Mientras estoy en la ducha, no puedo evitar llorar de impotencia nuevamente, habíamos estado tan pero tan cerca de encontrar a Iván que me costaba asimilar el hecho de que Malcolm se nos había escapado justo frente a nuestras narices.

Al llegar a la casa de Nadine habíamos visto un par de coches dejando el lugar, pero ninguno había parecido sospechoso, en ninguno de ellos estaba Malcolm, o eso pensábamos.

La casa de Nadine estaba hecha un desastre y habíamos perdido tiempo en todo el rollo de querer hablar con el hijo de puta, la policía había organizado una redada y yo había tenido el corazón en la mano todo el tiempo, deseando poder ver a mi hijo.

Pero las horas habían pasado y Malcolm no respondía, hasta que finalmente un oficial había recibido la notificación de que el hombre había sido visto a las afueras de la ciudad, en una gasolinera y había dejado un auto, entramos a la casa y el lugar está a hecho un desastre, pero la única evidencia de que Iván había estado allí era un p