Capítulo 3

- ¿Ya viste esta noticia? - Yo negue.

Me acerqué al lado de la cama donde Rebeca yacía boca arriba.

viendo un video en su celular.

- ¿Qué novedad? - pregunté una vez que estuve lo suficientemente cerca para ver qué

ella estaba viendo.

- ¡Este! - Levantó la voz más de lo normal - Los conoces - Se giró para mirarme y susurró la siguiente palabra - Lobos - Volvió a mirar el video - Van a concretar un tratado con el gobierno.

- ¿Y qué quieres tratar? - Agarré su mano donde tenía el celular para ponerlo en medio de nosotros y tener una mejor idea de qué se trataba.

"Estamos afuera de la embajada esperando la respuesta a la solicitud del jefe de todas y cada una de las manadas del país". El reportero se giró en el momento en que el presidente y el jefe de la manada abandonaron el edificio de la embajada, para luego correr hacia una valla que separaba a los reporteros de estos dos personajes "¡Señor presidente, tenemos algunas preguntas para usted!"

Al igual que ella, todos los demás reporteros que estaban allí comenzaron a gritar sobre las preguntas que querían hacerles en ese momento. El presidente levantó la mano en señal de silencio, que en ese momento todos debían cumplir.

"Todos los que pertenecen a la nación serán considerados seres vivos dignos de contar con todos y cada uno de los derechos que rige la constitución; por lo que a partir de hoy y con toda la tranquilidad y paz del mundo, humanos y lobos convivirán pacíficamente en todo el mundo. país." Un silencio sepulcral se hizo presente en el momento en que habló el presidente. “Tanto ellos como nosotros tenemos derecho a una vida digna y sin discriminación alguna, por eso pido a la sociedad que les brinde lo mejor

bienvenido. Gracias."

Después del agradecimiento del presidente, todos los periodistas comenzaron a gritar

Después del agradecimiento del presidente, todos los almacenistas comenzaron a gritar pidiendo atención, por lo que Rebeca decidió apagar su celular y girarse para mirarme.

- No entiendo por qué lo hacen si muchos de ellos ya viven con nosotros desde hace mucho tiempo - Se encogió de hombros - Además, mi madre tiene una familia lejana que son lobos, así que no veo ningún daño en a ellos.

- Lo hicieron para que la gente entienda que convivir con ellos no es malo como muchos piensan - Cerré los ojos por un momento - Pero aún así nadie podría saber si son lobos o no, en apariencia son iguales que a nosotros.

-Así es – escuché un suspiro de Beca. Imagínate tener un novio lobo - Abrí los ojos en el momento en que ella giró 90 grados para poder poner su brazo y así acostarse de costado ¿Crees que alguno de nuestros amigos lo sea?

- No lo creo, Beca, es demasiado estúpida para ser seilu - Nos reímos juntos y ella asintió - Pero cambiando de tema, ¿a qué universidad estás postulando?

- Ni me hables de eso, Melissa, no tengo la menor idea. ¿A qué universidad planeas ir?

-Estoy pensando en dos para empezar con mis ensayos y enviarlos – le sonreí – Podría ser el de Toronto o el de Notre Dame.

-¿Toronto? Eso está muy lejos, me vas a dejar en paz - Me golpeó en el hombro y me reí - No te rías mensa

- Bueno, si veo ese, vienes tú también, puedes ir al mismo o al de Colombia - Negó.

- Hace mucho frío, pero me gusta el frío - Dejó de hablar por un momento, y luego se puso de pie.

se levanta de su silla - Vamos, la comida debe estar lista y los invitados extranjeros deben haber llegado.

Asentí y agarré una de sus almohadas para tirársela, lo que hizo que me mirara furioso y luego se riera y la arrojara de nuevo sobre la cama.

Me levanté de la cama y me vi por un segundo en el espejo gigante que tiene en su habitación.

Mi cabello estaba un poco desordenado, al igual que mi vestido bohemio verde de verano.

Agarré el cepillo que estaba en su tocador y lo pasé por

mi cabello unas cuantas veces.

- Hola chicas, la comida está lista - Vuelven a ver a mi amiga que se está poniendo su lápiz labial favorito.

