Leonel:
— Anda, escapemos de todo solo por un rato.
Le suplico pegado a sus labios, con mis dedos entre sus cabellos, embriagado por el aroma de su perfume. Sus enormes ojos están ardiendo en deseo, así como el resto de su cuerpo que no deja temblar — No puedo estar equivocado, me desea tanto como yo — pienso, sintiendo su aliento.
El silencio que recibo de su parte, es la confirmación de su anhelo, puedo percibirlo en el brillo que tiene su mirada. El ruido ambiente hace imposible que pueda notar el sonido de su agitada respiración, por lo que sin pensarlo, le quito las llaves del auto, dejándola perpleja.
— ¡Vamos! ¿Qué esperas? ¡Sube! — mirando en todas direcciones, agarró sus cosas y entró al auto.
— ¡Esto es una locura! Ni si quiera sé que hago yéndome contigo — Señala a punto de arrepentirse, entonces
Jenny — Es justo lo que quiero.Me siento una total desconocida, estoy completamente entregada a sus caricias, suplicando más del placer que solo él puede producirme. Ni si quiera me importa lo desagradable de este rustico hotel, mucho menos, recuerdo la advertencia de la directora esta mañana, lo único que me interesa es sentirlo dentro mí.— Parece un sueño, estar aquí con él.No puedo describir la emoción que siento al deslizar mis manos por su espalda sudada, ver que sus brazos me rodean, sin mencionar sentir su lengua degustar cada parte de mi piel — ¡Quiero más! Mucho más —— En la clase de hoy, voy a explorarte y hacerte vibrar de otras maneras.— ¿Cómo así?— Shhh (coloca su dedo sobre mis labios) solamente disfruta de lo que haré.Acto seguido se leva
— Seguro es un error. Si claro, eso tiene que ser… de pronto salió a comprar algo de comer antes de irnos. Él no me puede estar haciendo esto.Respiro profundo tratando de calmarme, me asomo por la ventana y la oscuridad delata que se ha hecho de noche. Me siento en el borde de la cama, cubierta apenas con la áspera sabana, mirando hacia la puerta como una misma idiota, esperando que aparezca.(Tocan bruscamente)— Se acabó el tiempo, tiene que abandonar la habitación — En ese preciso instante, no pude más y rompí en llanto.Devastada intento vestirme, hecha un mar de lágrimas, con el olor a moho impregnad en mi nariz. Lloro sintiéndome usada, como una misma prostituta barata a la que desechan luego de cumplió su cometido.— Soy una idiota, me dejé coger en este mugroso lugar, por un tipo que solo quería usarme — Repentinam
Leonel:No puedo creer lo que estoy viendo — Lo está besando, frente a mí — la sangre esta por subírseme a la cabeza, de solo observar como ese medio hombre posa sus manos alrededor de su cintura y como con ese sonrisa imbécil corresponde a los mimos con los que lo recibe.— Yo también te extrañe mi cielo — Le escucho decir y se me revuelven las extrañas.— No sabes la falta que me has hecho — Jenny besa la comisura de sus labios y me siento morir.— González, si ya terminó ¿Podemos hablar un momento? — Intento mantener la compostura, aunque lo que quiero realmente es tomarla del brazo e insultarla por lo que me está haciendo y partirle la cara a ese mequetrefe de quinta.— Claro, por supuesto. Lo que tenga que decirme, puede hacerlo delante de mi novio.— ¿Perdón?&mda
Jenny— ¡Que rico, así como anoche! —La escucho el corazón se me detiene — ¡Me dejo sola por irse con ella! — pienso quebrándome por dentro.Cruelmente fui puesta en mi lugar por la novia de Serrano, quien sin saberlo me recordó que solo soy un juego y que ella es la oficial, por la que siempre dejará todo y saldrá corriendo. Los veo felices abrazados, restregándome en la cara lo bien que la pasaron anoche, mientras que por mi parte yo, me estaba muriendo.De no haber sido por Adrián, no tengo idea de cómo habrían terminado las cosas. Recogiendo la poca dignidad que me queda del suelo le pido que nos marchemos de allí. Como la novia enamorada que se supone que soy, dejo que acaricie mi espalda mientras caminamos, sonriendo cual estúpida entregada.— De haber sabido que me recibirías as&ia
