sexo y su mirada oscurecida ya estaba cubierta y cargada de deseo. Allyson tenía el aparente refugio del agua para ocultar su desnudez, pero el agua era tan cristalina que se veía todo y así es como pudo ver la evidente prueba de deseo de Máximo por ella. Él se acercó a ella sin decir una sola palabra, ella debería haber tenido miedo o haberle dicho algo, pero estaba terriblemente excitada, las ansias de ese hombre, por tenerlo dentro de ella la consumían. El hecho de estar en aguas frías no menguaba para nada la
Lo siento. – Y la abrazó de nuevo.Ya pasó. – Se obligó a sonreír, pero solo logró una sonrisa temblorosa. – Creo que exageré.No pasa nada. El médico no ha de tardar en llegar.No quiero ver a ningún médico.Por supuesto que lo verás.Necesito descansar y solamente eso.Lo harás, pero primero verás el médico ¿entendido?Está bien.– se sentía tan débil que no protesto más.El sonido de la puerta los interrumpió.Es él, un médico retirado que vive en el pueblo.Minutos después el médico se despedía dejando a Allyson durmiendo, debían llevar las cosas con calma había dicho. Evitarle tensiones y estrés, de por sí su situación era complicada no había por que añadirle más le había dicho el médico con cara de culparlo a él por lo ocurrido. Lo cierto es que esos días había tratado por todos los medios de hacerla sentir bien y en el proceso él se había sentido de maravilla, olvidándose por completo de su venganza. Quedaba algo lejano el recuerdo de su traición, al menos todos esos días tenien
Los ojos de Máximo despreciativos y crueles culpándola de adulterio y rechazando el bebé estaban marcados ya en su mente. Ahora lo que quería saber era si realmente había sido culpable, que es lo que había hecho para merecer el castigo de su rechazo, él la había seguido reteniendo a pesar de lo que pensaba de ella, si era así había tenido una oportunidad de recuperarlo, entonces ¿Por qué había tenido que huir? ¿No había soportado que él no solo no la amara, sino que también la despreciara? ¿Era por el bebé? Pero no había bebé pensó sintiéndose repentinamente vacía. Por lógica sabía que lo había perdido ¿era eso lo que había hecho dejarlo? Se apretó las sienes tratando de obligar a su cerebro a darle más información, a que se la diera toda. Se abrió la puerta y alzó el rostro. Lo vio entrar y quedarse frente a la cama viéndola y con aspecto de estar batallando con sus propios demonios. Ella alzó sus brazos hacia él, quería sentirlo, quería que la abrazara y sobre todas las cosas quería