- ¡Vamos mamá! - Dejó el labial en su neceser de maquillaje y me miró - ¿Listo? - Asentí - No te preocupes, es una reunión de familiares y amigos de mi madre, veré a familiares que no lo veo desde hace años, ¡qué emoción!

Abrimos la puerta de su habitación y luego bajamos las escaleras hasta la planta baja de la casa. Mirando a mi alrededor pude ver que todo estaba preparado para parecer un "Brunch". Entonces todo se veía hermoso.

Dejé de mirar todos los arreglos por un momento, cuando la madre de Beca me dio un pequeño y efusivo beso en la mejilla a modo de saludo.

- ¡Qué guapa estás Meli! - Me sonrojé y respondí con un leve "Muchas gracias". - Pero ven al jardín, toda la comida ya está servida para tu disfrute.

- Muchas gracias Dania, ahora nos vamos – Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa, para luego desaparecer dentro de la cocina.

Beca tomó mi mano para salir juntos al jardín. Lo primero que pude ver fue demasiada gente reunida en pequeños grupos en forma de círculo, mientras comían y hablaban.

Giré mi mirada hacia la derecha y vi a Anthony vestido con Una camisa elegante y una camiseta acercándose a nosotros.

- ¿Extrañaste la playa Antonio? -Mi amiga abrazó a su prima riendo - Que guapo, hiciste lo mejor que pudiste.

- Pienso lo mismo de ti troll - Beca puso los ojos en blanco - Pero mira que hermosa es la pequeña Melissa - Le sonreí - Ese color te queda hermoso.

- Gracias Anthony, pienso lo mismo.

- ¿Me queda bonito el color? - Anthony hizo un movimiento extraño con sus manos y lo negué riendo.

- Menso – Giré hacia mi izquierda y visualicé a mi madre y a mi padre hablando con uno de los tíos de Deca, así que me acerqué a ellos, dejando a Deca y Anthony,

quienes comenzaron a cuchichear sobre sus primas - Hola mamá.

Cuando mi madre me vio, me abrazó y me dio un pequeño beso en la coronilla.

- Hola mi amor, que hermosa te ves – Le sonreí y mi papá asintió - Jer, te presentó a nuestra hija Melissa, Melissa, este es Jer, uno de los tíos de Rebeca.

-Hola, gusto en conocerte – estreché mi mano, a lo que él la apretó y me sonrió – No había tenido el placer de conocerlo.

- El gusto es mío. Dania y Rebeca hablan mucho de ti - Dio un sorbo a su cidra - Y no. lamentablemente no habíamos tenido el placer, vivimos un poco lejos de aquí, pero mi hijo fue aceptado en la Universidad de Notre Dame y vinimos a dejarlo.

- ¡Qué maravilloso! Mi hija también quiere ir a esa Universidad – asentí.

-Bueno, por lo que me dicen tus padres, vas a ser aceptado pase lo que pase – Mi padre sonrió orgulloso y asintió – Te presentaría a mi hijo, pero él y su madre están dejando sus últimas cosas en su nueva casa, así que espero que llegue pronto para presentártelo.

- Lo esperaré con mucho gusto - respondí sin saber qué más decir - Pero bueno, te dejo hablar, discúlpame. Con una última sonrisa de mi parte, me di la vuelta para buscar a Rebeca o

- ¿A quién estás buscando? - Me asusté cuando escuché la voz de Anthony detrás de mí - Oye, pero no te asustes.

-Idiotas – volteé a mirarlo y lo abracé-Todo se ve hermoso.

- Estoy de acuerdo contigo pequeña, Mitía se lució con este brunch, almuerzo y cena - Me reí - Ya sabes como somos, tratamos de hacer todo a lo grande

- Sí, qué onda, eso me encanta – Me separé de él – Vamos con Rebeca – Anthony asintió y comenzamos a caminar hacia donde estaba la mencionada mujer.

- ¡No vayas a matarnos Dominic, estás conduciendo demasiado rápido niño! - Me giré para mirar a mi madre en el asiento del pasajero por unos segundos y me reí.

