Malcolm se ve diferente, y no lo digo simplemente por la mirada oscura y desquiciada que tenía, ni tampoco por el gruñido que lanza al verme, sino porque evidentemente había perdido peso, estaba delgado, su cabello se encontraba despeinado y lleno de grasa oscura, tenía enormes ojeras y sus dientes se habían vuelto amarillos, y no había rastro del viejo amigo que tanto apreciaba en él

- ¿Qué demonios te pasó?- pregunto a causa de la impresión, completamente sorprendido de que siquiera pudiera reconocerlo

- No creas que me ganaste - se quejó el hombre - no eres más que un santurrón de m****a

- En sus exámenes y en su apartamento encontramos rastros de cocaína y un par de drogas fuertes - explicó el detective sentándose a la derecha de la mesa metálica que había bfrente a mi, dónde Malcolm tenía apoyados sus codos y sus manos estaban esposadas al centro de la mesa por medio de una cadena gruesa

- Ya les dije que no es mío - gritó Malcolm, cabreado y con ojos inyectados en sangre, sol