Empecé a reirme con mis amigos y los primos de Beca sobre temas de su Universidad, por lo que los minutos que estuvimos en el brunch fueron amenos y llenos de risas.
-¿Ya están listas para irse a la Universidad? - Matt el mayor de los primos de Beca nos preguntó mientras se bebía su margarita.
- La verdad sí, ya quiero entrar, pero aún no se a cuál voy a aplicar - Beca hizo una mueca y Anthony se rió.
- Muy mal primita, te quedarás en casa mientras que tus amigos se van a la Uni - La susodicha le pegó en el torso - ¡Hey! calmada niña.
- Tu empezaste tarado - Mi mejor amiga me volteo a ver y sonrió - Melissa está pensando aplicar para la Universidad de Notre Dame, así que yo también me iré a esa.
- Uy, que mala suerte tienes Meli, soportar a Rebeca otros cuatro o cinco años - Matt me abrazó por los hombros confrontándome - Te deseo suerte.
- Está bien - Me reí - Todo será más tranquilo si ella está conmigo. Ya no voy a sentir tan pesado el cambio - Me encogí de hombros y Rebeca me lanzó un beso en el aire.
Matt se separó del abrazo que tenía en mí, para hablar de deportes con sus otros primos, por lo que yo me quedé con los brazos cruzados escuchándolos atentamente a temas que no le entendía en su totalidad.
- ¡Dominic, hijo! - El grito de uno de los tíos de mi mejor amiga resonó en mi cabeza.
Voltee a ver a la persona que había llegado con el nombre de Dominic y abrí los ojos de par en par sin creer quién estaba enfrente mío.
El susodicho por el nombre de Dominic caminó hacia donde yo me encontraba parada con una sonrisa coqueta de lado.
- Que hermosa te ves hoy pequeña princesa.
Mis ojos conectaron con los suyos y de un momento a otro tenía mis labios secos; me quedé paralizada viendo su mirada juguetona retándome a decir algo, cosa que no podía hacer en estos momentos.
- ¡Primo!
Di un paso atrás intentando encontrar balance en mi cuerpo en el momento que Matt se acercó a saludar a Dominic. Los dos se dieron un gran y efusivo abrazo; pese a que Matt empezaba a hablar con él, el susodicho seguía viéndome, algo que me incómodo.
- Me cae tan mal esa parte de la familia - Dejé
de mirarlo y voltee a ver a Anthony, el cual estaba a unos cuantos centímetros lejos de mí.
- ¿Por qué dices eso? - Anthony tomó de la bebida que tenía en la manos y se encogió de hombros.
- Su forma de ser es creída y con aires de superioridad, por lo que simplemente no nos llevamos.
- Teniendo en cuenta que yo conozco a cada uno de sus primos ¿por qué no lo conocía a él? - Empezamos a caminar hacia la mesa de los aperitivos.
- Nunca viene, la última vez que nos visitaron fue tiempo antes de que tú y yo nos conociéramos - Agarró un pequeño pastel y me pasó otro a mí - Creo que tuvieron que irse por asuntos familiares, mi tío tuvo que dejar su puesto de trabajo con uno de sus hermanos.
- ¿Entonces por qué dices que es creído si apenas lo conoces?
- No tengo que conocer a fondo a alguien como para saber qué es desagradable Meli, además, nosotros si hemos ido a verlos varias veces y ahí fue cuando me di cuenta de ello.
Asentí y volví a regresar mi mirada a donde se encontraba Dominic, el cual ahora estaba hablando con otras de sus primas y primos alegremente.
- No me digas que te gustó - Fruncí el ceño y empuje su brazo con mi codo - Por que si es así, tus gustos bajaron demasiado después de mí.
- Menso - Negué - Por milésima vez, tú nunca me gustaste Anthony y referente a lo otro, no me gustó, es solo que yo ya había conocido a tu primo en la fiesta a la que fuimos.
- Eso es casi imposible, yo nunca lo vi llegar o irse de la fiesta, ¿no te confundiste con alguien más? - Negué.
- No, estoy confundida, hasta platicamos durante diez minutos creo yo.
Anthony iba a decir algo un tanto confundido, pero su prima lo detuvo agarrándome del brazo y disculpándose que me llevaba con ella.
- Te voy a presentar a mi primo Dominic, es un poco diferente en su forma de ser a comparación de mis otros primos que ya conoces - Yo asentí y le sonreí - Y nos pueda ayudar en un año que lleguemos a la Universidad.
- ¿Por qué nos ayudaría?
Dominic estará en la Universidad de Notre Dame, empieza este año.
Antes de decirle algo, ya nos encontrábamos frente de él, solo que ahora no estaba ninguno de sus familiares rodeándolo.
