- ¿Ya viste esta noticia? - Yo negue.
Me acerqué al lado de la cama donde Rebeca yacía boca arriba.viendo un video en su celular.- ¿Qué novedad? - pregunté una vez que estuve lo suficientemente cerca para ver quéella estaba viendo.- ¡Este! - Levantó la voz más de lo normal - Los conoces - Se giró para mirarme y susurró la siguiente palabra - Lobos - Volvió a mirar el video - Van a concretar un tratado con el gobierno.- ¿Y qué quieres tratar? - Agarré su mano donde tenía el celular para ponerlo en medio de nosotros y tener una mejor idea de qué se trataba."Estamos afuera de la embajada esperando la respuesta a la solicitud del jefe de todas y cada una de las manadas del país". El reportero se giró en el momento en que el presidente y el jefe de la manada abandonaron el edificio de la embajada, para luego correr hacia una valla que separaba a los reporteros de estos dos personajes "¡Señor presidente, tenemos algunas preguntas para usted!"Al igual que ella, todos los demás reporteros que estaban allí comenzaron a gritar sobre las preguntas que querían hacerles en ese momento. El presidente levantó la mano en señal de silencio, que en ese momento todos debían cumplir."Todos los que pertenecen a la nación serán considerados seres vivos dignos de contar con todos y cada uno de los derechos que rige la constitución; por lo que a partir de hoy y con toda la tranquilidad y paz del mundo, humanos y lobos convivirán pacíficamente en todo el mundo. país." Un silencio sepulcral se hizo presente en el momento en que habló el presidente. “Tanto ellos como nosotros tenemos derecho a una vida digna y sin discriminación alguna, por eso pido a la sociedad que les brinde lo mejorbienvenido. Gracias."Después del agradecimiento del presidente, todos los periodistas comenzaron a gritarDespués del agradecimiento del presidente, todos los almacenistas comenzaron a gritar pidiendo atención, por lo que Rebeca decidió apagar su celular y girarse para mirarme.
- No entiendo por qué lo hacen si muchos de ellos ya viven con nosotros desde hace mucho tiempo - Se encogió de hombros - Además, mi madre tiene una familia lejana que son lobos, así que no veo ningún daño en a ellos.- Lo hicieron para que la gente entienda que convivir con ellos no es malo como muchos piensan - Cerré los ojos por un momento - Pero aún así nadie podría saber si son lobos o no, en apariencia son iguales que a nosotros.-Así es – escuché un suspiro de Beca. Imagínate tener un novio lobo - Abrí los ojos en el momento en que ella giró 90 grados para poder poner su brazo y así acostarse de costado ¿Crees que alguno de nuestros amigos lo sea?- No lo creo, Beca, es demasiado estúpida para ser seilu - Nos reímos juntos y ella asintió - Pero cambiando de tema, ¿a qué universidad estás postulando?- Ni me hables de eso, Melissa, no tengo la menor idea. ¿A qué universidad planeas ir?-Estoy pensando en dos para empezar con mis ensayos y enviarlos – le sonreí – Podría ser el de Toronto o el de Notre Dame.-¿Toronto? Eso está muy lejos, me vas a dejar en paz - Me golpeó en el hombro y me reí - No te rías mensa- Bueno, si veo ese, vienes tú también, puedes ir al mismo o al de Colombia - Negó.- Hace mucho frío, pero me gusta el frío - Dejó de hablar por un momento, y luego se puso de pie.se levanta de su silla - Vamos, la comida debe estar lista y los invitados extranjeros deben haber llegado.Asentí y agarré una de sus almohadas para tirársela, lo que hizo que me mirara furioso y luego se riera y la arrojara de nuevo sobre la cama.Me levanté de la cama y me vi por un segundo en el espejo gigante que tiene en su habitación.Mi cabello estaba un poco desordenado, al igual que mi vestido bohemio verde de verano.Agarré el cepillo que estaba en su tocador y lo pasé pormi cabello unas cuantas veces.