PaigeEsbocé una sonrisa coqueta cuando me preparaba para salir del hotel y tener mi anhelado encuentro con el hombre que me robaba cientos de suspiros. Los latidos del corazón eran cada vez mucho más fuertes y mi emoción, infinita, sin embargo, todos mis planes se fueron al carajo cuando me encontré con mi amado padre cara a cara.—Paige ¿A dónde vas a con esa sonrisita tan burlona? —Enarcó una ceja, y al apenas escuchar la estupidez que salió de su boca, toda la felicidad se terminó, convirtiéndose en molestia y fastidio.—Voy a casa, ya no quiero estar ni un solo minuto más en esta fiesta tan tonta y además, he tenido bastante dolor ocular por lo que planeo descansar y dormir como una momia ¿Te molesta que lo vaya a hacer? —Traté que mi rostro no luciera tan irritado al momento de contestarle.—Entiendo que te sientas un poco indispuesta, pero, hay alguien que quiero presentarte esta noche...Hoy tenemos a muchas personas importantes en el mismo lugar, y sería el día indicado para p
PaigeSubí con lentitud hasta llegar al departamento de Thiago, que estaba en el piso número diez, puesto a que no sabía que me esperaba. Pero, la curiosidad superó todas las inseguridades, y abrí la puerta sin saber lo que estaría del otro lado. Al estar adentro, las piernas me temblaron cuando vi todo lo que había hecho por mí.En el medio de la sala, acomodó la mesa con un mantel blanco y alrededor de ella, en el piso, lo adornó de pétalos de rosa azules y rojas. Encima de ella, se encontraban velas y él me esperaba con un ramo en las manos y una sonrisa tímida.—Paige, te estaba esperando —me acerqué a él, aun siendo tímida. No obstante, supongo que cuando de verdad adoras a una persona, los nervios y todo aquello, jamás desaparece gracias al afecto—He preparado esto para ti, preciosa.—¿Qué es eso, Thiago? ¿Por qué me has tenido esperando por poco más de media hora en el estacionamiento? Eres demasiado caballeroso como para hacerme eso ¿No me equivoco, cierto?—En esta ocasión, t
TimotheéLlegué a la fiesta que Violet me había invitado la otra noche, durante aquella noche que nos conocimos y disfrutamos de nuestra compañía. Era lunes por la tarde, y yo tuve que salir del trabajo un poco más temprano de lo normal para ir al lugar que ella me pidió con anterioridad. Entré y la visualicé entre un grupo pequeño de personas, le hice un gesto para que se diera cuenta de mi presencia. Por fortuna, lo hizo y se acercó a mí.—¡Timotheé, qué alegría verte aquí mi vida! —Besó mis mejillas y me abrazó con calidez—Creía que no vendrías a verme por culpa de tu apretada agenda.—Salí del trabajo un poco temprano para venir, aunque a madre no le gustó —le acepté una copa—¿Qué se celebra hoy?—Uno de nuestros cirujanos ha llevado a cabo su cirugía tres mil y queríamos festejarlo, porque es un logro bastante especial.—Por supuesto que sí —arreglé mi traje—¿Cómo has estado Violet? ¿Todo ha ido bien?—Sí, sí, cansando en realidad. Pero, ese es mi trabajo y no hay nada que pueda
HeavenAl final, sí había decidido quedarme con ese apartamento así que yo y Alexandre fuimos a verlo unos cuantos días después y pagué la entrada y tres meses por adelantado, por lo que desde ayer he estado viviendo en él. Es mucho más cómodo, puesto que, estoy completamente sola, sin molestar a los padres de mi novio y, al fin y al cabo, es un espacio solo para mí en el que voy a hacer lo que se me venga en gana.Ahora mismo, me encontraba en casa, apenas acababa de entrar. Los señores Clarck, Paige y Timotheé iban a pasar el fin de semana en las afueras de la ciudad. Sin embargo, Alexandre no pudo ir con ellos debido a que tenía trabajo pendiente y prefería dedicarse a eso en lugar de a unos días de descanso.Me senté en el mueble luego de sacarme los zapatos y busqué el teléfono en mi pequeño bolso. Al encontrarlo, marqué el número de mi novio:—Buenas noches, señor Clarck ¿Usted ya ha terminado todo el trabajo pendiente? —Solté una risita, nerviosa.—Estoy a punto de culminarlo,
PaigeMe encerré en una de las habitaciones de los señores de la casa, para poder contestar la llamada entrante de Thiago.—Hola, cariño ¿Cómo estás? —Me dijo con una voz alegre—No imaginas cuánto te extraño.—También te extraño mucho, mi amor —suspiré tomando asiento en la cama, me fijé en los detalles de las sabanas y cobijas. Qué familia para más ostentosa—Aquí todo es muy aburrido, y todavía vamos a quedarnos por una semana más.—Te tengo una sorpresa muy grande, que seguramente va a encantarte. Apenas estés viniendo a la ciudad, me gustaría que me llamases para que yo pueda ir a verte con cualquier excusa.—O yo me escaparé de mis padres, por eso ni te preocupes —le resté importancia—Cuando vuelva, quiero que empecemos a planificar la boda porque es un proceso muy largo, y no quiero que haya errores.Golpearon la puerta, causándome un susto tremendo.—Tengo que irme ahora, hablamos luego —colgué la llamada de inmediato y escondí mi teléfono en uno de los bolsillos de la chaqueta.
