El aroma de las flores y el césped inundan mi nariz, este olor es sin duda tranquilizante, mientras el fresco viento envuelve todo mi cuerpo, una sensación que nunca antes abría experimentado de no seguir a ese viejo, no se cuantos días han pasado desde que llegamos a este lugar, al parecer he logrado adaptarme un poco, no se porque me envía todas las mañanas a la cima de la montaña pero estar aquí me permite presenciar todo mi entorno y disfrutar de hasta el más sutil lugar o animal.

El día siguiente a mi llegada obtuve respuesta a la gran mayoría de mis incógnitas, aparentemente todo empezó hace quinientos años atrás, la humanidad se enfrentó a una gran catástrofe, en la superficie de nuestro planeta surgieron minerales desconocidos de tamaños gigantescos, los cuales generaban ondas radioactivas causando mutaciones en la atmósfera y el ecosistema, un diez por ciento de la humanidad sufrió cambios genéticos debido a esto se crearon los Bejins, quienes superaban a los humanos por mucho, entre ellos habían muchos que utilizaban sus capacidades para imponer el mal o estar por sobre los demás, Doscientos años más tarde aquellos minerales habían desaparecido por completo sin dejar ni un rastro, el avance estaba completo o esto era a lo que muchos habían llegado después de analizar la situación, la tierra tenía que evolucionar y los elegidos de la humanidad junto a ella.

Luego se crearon varias facciones entre las cuales cinco mantenían el orden de los bejins, eso era lo que se decía sin embargo solo era una forma diferente de ver el más fuerte gobernado a los más débiles, junto a estas cinco surgió la facción libre también conocida como Luna Clara, estos eran un grupo conformado por siete bejins los cuales no estaban dispuestos a seguir las normas impuestas por las otras facciones que solo buscan su propio beneficio, Cada uno de estos bejins tenía el poder suficiente para acabar con una facción entera, por lo que la unión dejo que el grupo Luna Clara se estableciera sin embargo nunca accedieron a unirse, las otras cinco eran demaciado ambiciosas pra compartir el poder, aquellos grandes bejins con el tiempo desaparecieron dejando la carga a sus primogénitos.

Aproximadamente unos cincuenta años atrás Luna Clara quien era la mayor potencia de nuestro actual país sufrió un golpe por parte de las otras facciones, estas eran como un zorro acechando su presa, esperando el momento oportuno, Luna Clara había obtenido suficientes integrantes con el tiempo sin embargo no igualaba la fuerza de sus fundadores por lo que era presa fácil para las de más facciones y en estos momentos uno de los siete integrantes más fuertes es mi padre, actualmente no se sabe de su paradero debido a que durante un enfrentamiento contra tres de las facciones enemigas sufrió graves heridas, Se encuentra desaparecido sin embargo no hay noticia de su fallecimiento lo que da una pequeña esperanza de que este recuperándose para contra atacar.

Después de que el viejo me contara todo esto entendí cual es mi papel y porque madre nunca quiso decirme nada, ahora mi meta principal debe ser fortalecerme, si quiero avanzar y ver a Clara, este es el único camino seguro, el poder lo es todo, mientras seas lo suficientemente poderoso para proteger lo que deseas nadie se atreverá a interferir.

Mientras estaba perdido en mis pensamientos escuché una voz gentil mencionar mi nombre.

Chica misteriosa

- Bran!, ¡Bran!.

- Oye!, deja de perder el tiempo, vamos rápido el maestro de lucha se enojada nuevamente si llegamos tarde, ya han sido dos veces que lo hemos hecho, todo por tu culpa!.

Ahora recuerdo, no había estado viniendo a la cima de la montaña solo, Cero ha estado meditando junto a mi todo este tiempo, es tan silenciosa que lo había olvidado.

- Tranquilizate Cero, una vez más, una vez menos, cual sería la diferencia, además el maestro sabe que venimos hasta lo más alto de la montaña todas las mañana por órdenes de mi abuelo, lo peor que podría hacer es poner horas extra de entrenamiento.

Cero

- Por lo mismo no quiero llegar tarde, date prisa, todos los días termino muerta de cansancio y durante las dos veces que llegamos tarde vi una luz hacia el más allá, una vez más y creo que cruzaría el túnel.

Capítulo 5.1 - Impresiones

Un atardecer hermoso se podía observar en lo alto de la montaña, sin saberlo me había dirigido hasta allí, al borde estaba una chica, el reflejo de los últimos rayos de sol resaltaban su hermosa cabellera, la brisa generaba pequeñas ondulaciones las cuales por un momento llegue a pensar eran como la aurora boreal, podía siquiera alguien tener un cabello tan hermoso, luego de un tiempo escuché su tierna voz pronunciar "¿piensas quedarte parado allí o vendrás a observarlo junto a mi?", dirigió su mirada hacia mí, solo podía ver la mitad de su rostro desde donde me encontraba pero este no se quedaba para nada atrás con respecto a su cabello, su mirada era profunda y serena, la observaría cuantas veces pudiera, luego de unos segundos el nombre de "Clara" paso por mi mente, solo respondí su pregunta, "No es necesario, solo estaba de paso, me disculpo por las molestias", al dar vuelta y dirigirme hacia el lugar que me había designado mi abuelo escuche nuevamente su voz "Cero", las preguntas inundaron mi mente en un instante, ¿qué dijo?, ¿Cero?. nuevamente la escuche, "Cero, ese es mi nombre, espero podamos llevarnos bien de ahora en adelante Bran", rápidamente mire hacia atrás y una magnífica sonrisa acompañaba aquel pequeño atardecer, algo que sería difícil de olvidar o tal vez solo quería siempre recordar por ser algo espectacular.

Desde aquel día continué teniendo múltiples encuentros con la chica de las auroras, como ella me dijo "Cero", por ende terminamos siendo un gran par de amigos y la única con la cual puedo olvidar por momentos que estoy en una posición un poco difícil de sobrellevar, pero esto no me detendrá, muy pronto mi inutilidad cambiará, dentro de poco empezarán las clases del despertar, he fortalecido mi cuerpo suficiente para soportar, sin embargo aquí ya no solo participará nuestra familia, no se que tan difícil será pero la emoción abarca todo mi cuerpo debo adaptarme y sobrevivir, así algún día podré hacerlos a todos feliz.