- Hola chicas, la comida está lista - Vuelven a ver a mi amiga que se está poniendo su lápiz labial favorito.- ¡Vamos mamá! - Dejó el labial en su neceser de maquillaje y me miró - ¿Listo? - Asentí - No te preocupes, es una reunión de familiares y amigos de mi madre, veré a familiares que no lo veo desde hace años, ¡qué emoción!Abrimos la puerta de su habitación y luego bajamos las escaleras hasta la planta baja de la casa. Mirando a mi alrededor pude ver que todo estaba preparado para parecer un "Brunch". Entonces todo se veía hermoso.Dejé de mirar todos los arreglos por un momento, cuando la madre de Beca me dio un pequeño y efusivo beso en la mejilla a modo de saludo.- ¡Qué guapa estás Meli! - Me sonrojé y respondí con un leve "Muchas gracias". - Pero ven al jardín, toda la comida ya está servida para tu disfrute.- Muchas gracias Dania, ahora nos vamos – Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa, para luego desaparecer dentro de la cocina.Beca tomó mi mano para salir juntos al jardín. Lo primero que pude ver fue demasiada gente reunida en pequeños grupos en forma de círculo, mientras comían y hablaban.Giré mi mirada hacia la derecha y vi a Anthony vestido con Una camisa elegante y una camiseta acercándose a nosotros.- ¿Extrañaste la playa Antonio? -Mi amiga abrazó a su prima riendo - Que guapo, hiciste lo mejor que pudiste.- Pienso lo mismo de ti troll - Beca puso los ojos en blanco - Pero mira que hermosa es la pequeña Melissa - Le sonreí - Ese color te queda hermoso.- Gracias Anthony, pienso lo mismo.- ¿Me queda bonito el color? - Anthony hizo un movimiento extraño con sus manos y lo negué riendo.- Menso – Giré hacia mi izquierda y visualicé a mi madre y a mi padre hablando con uno de los tíos de Deca, así que me acerqué a ellos, dejando a Deca y Anthony,quienes comenzaron a cuchichear sobre sus primas - Hola mamá.Cuando mi madre me vio, me abrazó y me dio un pequeño beso en la coronilla.- Hola mi amor, que hermosa te ves – Le sonreí y mi papá asintió - Jer, te presentó a nuestra hija Melissa, Melissa, este es Jer, uno de los tíos de Rebeca.-Hola, gusto en conocerte – estreché mi mano, a lo que él la apretó y me sonrió – No había tenido el placer de conocerlo.- El gusto es mío. Dania y Rebeca hablan mucho de ti - Dio un sorbo a su cidra - Y no. lamentablemente no habíamos tenido el placer, vivimos un poco lejos de aquí, pero mi hijo fue aceptado en la Universidad de Notre Dame y vinimos a dejarlo.- ¡Qué maravilloso! Mi hija también quiere ir a esa Universidad – asentí.-Bueno, por lo que me dicen tus padres, vas a ser aceptado pase lo que pase – Mi padre sonrió orgulloso y asintió – Te presentaría a mi hijo, pero él y su madre están dejando sus últimas cosas en su nueva casa, así que espero que llegue pronto para presentártelo.- Lo esperaré con mucho gusto - respondí sin saber qué más decir - Pero bueno, te dejo hablar, discúlpame. Con una última sonrisa de mi parte, me di la vuelta para buscar a Rebeca o- ¿A quién estás buscando? - Me asusté cuando escuché la voz de Anthony detrás de mí - Oye, pero no te asustes.
-Idiotas – volteé a mirarlo y lo abracé-Todo se ve hermoso.- Estoy de acuerdo contigo pequeña, Mitía se lució con este brunch, almuerzo y cena - Me reí - Ya sabes como somos, tratamos de hacer todo a lo grande- Sí, qué onda, eso me encanta – Me separé de él – Vamos con Rebeca – Anthony asintió y comenzamos a caminar hacia donde estaba la mencionada mujer.- ¡No vayas a matarnos Dominic, estás conduciendo demasiado rápido niño! - Me giré para mirar a mi madre en el asiento del pasajero por unos segundos y me reí.