- Primo, te presento a Melissa, mi mejor amiga - Beca sonrió feliz y Dominic le regresó la sonrisa.
- Mucho gusto Melissa - Abrí mi boca para decirle algo, pero me agarró la mano y la acercó a sus labios para darle un tierno beso en el dorso - Rebeca me contó que estás pensando ir a la misma Universidad que yo.
Al ya tener mi mano de regreso junto de mi cadera suspiré y asentí.
- Sí, me llama mucho la atención su programa en temas de negocios - Dominic me sonrió aún más.
- ¿Entonces te gustan los negocios?
- Sí, quisiera trabajar para una empresa nacional o internacional, por lo que esta Universidad es una de las que más me llama la pena.
- Perdón si los interrumpo, pero me aburrí, así que los dejo platicando y yo iré a ayudar a mi mamá a sacar la comida, nos vemos en un ratito - Me dio un fugaz beso en la mejilla, para luego desaparecer dentro de la casa.
Dominic se rió, a lo que yo quedé momentáneamente embobada por su sonrisa y la forma en la que sus músculos se relajaron.
- ¿No gustas dar la vuelta en el jardín mientras está todo listo para comer? - Yo le sonreí y emití un "si".
Como mencionaba, Rebeca tiene una casa enorme, en la cual consta de tres jardines, el que se encuentra frente a su casa, el que está en la parte de atrás y otro que uno baja por unas
escaleras para llegar a una fuente rodeada de varios tipos de plantas y flores.
Mientras bajábamos, ninguno de los dos hablamos, pero el silencio se sentía cómodo de alguna forma extraña.
- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - Voltee a verlo por un segundo, para después volver a dirigir mi mirada en el camino.
- Me gusta pintar en óleo, ver películas, leer y salir a pasear con tu prima - Junté mis manos y empecé a tronar mis dedos de una forma nerviosa - ¿Y a ti?
- A mi me gusta leer, ayudarle a mi papá con la empresa e igual ver películas. A lo que va mi siguiente pregunta ¿Qué tipo de películas te gusta ver?
- Me gusta ver de todo tipo de ellas, pero si me dieran a escoger de algún género, sería de
suspenso. El resolver casos y con temas de espionaje me gusta mucho. ¿Y a ti cuál es el género que más te gusta?
- Yo creo que acción, tirándole al suspenso, me gustan mucho las películas que dices, pero también, todas las que tengan que ver con temas de persecuciones y así.
Al llegar a la parte de la fuente, me di cuenta que no se encontraba encendida, por lo que me senté en el borde de ella, mientras seguía jugando con mi manos. Dominic al ver lo que hice, se sentó junto de mí y agarró una de mis manos, para después empezar a darle un poco de masaje.
- No te lastimes - Yo lo miré seria intentando descifrar que era lo que quería.
- Anthony me dijo que no te vio en la fiesta, ¿por qué fuiste si no conocías a nadie aparte de tus
primos? o mejor aún ¿cómo sabías que estábamos ahí?
Dejó de masajear mi mano y me miró, sin soltar mi mano de entre las suyas.
- Así como dijiste, tengo dos primos, por lo que si uno no me dijo algo, el otro lo pudo hacer - Soltó mi mano, para ponerlas atrás de él recargarse en ellas - Rebeca me había contado de sus fiestas de inicio de clases y daba la casualidad que yo ya me encontraba aquí, por lo que quise ir un rato - Se encogió de hombros y yo fruncí el ceño.
- Beca me hubiera dicho algo.
- No, Rebeca no tenía por qué decirte algo de alguien que tú ni sabías que existía - Noté como lo último lo dijo entre dientes - Por lo que si piensas que lo hice por algún motivo raro, créeme que entonces debes quitarte esas ideas de tu cabeza.
de tu cabeza.
Digamos que te creo - Hice lo mismo que él anteriormente al poner mis manos atrás de mí recargándome - ¿A todas las fiestas en las que vas le hablas a alguna extraña? - Dominic se rió, mientras que yo me mantuve seria.
- Si te preocupa eso, te diré que no. Eres la primera chica con la que hago eso.
- ¿Cuántas veces ya utilizaste esa frase Dominic?
- Unas diez - Yo lo miré indignada y él se rió - Te podría decir que a ninguna, lo cual es cierto, pero no me vas a creer, por lo que mejor te digo lo que quieres oír, aparte, ¿por qué hablamos de eso cuándo puedes preguntarme cosas sobre mi vida o hablar sobre lo bonita que te ves el día de hoy?
Abrí mi boca para decir algo, cosa que no salió
nada bien, por lo que empecé a sentir mis mejillas calientes del sonrojo que tenía en esos momentos.
