Ella vuelve a resoplar, me mira molesta e irritada. Toda esta discusión y gritos me recuerdan mucho a cuando volví de terapia, volvemos a lo mismo de siempre... todos esos malos recuerdos regresan a mi mente repentinamente, unas pequeñas lagrimas se empiezan a asomar por mis ojos, pero trato de evitar llorar frente a ella, no quiero que me siga regañando.—Eres una necia, no piensas bien las cosas, eres estúpida y lo peor es que no aprendes de tus errores, es por eso que la gente te trata como su pendeja, eso me frustra y me molesta, provienes de la madre Gaia y dejas que unos simples humanos te arrastren por el suelo.Giro los ojos y le hago un puchero.—No es algo que te afecte, nadie sabe lo que soy y la verdad no me importa si te gusta la idea de que esté con Reese o no, ni siquiera lo conoces.—¡Y seguramente tu tampoco! ¿No aprendiste nada con el pendejo ese?—Al menos parece ser mejor persona que él, de igual forma no se puede hacer nada por más que te estés quejando y decirle
Se me queda viendo, imaginando como me vería vestida de forma que mis orejas y cola combinen, se pierde por completo en sus pensamientos. Cuando llega el camión tengo que tomarla del brazo para que entre, porque sigue sin reaccionar.Hemos estado fuera por bastante tiempo y hemos recorrido un montón de tiendas, pero nada de lo que vemos le gusta a mi amiga. De lo agobiada que se siente, terminamos por tomarnos un respiro en una cafetería que está en el paso, es un lugar bastante tranquilo y muy relajante.—Que frustrante... llevamos horas buscando y nada, estoy empezando a darme por vencida.—Tranquila Karla, seguramente encontraremos algo en las siguientes tiendas, recuerda que todavía estamos a tiempo.Mientras comemos, miro por la ventana y veo como Rowan se detiene al otro lado de la calle, estacionando su moto, viene con una mujer rubia y de excelente cuerpo, ella le abraza por la espalda para luego besarlo en los labios. Mi corazón se estruja al ver esto, para dejar de seguir vi
Terminamos de comer y nos quedamos un rato más sentadas, resignándonos a seguir buscando más tiendas. Mientras descansamos, miro de forma breve hacia la mesa de Rowan, la chica casi se baja los pantalones ahí mismo, lista para montarlo, él por su parte se nota indiferente ante la chica, está concentrado en comer. Él levanta un poco la cabeza y nuestros ojos se encuentran fugazmente ya que he regresado la vista a mi amiga.—Hora de irse.Al parecer ella también se ha dado cuenta de lo ocurrido. Tomamos nuestras cosas y salimos apresuradas de la cafetería, ella me empuja suavemente a la salida y yo de forma torpe camino, guardando mis cosas.—Oye, ¿No es extraño que Reese no te haya llamado o buscado? Espero no sea de mala suerte que lo diga, pero... espero que no esté molesto.De tan sólo pensar que él se haya enojado me pone los pelos de punta; había olvidado por completo que los hijos nacidos de la luna son muy sobreprotectores con los suyos.—No creo, espero que no.… seguramente deb
Escucho como caminan en mi dirección y regreso la vista al teléfono, tratando de ignorar lo que sucede frene a mí.—Vamos, que ya es tarde— Su voz es ronca y pesada, se nota bastante imponente.Levanto la mirada hacia él y le dedico una pequeña cálida y tierna sonrisa, esperando que con esto deje de estar molesto.—Estoy esperando a Karla, todavía está eligiendo un disfraz.—Vamos— Repite molesto. —Gabriel se queda con ella.Miro a espaldas de Reese y veo que Gabriel está ahí parado, cruzado de brazos y viendo todo lo que le rodea de forma curiosa.—Deja le aviso, no tardo.Me levanto de mi lugar y me voy a la parte de atrás sin esperar a que él me conteste. Está furioso y espero que no sea por la presencia de Rowan. Llego hasta donde está Karla y le digo que me tengo que ir, pero que Gabriel se queda con ella.Enseguida los ojos de mi amiga se iluminan y una enorme sonrisa se le dibuja en sus labios rosados al tiempo que aprieta las piernas ansiosa, parece que se pierde en sus pensam
