Para cuando finalmente terminamos la cena, no hemos escuchado ningun tipo de discusión, más que el murmullo de la conversación entre Kathia y Nathan, con un ocasional llanto demasiado fuerte que hace que Amara me alnce una mirada molesta.

No voy a mentir, sí he sido un poco egoista con respecto a la situación, pero es que maldita sea, lo unico que quiero es un puto descanso del drama, estar con mis hijos y disfrutar finalmente de mi esposa, pero al parecer, no podré hacerlo hasta que resuelva cada minimo puto problema que se nos presente, ni siquiera hemos podido tener nuestra luna de miel maldita sea.

Pero sigo el consejo de Amara y me limito a hacer lo mínimo que un amigo debería hacer: estar presente, si en algo tenía razón era en el gran apoyo que habían sido Nathan y Kathia en nuestras vidas, ambos habían ayudado con los niños en cada oportunidad, y mientras que la situación era contraria, habían estado con Amara y conmigo. Así que tenía que dejar de ser un idiota y poner de mi p