KAT La hora ha llegado. Son las seis de la tarde cuando me monto en el vehículo aparcado en frente de la mansión, es un coche largo de varias plazas para que todos podamos ir. Caleb, sus hermanas mellizas, su hermano con su esposa, una amiga de Caleb que se llama Anne, (es la chica que confundí con su prometida en la oficina) y yo. Juego con mis manos mientras todos se abrochan los cinturones, están bromeando sobre sus vidas. Yo no puedo hacer nada de eso, porque no los conozco. Así que me quedo callada, alzo la cabeza y me encuentro con los ojos brillantes de Caleb en el espejo retrovisor. Estoy sentada justo detrás de él. En el lado del copiloto va Cameron, su hermano, en los asientos de atrás, su esposa Penny, Chelsea y yo. En los de más atrás, Cloe y Anne, parecen llevarse muy bien. Le mantengo la mirada a Caleb, pero él presiona sus labios contrariado y enciende el motor del vehículo. Desvía la vista como si me detestara. Me molesta que no me haga caso. —Penny no debería ve
KAT —Te voy a enseñar lo que realmente es el placer. ¿De verdad? Porque estoy deseándolo, pero soy tan orgullosa que no lo admitiré en voz alta ni aunque me muriese. Ahora entiendo porque la supuesta Diosa Luna me emparejó con Caleb, él me toca de una manera que me hace vibrar. Vibrar de verdad, de esa manera que ni siquiera puedes resistirte o relajarte. El fuego infernal sube por mi sangre como si fuera un volcán a punto de explotar por los aires. Así me siento, como si fuera a explotar por sus caricias. Por su lengua húmeda descubriendo las curvas de mis pechos, no sé si debería tener frío, pero ahora mismo solo pienso en él. En sus besos. En la manera tan exquisita que tiene de chupar mi pezón y succionarlo con sus labios. No se cansa de hacerlo. Sube la mano por mi nuca, hundiendo sus dedos en los mechones rebeldes de mi cabello. Y me devora de nuevo la boca. Se me escapa un gemido. La mano que tiene puesta en mi pecho, baja hasta mi zona baja dejando un rastro de cosquillas
KAT Después de una hora Cameron aparca en el estacionamiento de un bar de la carretera, es completamente de noche. Deberíamos haber salido por la mañana y no por la noche, el viaje hubiera sido menos cansado. Cuando salgo del coche veo un letrero neón con una silueta de un vaso de cerveza. ¡Ugh, casi me queda ciega! Aunque el lugar esté bastante alejado rodeado de pinos altos y en un punto incierto de la carretera, hay bastantes personas en el bar. Cierro la puerta del coche y espero a que todos bajen, inmediatamente todos los ojos se dirigen hacia nosotros. Caleb carraspea a mi lado. —Puede que estemos en mi zona, pero eso no quita que sea peligroso —se acerca a mi oído para susurrarme, siento un cosquilleo subir por mi espalda —. No te alejes de mí. No hagas nada extraño. Cameron abraza por el hombro a su hermano y lo aleja de mí. —Ey, no pasará nada —se giró a mirar a las demás —. ¿Comemos? Todos asentimos. Meto las manos en la sudadera de Caleb, a medida que voy caminando p
KATCuando salgo del baño todo parece normal. La música suena por los altavoces y las personas toman de sus cervezas como si fuera un elixir exquisito. Localizo la mesa en la que están los chicos, ya están tomando bebidas. A medida que me acerco, su acecho me examina sin piedad, pero unos ojos en concreto me hacen estremecer de verdad, creando nervios en mi vientre. Caleb no aparta los ojos de mi cuando tomo asiento en la silla a su lado. No le presto atención. No me interesa ahora. Estoy enojada con él. Qué se vaya con su amiguita al baño a hacer cochinadas. Oh, no. Qué no puede. Porque ya está muerta. Una sonrisa algo malvada tira de mis labios, atrayendo la atención de los presentes. Cloe tiene una expresión divertida, creo que se hace una idea de lo que he hecho. —¿Te puso contenta el refresco? —inquiere Cameron —. Caleb dijo que te gustaría. Pero ninguno de los dos decimos nada. Así que el muchacho sigue con lo suyo, hablando sobre el viaje que nos espera. El único que no