—Dentro de poco, Gaia nos va a bendecir... seguramente se formarán muchas parejas en la aldea como siempre.Nos tomamos de las manos y entrelazamos nuestros dedos, yo lo aprieto con algo de fuerza, odio admitir que tengo miedo de que esos días lleguen, ya no por tener crias con Reese, sino por las sombras.—Para esas fechas ¿No deberías volver a tu aldea? Imagino que tu padre querrá que vuelvas para buscar pareja.—Le he dicho que no voy a ir, que tengo a alguien aquí y tiene ganas de conocerte, le dije que en la próxima fiesta de los espíritus te llevaré a que le conozcas.—¿Fiesta de los espíritus? ¿Qué es eso?Un gruñido, seguido de un sonido gutural se le escapa de las gargantas, me voltea a ver enojado.—Es la noche en la que damos tributos a los espíritus de la naturaleza, agradeciendo por sus bendiciones y pidiéndoles que nos siga acompañando durante muchos siglos más— Aprieta suavemente mi mano y hace que lo voltee a ver. —¿Sabes algo acerca de los espíritus?Una risa nerviosa
—Madre... ya hablé con mi padre ¿Podrían dejar de molestarme? Estoy ocupado.—¡¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma niño malcriado!? — Grita histérica y molesta su madre.El grito fue tan fuerte que hasta yo lo escuche. Abro los ojos de par en par al escuchar tanto el grito de la señora como la forma en como le ha hablado a su madre, a mí ni se me ocurriría decirle eso a mi madre, que seguramente me mete una buena bofetada, de ida y de regreso.—Madre... estoy ocupado en un asunto muy importante ¿Podrían dejar de marcarme? — Habla de una forma un poco más tranquila que antes. —No madre, todavía no....Otra vez volvemos a la conversación de “Si, no, tranquila y todo va a estar bien”, me muerdo los labios para evitar soltarme a carcajadas mientras habla por teléfono, me da mucha risa ver la expresión de fastidio de Reese, que por más que trata de colgar la llamada no puede, ya que su madre sigue preguntando un mundo de cosas.—Madre, deja de buscarme parejas para las noches de Gaia,
A duras penas escucho lo que dice la otra persona al otro lado del teléfono, pero viendo la cara del lobo, se nota que no es nada agradable y que detesta. De forma instintiva restriego suavemente mi rostro contra su mejilla y algunos pequeños ronroneos se me escapan. Reese por su parte, cierra los ojos y se deja llevar.—¿¡Me estas escuchando?! ¿Quién está ronroneando? No me digas que te has juntado con una mujer gato.—No... ¿Ya terminaste? Iré a dormir, tengo cosas que hacer mañana y ni te molestes en llamar a mitad de la noche, que tendré apagado el celular, quiero dormir sin interrupciones.—¡Reese, te estoy preguntando algo!Sin contestarle, cuelga la llamada y guarda su teléfono en uno de sus bolsillos. Pasa una de sus manos sobre mi cabello y desliza con suavidad sus dedos sobre mis risos. Un extraño sentimiento de calidez desborda por cada poro de mi piel al tiempo que se eriza junto con los vellos de mi nuca, abro un poco los ojos y me encuentro con los ojos dorados de Reese.
—Mierda... ¿Y qué vas a hacer? ¿Ya sabe que eres una zorra? ¿Se va a enojar porque no se quede con esa tal Nataly? ¿Irán a hablar con tus padres?—Emm... Reese le colgó y no sé si vaya a tener problemas, segundo dijo él, esta región es permitido las relaciones mixtas, pero... parece que su madre se ve muy entusiasmada con aquella chica y quiere que vaya cuando los días de Gaia lleguen.Ella se queda boquiabierta y luego se tapa con su mano derecha, sus ojos se han abierto tanto que parece que se le van a salir de las orbitas, con su mano izquierda me da un leve empujón con la yema de sus dedos, su expresión de incredulidad me da risa.—Santos cielos... Reese tiene los pantalones bien puestos ¿O es que está loco?, pero me preocupa que esa tal Nataly te traiga problemas, lo que menos necesitas ahora es que ella te esté acosando y molestando.Me encojo levemente de hombros y le dedico media sonrisa, me acomodo en mi lugar y saco el teléfono de mi bolsillo, que se me está empezando a ente