- Gracias supongo - Fue lo único que pudo salir de mi boca en esos momentos, a lo que Dominic me sonrió.
- Yo solo te digo la verdad pequeña Melissa.
- Ya está lista la comida hijo - Volteo a ver a la
hermosa mujer que se encontraba frente mío
mirándonos dulcemente - Creo que nadie nos ha
presentado - Se acercó a mí, por lo que yo me
paré - Mucho gusto, soy la mamá de Dominic.
- El gusto es mío - Le sonreí - Soy Melissa, amiga de Rebeca.
- Pero que hermoso nombre ¿no lo crees Dominic? - Voltee a mi izquierda al ver a Dominic ya parado y cerca de mí.
- Si lo es madre - Volteo a ver a las escaleras, para después vernos a nosotras - Creo que es momento de subir - Su madre asintió al igual que yo - Pues adelante mujeres preciosa, primero ustedes.
Su madre fue la primera en subir seguida de mí. Voltee a verlo y le sonreí con los labios cerrados.
- Gracias - Musité.
- De nada pequeña princesa.
Tomé asiento entre mi madre y Rebeca, las cuales se encontraban dado la espalda de la casa. Frente mío se sentó Anthony y en la cabecera derecha de la mesa se encontraba la familia de Dominic sentados.- Se me hace una falta de respeto que no trajeran a la pequeña Sophia con ustedes - La mamá de Beca empezó a hablar dirigiéndose a los padres de Dominic.- Tenía que quedarse a tomar sus clases de francés, pero la traeremos pronto - Su mamá sonrió - Créanme que nos lloro para poder acompañar a su hermano.- Pobrecita - Una de sus primas habló haciendo un puchero - Nos toca visitarlos a ustedes tía.Claro que si, ustedes saben que nuestro hogar, también es el suyo - Ahora su padre fue el que habló - Podemos arreglar una reunión para dentro de dos meses y todos están invitados - Mi padre y el suyo se miraron y asintieron.Genial, otro viajecito a la reserva - Fruncí el ceño al escuchar a Anthony.En el país existen 52 reservas por cada estado.Cada una de ellas se encuentran a unos kilóme
La emoción embargó a Dominic en el momento en que sus ojos se encontraron con los de Melisa. Un torbellino de sentimientos contradictorios lo invadió: la alegría de volver a verla, la nostalgia de los recuerdos compartidos en la infancia, la esperanza de un futuro juntos y la incertidumbre de los desafíos que les esperaban en el camino. El latido acelerado de su corazón resonaba en sus oídos, recordándole la intensidad de sus emociones. En ese instante, el tiempo pareció detenerse mientras se sumergía en el abismo de sus pensamientos más profundos. La presencia de Melisa a su lado despertaba en él una calidez reconfortante, una sensación de plenitud que había anhelado durante tanto tiempo. Decidido a protegerla, a amarla y a luchar por su felicidad en el complejo mundo de los lobos , Dominic se sentía fortalecido por la determinación que ardía en su interior. Había encontrado en Melisa no solo a su compañera destinada, sino también a la razón de su existencia, a la llama que iluminaba
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, el eco de la música del baile con Dominic aún resonaba en mi mente, llenando mi corazón de emociones encontradas. El bullicio de los estudiantes, las risas y las conversaciones, todo parecía distante mientras mis pensamientos seguían anclados en el recuerdo de su mirada intensa y su presencia reconfortante. En clase, las palabras del profesor se desvanecían en el aire mientras me sumergía en un mar de reflexiones sobre mi conexión con Dominic. Cada mirada furtiva hacia la ventana se convertía en un suspiro contenido, en un anhelo silencioso de volver a estar cerca de él, de sentir su calor y su presencia a mi lado. En el descanso entre clases, saqué mi diario y comencé a escribir, dejando que las palabras fluyeran libremente, plasmando en papel mis pensamientos más profundos y mis emociones más íntimas sobre Dominic y nuestro vínculo especial. Cada palabra escrita era un tributo a nuestro amor, un recordatorio de la conexión única que
Rebeca reflexionó sobre la reciente conversación con Melisa y las palabras que resonaban en su mente. Se detuvo un momento, observando sus apuntes dispersos y la falta de progreso en sus tareas escolares. La imagen de la frustración en el rostro de Melisa durante su última sesión de estudio juntas la impactó profundamente. Con un suspiro, Rebeca se dio cuenta de la importancia de concentrarse y respetar el tiempo de estudio compartido con Melisa. Reconoció que su falta de enfoque no solo afectaba su propio rendimiento académico, sino también el de su amiga y la dinámica de su amistad. Decidida a cambiar su actitud y comprometida a mejorar, Rebeca se dispuso a organizar su entorno de estudio, eliminar distracciones y dedicar tiempo de calidad a sus asignaciones escolares. Se propuso ser más consciente de la importancia de mantenerse enfocada y comprometida durante el estudio, no solo por su propio beneficio, sino también por el bienestar de su amistad con Melisa. Con determinación y u