HeavenMe quedé en silencio, analizando cada una de las palabras que Paige pronunció segundos atrás. Pensaba en lo que duro que debe ser para ella tener que ocultar sus sentimientos ante sus padres, buscando evitar que ellos le prohíban hacer lo que su corazón dicte.—Me ha despedido de la empresa, así que tendré que buscar algo en lo que trabajar después —confesó.—Nosotros podemos guardar el secreto...Porque nosotros dos también ocultamos algo a los otros —hablé acercándome a ella de nuevo y abrazándola con cariño, tratando de consolarla, aunque fuese casi imposible.—Heaven tiene razón, ambos hemos empezado a salir hace poco y decidimos callarlo.—Me alegro mucho por ambos, de verdad, hacen una preciosa pareja —se puso de pie—Me fascinaría continuar con esta conversación, pero, temo que necesito dirigirme a mi habitación y recoger mis cosas.—Paige...A mí parecer, creo que, si no vas a volver a esta casa, deberías llevarte absolutamente todo lo que hay en tu dormitorio, incluyendo
PaigeTuve una grata y necesaria conversación con mi futuro esposo respecto a lo sucedido recientemente en mi familia. Habíamos llegado a un acuerdo: nos casaríamos mañana mismo legalmente con la compañía de mis hermanos y la señorita Heaven Duch, y si en caso, en el instante que mis padres se enteren de la verdad, deciden despedir a Thiago del hotel, él no tendrá problema alguno con buscar empleo en otro lugar. La noche había sido eterno, pues, a pesar de todas las heridas recientes, no dejaba de pensar en mis padres y mis hermanos.Casi no dormí, y al día siguiente, pude dormir lo suficiente mientras Thiago se encontraba trabajando en el hotel. Vi la televisión y preparé algo de comida antes que el hombre de mi vida volviese a casa.—Buenas noches, cariño, no imaginas lo feliz que me hace regresar a casa y encontrarme contigo aquí —me tomó por la cintura y besó pequeñas partes de mi cuello.—Thiago, eres un pequeño travieso —le dije sonriente. Ya me sentía mucho mejor que la noche a
HeavenSalí de casa en compañía de mi novio, quien se había tomado la molestia de pasar a recogerme junto a su hermano menor, para dirigirnos al registro civil y acompañar a la dulce Paige en este día, tan apresurado, pero, especial.—Me alegra que ellos dos estén dando este paso, aunque me hubiese gustado mucho más si lo hubieran hecho con tranquilidad y sin tener problemas tan grandes como los que tienen ahora.—¿Cómo van las cosas en casa con sus padres? ¿Ellos han dicho algo sobre Paige? —Me atreví a cuestionarles a ambos, al tiempo que retocaba mi maquillaje.—En realidad, no se ha hablado sobre el tema en absoluto. Mi padre no nos mira ni siquiera a los ojos y mi madre se la vive avergonzada las veinticuatro horas del día, por lo que las cenas y los momentos que compartimos se han vuelto incómodos a más no poder.—Honestamente, espero que las cosas mejoren pronto, y que no se enteren de lo que Paige acaba de hacer.—Se enterarán en algún momento, ya lo sabemos, el problema es qu