PaigeMe encerré en una de las habitaciones de los señores de la casa, para poder contestar la llamada entrante de Thiago.—Hola, cariño ¿Cómo estás? —Me dijo con una voz alegre—No imaginas cuánto te extraño.—También te extraño mucho, mi amor —suspiré tomando asiento en la cama, me fijé en los detalles de las sabanas y cobijas. Qué familia para más ostentosa—Aquí todo es muy aburrido, y todavía vamos a quedarnos por una semana más.—Te tengo una sorpresa muy grande, que seguramente va a encantarte. Apenas estés viniendo a la ciudad, me gustaría que me llamases para que yo pueda ir a verte con cualquier excusa.—O yo me escaparé de mis padres, por eso ni te preocupes —le resté importancia—Cuando vuelva, quiero que empecemos a planificar la boda porque es un proceso muy largo, y no quiero que haya errores.Golpearon la puerta, causándome un susto tremendo.—Tengo que irme ahora, hablamos luego —colgué la llamada de inmediato y escondí mi teléfono en uno de los bolsillos de la chaqueta.
HeavenMe quedé en silencio, analizando cada una de las palabras que Paige pronunció segundos atrás. Pensaba en lo que duro que debe ser para ella tener que ocultar sus sentimientos ante sus padres, buscando evitar que ellos le prohíban hacer lo que su corazón dicte.—Me ha despedido de la empresa, así que tendré que buscar algo en lo que trabajar después —confesó.—Nosotros podemos guardar el secreto...Porque nosotros dos también ocultamos algo a los otros —hablé acercándome a ella de nuevo y abrazándola con cariño, tratando de consolarla, aunque fuese casi imposible.—Heaven tiene razón, ambos hemos empezado a salir hace poco y decidimos callarlo.—Me alegro mucho por ambos, de verdad, hacen una preciosa pareja —se puso de pie—Me fascinaría continuar con esta conversación, pero, temo que necesito dirigirme a mi habitación y recoger mis cosas.—Paige...A mí parecer, creo que, si no vas a volver a esta casa, deberías llevarte absolutamente todo lo que hay en tu dormitorio, incluyendo
PaigeTuve una grata y necesaria conversación con mi futuro esposo respecto a lo sucedido recientemente en mi familia. Habíamos llegado a un acuerdo: nos casaríamos mañana mismo legalmente con la compañía de mis hermanos y la señorita Heaven Duch, y si en caso, en el instante que mis padres se enteren de la verdad, deciden despedir a Thiago del hotel, él no tendrá problema alguno con buscar empleo en otro lugar. La noche había sido eterno, pues, a pesar de todas las heridas recientes, no dejaba de pensar en mis padres y mis hermanos.Casi no dormí, y al día siguiente, pude dormir lo suficiente mientras Thiago se encontraba trabajando en el hotel. Vi la televisión y preparé algo de comida antes que el hombre de mi vida volviese a casa.—Buenas noches, cariño, no imaginas lo feliz que me hace regresar a casa y encontrarme contigo aquí —me tomó por la cintura y besó pequeñas partes de mi cuello.—Thiago, eres un pequeño travieso —le dije sonriente. Ya me sentía mucho mejor que la noche a
HeavenSalí de casa en compañía de mi novio, quien se había tomado la molestia de pasar a recogerme junto a su hermano menor, para dirigirnos al registro civil y acompañar a la dulce Paige en este día, tan apresurado, pero, especial.—Me alegra que ellos dos estén dando este paso, aunque me hubiese gustado mucho más si lo hubieran hecho con tranquilidad y sin tener problemas tan grandes como los que tienen ahora.—¿Cómo van las cosas en casa con sus padres? ¿Ellos han dicho algo sobre Paige? —Me atreví a cuestionarles a ambos, al tiempo que retocaba mi maquillaje.—En realidad, no se ha hablado sobre el tema en absoluto. Mi padre no nos mira ni siquiera a los ojos y mi madre se la vive avergonzada las veinticuatro horas del día, por lo que las cenas y los momentos que compartimos se han vuelto incómodos a más no poder.—Honestamente, espero que las cosas mejoren pronto, y que no se enteren de lo que Paige acaba de hacer.—Se enterarán en algún momento, ya lo sabemos, el problema es qu