Melisa se sintió envuelta en la mirada de Dominic y se perdió en sus ojos. "Quiero saber más", le dijo, su voz apenas un susurro. Dominic sonrió y la acercó más a él. "Yo también", respondió. "Pero creo que debemos tomar las cosas con calma. No quiero presionarte". Melisa asintió, aunque sentía una impaciencia creciente. Quería descubrir el secreto detrás de la conexión que sentían. Mientras se abrazaban, Melisa notó que la sensación de calma y tranquilidad se intensificaba. Era como si su cuerpo estuviera respondiendo a la presencia de Dominic de una manera profunda y primordial. De repente, Dominic se apartó y la miró con una expresión seria. "Melisa, tengo que decirte algo", le dijo. "Algo que puede cambiar todo entre nosotros". Melisa se sintió un poco nerviosa. "¿Qué es?" preguntó. Dominic tomó una profunda respiración antes de responder. "Soy diferente a los demás", le dijo. "Tengo un secreto que he mantenido oculto durante mucho tiempo". Melisa se sintió intrigada. "¿Qué
Melisa se sonrió y se sintió un poco más cerca de Dominic. "Gracias", le dijo de nuevo. "Eso significa mucho para mí". Dominic se quedó mirándola por un momento, y luego se dio la vuelta y se fue. Melisa se quedó allí parada, sintiendo una mezcla de emociones. No sabía qué estaba pasando entre ella y Dominic, pero sabía que sentía algo especial por él. Y parecía que él también sentía algo por ella. Melisa se sacudió la cabeza y se dirigió a su casillero para recoger sus cosas. Tenía que dejar de pensar en Dominic y concentrarse en su objetivo: obtener la beca y estudiar en la universidad de sus sueños. Pero no podía evitar sentir una sonrisa en su rostro cada vez que pensaba en Dominic. ¿Qué estaba pasando entre ellos? ¿Y qué pasaría después? Melisa llegó a casa y se sentó en la mesa de la cocina con su mamá. "¿Cómo te fue hoy?" le preguntó su mamá. Melisa se encogió de hombros. "Bien", le respondió. "He estado investigando sobre la beca y la universidad". Su mamá asintió. "Eso
Melisa y Anthony paseaban por el parque, disfrutando del fresco aire de noche. Se reían y hablaban, disfrutando de la compañía mutua. De repente, Dominic apareció en el sendero frente a ellos. Se detuvo en seco, mirando a Melisa y Anthony con una expresión de sorpresa y desilusión. Melisa se dio cuenta de que Dominic los había visto y se sintió incómoda. "Dominic", dijo, intentando sonar natural. "¿Qué tal?" Dominic no respondió. Solo se quedó mirando a Melisa y Anthony, su expresión cada vez más oscura. Anthony se dio cuenta de la tensión y se acercó a Melisa. "¿Todo bien?" le preguntó en voz baja. Melisa asintió, intentando calmar la situación. "Sí, todo bien". Pero Dominic ya se había dado la vuelta y se alejaba, sin decir una palabra. Melisa se sintió confundida y triste. "Lo siento", le dijo a Anthony. "No sé qué le pasa a Dominic". Anthony la miró con comprensión. "No te preocupes, Melisa. Estoy aquí para ti". Melisa y Anthony continuaron paseando, pero el ambiente hab
"Es cierto. Pero también es nuestro primo. Deberíamos apoyarlo, no juzgarlo". Anthony sonríe. "Tienes razón, Rebeca. Como siempre". Rebeca sonríe también. "Gracias, Anthony. Pero en serio, debemos hablar con él. Averiguar qué está pasando y cómo podemos ayudarlo". Anthony asiente. "Sí, tienes razón. Vamos a hablar con él". Rebeca se pregunta en voz alta: "¿Por qué Dominic es un hombre lobo y nosotros no? ¿Hay algo en nuestra familia que lo explique?" Anthony se encoge de hombros. "No lo sé, pero debemos investigar. Quizás haya algo en nuestra historia familiar que lo explique". Rebeca asiente. "Sí, debemos hablar con nuestros padres y abuelos. Ver si saben algo al respecto". Anthony se levanta. "Voy a hablar con mi padre ahora mismo. A ver si sabe algo". Rebeca se levanta también. "Yo hablaré con mi madre. A ver si recuerda algo". Después de hablar con sus padres, Anthony y Rebeca se reúnen de nuevo. Anthony frunce el ceño. "Mi padre no sabe nada. Dice que nunca ha oído habl