- No lo haré madre y lo sabes - Escuché un bufido de ella y me reí aún más - Eres una dramática. Es que ya quiero llegar al maldito brunch.

- Recuerda que te vas a portar bien Dominic, nada de peleas ni infantilismos – Asentí poniendo los ojos en blanco - ¡No hagas eso mientras conduces!

Decidí poner música para no escuchar las canciones de mi madre durante los minutos previos a llegar a casa de mi familiar. Lo cual no duró mucho ya que mi madre apagó el monitor.

- ¿Por qué tienes tantas ganas de llegar a la casa de tu tía Dominic?

Mi mente vagaba hasta el día en que la vi de nuevo en la fiesta. Era la primera vez que me presentaba a ella de una manera más seria, ya fuera en una fiesta o no.

- ¿Por qué sonreíste? ¿Qué no quieres decirme niño? - Doblé una esquina y me reí.

- Cachorro mal portado, cuéntame qué pasa.

- Mujer chismosa - Escuché un sonido de indignación de su parte - Ya no soy madre cachorrita y lo sabes.

Él siempre lo creyó por mí. Su voz se suavizó cuando me escuchó y le sonreí.

- Eso ya lo sé, madre.

Al ver un espacio vacío entre dos autos, procedí a estacionar el camión. Una vez que manejé y dejé todo en orden, subí todas las ventanillas y lo apagué.

Antes de que mi madre se bajara, le agarré la mano para detenerla.

- Aquí en esta casa está mi madre compañera - Su cara de sorpresa cambió por una de amor - Por eso tenía tanta prisa en llegar.

-Me habrías dicho eso para poder llegar como dos horas antes hijo - Me agarró la mano y le dio un pequeño apretón - ¿Es esta la chica de la que me hablaste hace años? - Asenti.

Ahora ya no tengo una niña. Me reí y me lamí los labios. Me encontré con ella en la ficat I

Asistí el fin de semana pasado y pude visualizar a mi prima estando con ella.

-¡Es amiga de la pequeña Beca! - Asentí - Bueno, ahora mi amor, bajemos, quiero conocerla.

Bajamos de la camioneta y nos dirigimos a la entrada de la casa. Antes de abrir me volví para ver a mi madre.

- Ella no sabe muy bien quién soy, así que no puedes decir nada, si se acerca, salúdala como si fuera lo más natural del mundo - Mi madre suspiró algo en negación, pero asintió segundos después. .

La puerta de madera se abrió de par en par mostrándonos a mi tía con un vestido rosa y blanco.

vestido y con una gran sonrisa en los labios.

- ¡Bienvenida familia!

- Hola Dania - Mi madre la abrazó - ¿Cómo estás hermana?

- Ahora que estamos casi todos juntos me siento más que encantado. Se giró para mirarme y sonrió - Pero que guapo quedó tu hijo - Le sonreí.

- Muchas gracias tía, que hermosa estás hoy. Me hizo un gesto como si restara importancia a su apariencia.

- Muchas gracias hijo, pero a nuestra edad hacemos lo que podemos - Me abrazó - Pero ven al jardín, tenemos suficiente comida para dársela a un ejército.

Mi madre parece mucho más joven que mi tía aunque es todo lo contrario. Mi tía es mucho más joven que mi madre ya que mi abuelo se divorció de mi abuela y salió con alguien más joven, que sería la madre de mi tía Dania.

- Ve al jardín, hijo, yo iré a ayudar a tu tía.

Asentí y después de hacerles una pequeña reverencia de despedida, procedí a caminar hacia la parte trasera de la casa. Cuando llegué, respiré hondo y cerré los ojos en éxtasis. Mi pareja estuvo aquí.

- ¡Dominico, hijo! - Salí de mi trance cuando escuché el grito de mi padre.

Antes de ver de dónde venía su grito, noté como un pequeño cuerpo a un par de metros de mí se volteaba para poder observar a quien le gritaba.

Mis ojos chocaron con los suyos y le sonreí sin mostrar los dientes. Caminé lentamente hacia

donde ella estaba parada atónita en el mismo lugar, y cuando ya estaba a unos centímetros de mí hablé:

- Que hermosa te ves hoy princesita.

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