Es una noche tensa, Jane insiste en dormir con nosotros, y el miedo en sus ojos, acompañados con la tristeza, son dolorosos de ver, Sergey está callado, pero la intensidad de su mirada mientras teclea en su computadora, no son precisamente una buena señal, está hablando con su abogado, y sabía que definitivamente no dejaría pasar este incidente por nada del mundo.

Desperté a Jane para darle su cena y ponerle algo más cómodo para dormir, antes de que finalmente se durmiera de nuevo, la dejo en la habitación mientras yo misma voy a darme una ducha, mi mejilla duele y tengo dos pequeños cortes en el pómulo, nada demasiado grave, pero lo suficiente como para que se note un ligero moreton, la bofetada me había dejado demasiado sorprendida al principio, los insultos... no tanto, especialmente porque me hacían preguntarme si realmente era la visión que la familia de Sergey tenía de mi.

Es decir, no soy indiferente a la razón tras la tensión entre Sergey y su padre, pero intento no darle de