TimotheéAcomodé mi cabello con ayuda del espejo del auto. Sonreí en el momento que vi a Violet salir del enorme hospital en el que trabajaba, pero, la sonrisa desapareció cuando me di cuenta que estaba llorando a mares.—Hola, linda ¿Qué sucede? —Sin preguntar o decir más que eso, la envolví en mis brazos, intentando consolarla un poco. Apenas la abracé, su llanto incrementó.—Sé que el día en que opté por seguir medicina en la universidad, incluso desde que descubrí que me fascinaba todo lo referente a la anatomía, sabía muy bien que también me exponía a sufrir mucho cuando fuera una cirujana. Y a pesar que, ya he pasado por la misma situación miles de veces, y que el dolor ha ido disminuyendo lentamente, aunque jamás dejará de ser muy difícil para los que nos dedicamos a esto, no puedo evitar sentirme de esta forma —en verdad, estaba muy dolida—He perdido a un niño, y me ha dolido el alma...Era un niño muy alegre, pero, estaba muy enfermo e hicimos todo lo que estaba en nuestras ma
HeavenSuspiré con cansancio al tiempo que tomaba un poco de agua. Había muchas cosas que hacer en el hotel, más porque mi trabajo había estado pausado por unos días debido al viaje que tuve a Londres. En la oficina ni en el piso de hotel, existía ni un solo ruido logrando que fuese un ambiente totalmente perfecto para cumplir con las labores.La puerta de mi oficina sonó, indicando que alguien estaba entrando. Imaginé que se trataba de Alexandre así que me limité a sonreír y no levanté la vista en ningún momento. Me llevé una gran sonrisa sorpresa en el instante que una caja de regalo fue asentada en mi escritorio, obligándome a levantar la vista. Al hacerlo, me encontré con una persona que me llenó de desagrado el alma. Se trataba de Tristán Grey, el hombre que no paraba de acosarme desde el maldito día en el que coincidimos en una boda.—¿Qué hace usted aquí? —Sin ponerme de pie, arrugué la frente y me crucé de brazos—¿Para qué carajos ha venido al hotel y ha entrado a mi oficina?
HeavenApreté mis manos entre sí para no estresarme tanto luego de estar más de cuatro horas en la maldita sala de juntas, organizando un enorme evento que íbamos a tener dentro de un mes y dos días. El hecho de que el señor Clarck no hacía más que aburrir con su expresión molesta, no ayudaba en lo absoluto.—En resumen, este desfile va a ser muy grande, por la calidad que vamos a presentar y la clase de personas que son aquellos que forman parte del personal de la Empresa Bosko —expresó y todos asintieron al unísono.—Muy bien, si me permiten interrumpir un segundo —señalé aclarándome la garganta y pasando a la pizarra de la sala de juntas—Me parece que también es crucial que aprendamos el nombre de cada persona de la empresa mencionada anteriormente, para buscar crear una buena atención que dará una muy buena crítica de nosotros. Es importante diferenciar quién es el jefe, modelos, diseñadores y editores para no cometer errores graves. Y no cometer errores respecto a la etiqueta de
DaphneCrucé las piernas por enésima vez en menos de diez minutos. Mis padres me habían pedido hablar con ellos y para lo mismo, se habían tomado la molestia de venir hasta Noruega. Mi madre lucía evidentemente molesta y mi padre igual, aquello lo notaba por las malditas expresiones que tenían. No imaginaba lo que iban a decirme, y eso me preocupaba muchísimo. No comprendía por qué razón tenían que viajar hasta acá en lugar de enviarme un mensaje o hacerlo mediante una llamada telefónica.—Muy bien, supongo que ya es el momento de qué me digan de qué se trata todo esto. Han viajado desde Estados Unidos hasta acá y no creo que sea por una simple razón —comencé a jugar con mis dedos. Me estaba volviendo loca.—Daphne, queremos que el matrimonio se lleve a cabo el mes siguiente, no hay excusas para que llegue a cumplirse. Volverás a Nueva York en un par de días, sin avisarle a nadie —mamá me miró con enojo.Disculpa, no entiendo nada.—¿Qué has dicho? Mamá, no comprendo qué sucede —me pu