Su petición me dejó perpleja, mejor dicho en estado de shock, ni en un millón de años me habría imaginado tal cosa. Me quedo en silencio sin hallar que decirle, apenas puedo atinar una media sonrisa, que intenta ocultar el pánico que estoy sintiendo.— Entonces hermosa, ¿Qué me dices?La emoción y el entusiasmo en su expresión saltan a simple vista, sus dientes brillan al igual que sus ojos. Sin dejar de mirarme, delicadamente desliza su dedo índice por mi mejilla hasta acariciar mi barbilla, intentando persuadirme con sus penetrantes ojos.— ¿Con tus padres bello? No lo sé, ¿No es muy pronto para eso?— ¡Ay bellísima! (Suspira) no te me pongas así, que no es nada de lo que estas pensado… es una simple cena con algunos amigos y mis padres. Tampoco es que voy a pedirte matrimonio… Todavía — Suelt
Completamente descolocada Fanny se levanta de su asiento, se sirve un trago doble que bebe de un tirón, arruga la cara por lo amargo del limón y me mira como si hubiese enloquecido, mientras que yo, me encojo de hombros.— ¡Ya va, ya va! A ver si entendí, ¿Tú me estás diciendo que tu primera vez la tuviste aquella noche con ese pesado?— Si, buen no… es que no fue exactamente así.— Explícame bien Jenny, que estoy brutica, no entiendo nada.Necesité un trago doble, para terminar con la explicación; a medida que avanzaba en mi relato, un nudo crecía en mi garganta. Son demasiados los sentimientos que intentaba reprimir. Por más que sea, no es fácil recordar tanto lo bueno como lo malo que viví con él.— Entonces, te enredaste en el jueguito con el profesor y saliste quemada… Es que yo sabía
Narrador Omnisciente:La alegre sonrisa que estaba dibujada en el rostro de Adrián, lentamente se fue esfumando, sin duda, no espera ver llegar a su novia acompañada de alguien más, mucho menos de Fanny, la amiga metiche con la que previamente había tenido un mal momento.— ¿Pasa algo bello? — Pregunto Jenny curiosa.Para ella, no era evidente el desagrado que iba creciendo en Adrián, puesto que el joven aspirante a abogado, sabía disimularlo muy bien a partir de su encanto. Sin embargo, para Fanny fue más que obvio.— ¡Vaya! Parece que te eché a perder la fiesta —Expresó Fanny, con la simpatía que la caracteriza, esa que es capaz de cortar un árbol solo con la mirada. Sonriendo hipócritamente lo observaba de arriba abajo, analizando sus reacciones, ya que, desde el día que se atrevió a gritarle, e
JennyEl recibimiento de la madre de Adrián, me había dejado helada, en especial porque note cierto desagrado hacia Fanny quien no dejaba de mirarme con los ojos picudos.— Por favor, sigamos a la mesa. Hay tanto de lo que debemos conversar — Dice el señor Malavé, tomando a su esposa de la cintura.Adrián hizo lo mismo conmigo, no desperdiciaba oportunidad para abrazarme o pegarse a mi como sanguijuela y aunque al principio no le prestaba atención, empieza a incomodarme, mucho más después de la actitud que tomó su madre en contra de Fanny.— Jenny, cariño ¿Me acompañas un momento al baño? — Fanny se acerca a mí gesticulando con los ojos y sutilmente me separa del regazo de Adrián, gesto que al parecer no le gustó en absoluto a sus padres.— ¡Claro amiga!, Disculpen ¿Nos pueden de