cuando estaba en recuperación, apenas retomando mi habilidad para movilizarme por mi cuenta, cuando apenas Iván tenía cuatro meses de nacido, y se enfermó por primera vez, le dió algo llamado bronquiolitis, y parte de la terapia era sostener una cánula en su boca y administrar un medicamento inhalado en un intervalo específico de tiempo, fue un momento aterrador, especialmente debido a que no podía hacer nada por mi cuenta, ni siquiera cargarlo para darle consuelo, lo que realmente me afectó en su momento, pero algo que nunca olvidaré de ello fue la imágen de Sergey cargando a nuestro hijo atentamente mientras le daba el medicamento, contando pacientemente los segundos, con sus ojos grises atentos a nuestro hijo, su pierna nerviosa era el único indicio de que estaba preocupado, en aquel entonces Iván ya se había aferrado a Sergey cómo la persona que le brindaba la mayoría de cuidados, Kathia más allá de darle pecho ocasionalmente o de crear un pequeño banco de leche para nosotros real