- No lo haré madre y lo sabes - Escuché un bufido de ella y me reí aún más - Eres una dramática. Es que ya quiero llegar al maldito brunch.- Recuerda que te vas a portar bien Dominic, nada de peleas ni infantilismos – Asentí poniendo los ojos en blanco - ¡No hagas eso mientras conduces!Decidí poner música para no escuchar las canciones de mi madre durante los minutos previos a llegar a casa de mi familiar. Lo cual no duró mucho ya que mi madre apagó el monitor.
- ¿Por qué tienes tantas ganas de llegar a la casa de tu tía Dominic?Mi mente vagaba hasta el día en que la vi de nuevo en la fiesta. Era la primera vez que me presentaba a ella de una manera más seria, ya fuera en una fiesta o no.- ¿Por qué sonreíste? ¿Qué no quieres decirme niño? - Doblé una esquina y me reí.- Cachorro mal portado, cuéntame qué pasa.- Mujer chismosa - Escuché un sonido de indignación de su parte - Ya no soy madre cachorrita y lo sabes.Él siempre lo creyó por mí. Su voz se suavizó cuando me escuchó y le sonreí.- Eso ya lo sé, madre.Al ver un espacio vacío entre dos autos, procedí a estacionar el camión. Una vez que manejé y dejé todo en orden, subí todas las ventanillas y lo apagué.Antes de que mi madre se bajara, le agarré la mano para detenerla.- Aquí en esta casa está mi madre compañera - Su cara de sorpresa cambió por una de amor - Por eso tenía tanta prisa en llegar.-Me habrías dicho eso para poder llegar como dos horas antes hijo - Me agarró la mano y le dio un pequeño apretón - ¿Es esta la chica de la que me hablaste hace años? - Asenti.Ahora ya no tengo una niña. Me reí y me lamí los labios. Me encontré con ella en la ficat IAsistí el fin de semana pasado y pude visualizar a mi prima estando con ella.-¡Es amiga de la pequeña Beca! - Asentí - Bueno, ahora mi amor, bajemos, quiero conocerla.Bajamos de la camioneta y nos dirigimos a la entrada de la casa. Antes de abrir me volví para ver a mi madre.- Ella no sabe muy bien quién soy, así que no puedes decir nada, si se acerca, salúdala como si fuera lo más natural del mundo - Mi madre suspiró algo en negación, pero asintió segundos después. .La puerta de madera se abrió de par en par mostrándonos a mi tía con un vestido rosa y blanco.vestido y con una gran sonrisa en los labios.- ¡Bienvenida familia!- Hola Dania - Mi madre la abrazó - ¿Cómo estás hermana?- Ahora que estamos casi todos juntos me siento más que encantado. Se giró para mirarme y sonrió - Pero que guapo quedó tu hijo - Le sonreí.- Muchas gracias tía, que hermosa estás hoy. Me hizo un gesto como si restara importancia a su apariencia.- Muchas gracias hijo, pero a nuestra edad hacemos lo que podemos - Me abrazó - Pero ven al jardín, tenemos suficiente comida para dársela a un ejército.Mi madre parece mucho más joven que mi tía aunque es todo lo contrario. Mi tía es mucho más joven que mi madre ya que mi abuelo se divorció de mi abuela y salió con alguien más joven, que sería la madre de mi tía Dania.- Ve al jardín, hijo, yo iré a ayudar a tu tía.