KAT —Los animales salvajes están ahí fuera en el bosque, no solo hay lobos hambrientos sino osos, pumas, castores rabiosos, alces que no dudarán en envestirnos —escucho la voz de Cameron advertirnos —. Vamos a caminar por un extenso recorrido en la montaña, las rocas son resbaladizas por la lluvia, así que —le dirige una mirada a Penny —, ten cuidado y mira por donde pisas, cariño. —Habla habla habla. Vamos, hemos hecho miles de excursiones. Cállate y vamos a la acción —le interrumpe Cloe. Después de doce horas viajando en coche estamos en el punto exacto en la ladera de la montaña, pero solo se puede subir a pie. Canadá no está tan helado como Alaska, pero si que hace un poco de frío aquí afuera. No hay nieve, solo una suave lluvia que moja mi cabello negro. Me hago a un lado un mechón de pelo que se me pega al cachete, mi visión se detiene en mágicamente en Caleb, le está colocando a Anne, su amiga, una mochila cargada. Me siento demasiado asustada de lo que pueda suceder en un f
KATLos chicos han hecho un campamento improvisado con tiendas de campaña en el pequeño claro. Cameron está haciendo un muro pequeño de rocas alrededor de la fogata para que las llamas no se extiendan. Caleb está fuera con Anne a por ramas secas. ¡Por con ella! ¡A solas!Tengo que dejar de tener tantos celos. Puede que sus palabras sean ciertas, pero no estoy cien por cien segura. Ella es una víbora en nuestra familia.Espera. Un momento.¿De dicho nuestra familia? Oh. No.Antes de que pueda gemir del miedo con mis propios pensamientos, me encamino fuera de nuestra zona. Cloe ayuda a su hermano mejor a colocar un toldo por si la lluvia cae y que no nos mojemos y muramos del frío.La verdad no es tan malo están con ellos. Son bastante fríos conmigo pero es normal, he hecho cosas muy malas. No son malos, solo deben aprender a perdonar. Tal vez deba yo también hacerlo y darle una oportunidad con Caleb.¿Y si lo que dice Anne es verdad? No puedo quitarme eso de la cabeza y me complica más
CALEBAlejo a Anne de mis labios con un poco de brusquedad. No puedo creer que me haya besado sabiendo lo que pasa aquí. Yo no puedo corresponderla. Nunca podría. Me observa con confusión en sus facciones, mientras se roza los dedos sobre su barriga. No está abultada ni nada, así que no puedo evitar pensar que lo que cuenta es mentira. —Creo que no me has entendido —murmuro bastante enojado. Sus labios no saben como los de Katherine. Los de ella son más deliciosos, más suaves, más tentadores. Mi alma gemela es la única que puede atreverse a robarle un beso. —No entiendo, cariño. —Te amo cómo amiga, no te quiero perder porque eres un gran apoyo para mi, Anne. Pero no te quieras poner en la misma posición que Kat, mis sentimientos son enormes por ella. Tanto que ni siquiera existe una cifra para contarlos. Es tan mágico, me siento bendecido por todos los dioses. Vibro cada vez que me mira. Añoro cada parte de ella cuando está lejos de mí. Es mi mate, mi pareja destina, la mujer que
KATUna suave llovizna cae de las nubes negras del cielo, me humedece el cabello, pero no me importa porque ya está mojado antes del baño en el lago. Me subo el gorro de la sudadera, su olor sigue estando aquí. Cada vez que respiro. Me altera tanto. Si no fuera tan calentita y suave, me quitaría su maldita prenda.Me duele el corazón.¿Cómo pude haber sido tan tonta? Caleb no me querrá, ya tiene a su propio amor con él.Me está engañando y estoy tan destruida que no puedo hacer nada para evitarlo.Cuando llego al campamento ya todos están alrededor de una fogata, una lona amarrada a unos extremos en los troncos altos, los protege de la lluvia. Están riendo mientras extienden ramas con malvaviscos ensartados, esperan que las llamas del fuego los derrita. Están bromeando. Están felices.Me siento como una nube gris en un cielo radiante.Camino despacio quitándome mechones de cabello del rostro, odio que se pegue cuando está húmedo. Poco a poco me voy acercando más. No hay rastro de Cale