Asentí y después de hacerles una pequeña reverencia de despedida, procedí a caminar hacia la parte trasera de la casa. Cuando llegué, respiré hondo y cerré los ojos en éxtasis. Mi pareja estuvo aquí.- ¡Dominico, hijo! - Salí de mi trance cuando escuché el grito de mi padre.Antes de ver de dónde venía su grito, noté como un pequeño cuerpo a un par de metros de mí se volteaba para poder observar a quien le gritaba.Mis ojos chocaron con los suyos y le sonreí sin mostrar los dientes. Caminé lentamente haciadonde ella estaba parada atónita en el mismo lugar, y cuando ya estaba a unos centímetros de mí hablé:- Que hermosa te ves hoy princesita.Empecé a reirme con mis amigos y los primos de Beca sobre temas de su Universidad, por lo que los minutos que estuvimos en el brunch fueron amenos y llenos de risas.-¿Ya están listas para irse a la Universidad? - Matt el mayor de los primos de Beca nos preguntó mientras se bebía su margarita.- La verdad sí, ya quiero entrar, pero aún no se a cuál voy a aplicar - Beca hizo una mueca y Anthony se rió.- Muy mal primita, te quedarás en casa mientras que tus amigos se van a la Uni - La susodicha le pegó en el torso - ¡Hey! calmada niña.- Tu empezaste tarado - Mi mejor amiga me volteo a ver y sonrió - Melissa está pensando aplicar para la Universidad de Notre Dame, así que yo también me iré a esa.- Uy, que mala suerte tienes Meli, soportar a Rebeca otros cuatro o cinco años - Matt me abrazó por los hombros confrontándome - Te deseo suerte.- Está bien - Me reí - Todo será más tranquilo si ella está conmigo. Ya no voy a sentir tan pesado el cambio - Me encogí de hombros y Rebeca me lanz
Tomé asiento entre mi madre y Rebeca, las cuales se encontraban dado la espalda de la casa. Frente mío se sentó Anthony y en la cabecera derecha de la mesa se encontraba la familia de Dominic sentados.- Se me hace una falta de respeto que no trajeran a la pequeña Sophia con ustedes - La mamá de Beca empezó a hablar dirigiéndose a los padres de Dominic.- Tenía que quedarse a tomar sus clases de francés, pero la traeremos pronto - Su mamá sonrió - Créanme que nos lloro para poder acompañar a su hermano.- Pobrecita - Una de sus primas habló haciendo un puchero - Nos toca visitarlos a ustedes tía.Claro que si, ustedes saben que nuestro hogar, también es el suyo - Ahora su padre fue el que habló - Podemos arreglar una reunión para dentro de dos meses y todos están invitados - Mi padre y el suyo se miraron y asintieron.Genial, otro viajecito a la reserva - Fruncí el ceño al escuchar a Anthony.En el país existen 52 reservas por cada estado.Cada una de ellas se encuentran a unos kilóme
La emoción embargó a Dominic en el momento en que sus ojos se encontraron con los de Melisa. Un torbellino de sentimientos contradictorios lo invadió: la alegría de volver a verla, la nostalgia de los recuerdos compartidos en la infancia, la esperanza de un futuro juntos y la incertidumbre de los desafíos que les esperaban en el camino. El latido acelerado de su corazón resonaba en sus oídos, recordándole la intensidad de sus emociones. En ese instante, el tiempo pareció detenerse mientras se sumergía en el abismo de sus pensamientos más profundos. La presencia de Melisa a su lado despertaba en él una calidez reconfortante, una sensación de plenitud que había anhelado durante tanto tiempo. Decidido a protegerla, a amarla y a luchar por su felicidad en el complejo mundo de los lobos , Dominic se sentía fortalecido por la determinación que ardía en su interior. Había encontrado en Melisa no solo a su compañera destinada, sino también a la razón de su existencia, a la llama que iluminaba
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, el eco de la música del baile con Dominic aún resonaba en mi mente, llenando mi corazón de emociones encontradas. El bullicio de los estudiantes, las risas y las conversaciones, todo parecía distante mientras mis pensamientos seguían anclados en el recuerdo de su mirada intensa y su presencia reconfortante. En clase, las palabras del profesor se desvanecían en el aire mientras me sumergía en un mar de reflexiones sobre mi conexión con Dominic. Cada mirada furtiva hacia la ventana se convertía en un suspiro contenido, en un anhelo silencioso de volver a estar cerca de él, de sentir su calor y su presencia a mi lado. En el descanso entre clases, saqué mi diario y comencé a escribir, dejando que las palabras fluyeran libremente, plasmando en papel mis pensamientos más profundos y mis emociones más íntimas sobre Dominic y nuestro vínculo especial. Cada palabra escrita era un tributo a nuestro amor, un recordatorio de la conexión única que
Rebeca reflexionó sobre la reciente conversación con Melisa y las palabras que resonaban en su mente. Se detuvo un momento, observando sus apuntes dispersos y la falta de progreso en sus tareas escolares. La imagen de la frustración en el rostro de Melisa durante su última sesión de estudio juntas la impactó profundamente. Con un suspiro, Rebeca se dio cuenta de la importancia de concentrarse y respetar el tiempo de estudio compartido con Melisa. Reconoció que su falta de enfoque no solo afectaba su propio rendimiento académico, sino también el de su amiga y la dinámica de su amistad. Decidida a cambiar su actitud y comprometida a mejorar, Rebeca se dispuso a organizar su entorno de estudio, eliminar distracciones y dedicar tiempo de calidad a sus asignaciones escolares. Se propuso ser más consciente de la importancia de mantenerse enfocada y comprometida durante el estudio, no solo por su propio beneficio, sino también por el bienestar de su amistad con Melisa. Con determinación y u
Melisa se sintió envuelta en la mirada de Dominic y se perdió en sus ojos. "Quiero saber más", le dijo, su voz apenas un susurro. Dominic sonrió y la acercó más a él. "Yo también", respondió. "Pero creo que debemos tomar las cosas con calma. No quiero presionarte". Melisa asintió, aunque sentía una impaciencia creciente. Quería descubrir el secreto detrás de la conexión que sentían. Mientras se abrazaban, Melisa notó que la sensación de calma y tranquilidad se intensificaba. Era como si su cuerpo estuviera respondiendo a la presencia de Dominic de una manera profunda y primordial. De repente, Dominic se apartó y la miró con una expresión seria. "Melisa, tengo que decirte algo", le dijo. "Algo que puede cambiar todo entre nosotros". Melisa se sintió un poco nerviosa. "¿Qué es?" preguntó. Dominic tomó una profunda respiración antes de responder. "Soy diferente a los demás", le dijo. "Tengo un secreto que he mantenido oculto durante mucho tiempo". Melisa se sintió intrigada. "¿Qué
Melisa se sonrió y se sintió un poco más cerca de Dominic. "Gracias", le dijo de nuevo. "Eso significa mucho para mí". Dominic se quedó mirándola por un momento, y luego se dio la vuelta y se fue. Melisa se quedó allí parada, sintiendo una mezcla de emociones. No sabía qué estaba pasando entre ella y Dominic, pero sabía que sentía algo especial por él. Y parecía que él también sentía algo por ella. Melisa se sacudió la cabeza y se dirigió a su casillero para recoger sus cosas. Tenía que dejar de pensar en Dominic y concentrarse en su objetivo: obtener la beca y estudiar en la universidad de sus sueños. Pero no podía evitar sentir una sonrisa en su rostro cada vez que pensaba en Dominic. ¿Qué estaba pasando entre ellos? ¿Y qué pasaría después? Melisa llegó a casa y se sentó en la mesa de la cocina con su mamá. "¿Cómo te fue hoy?" le preguntó su mamá. Melisa se encogió de hombros. "Bien", le respondió. "He estado investigando sobre la beca y la universidad". Su mamá asintió. "Eso
Melisa y Anthony paseaban por el parque, disfrutando del fresco aire de noche. Se reían y hablaban, disfrutando de la compañía mutua. De repente, Dominic apareció en el sendero frente a ellos. Se detuvo en seco, mirando a Melisa y Anthony con una expresión de sorpresa y desilusión. Melisa se dio cuenta de que Dominic los había visto y se sintió incómoda. "Dominic", dijo, intentando sonar natural. "¿Qué tal?" Dominic no respondió. Solo se quedó mirando a Melisa y Anthony, su expresión cada vez más oscura. Anthony se dio cuenta de la tensión y se acercó a Melisa. "¿Todo bien?" le preguntó en voz baja. Melisa asintió, intentando calmar la situación. "Sí, todo bien". Pero Dominic ya se había dado la vuelta y se alejaba, sin decir una palabra. Melisa se sintió confundida y triste. "Lo siento", le dijo a Anthony. "No sé qué le pasa a Dominic". Anthony la miró con comprensión. "No te preocupes, Melisa. Estoy aquí para ti". Melisa y Anthony continuaron paseando, pero el ambiente hab