—Dentro de poco, Gaia nos va a bendecir... seguramente se formarán muchas parejas en la aldea como siempre.Nos tomamos de las manos y entrelazamos nuestros dedos, yo lo aprieto con algo de fuerza, odio admitir que tengo miedo de que esos días lleguen, ya no por tener crias con Reese, sino por las sombras.—Para esas fechas ¿No deberías volver a tu aldea? Imagino que tu padre querrá que vuelvas para buscar pareja.—Le he dicho que no voy a ir, que tengo a alguien aquí y tiene ganas de conocerte, le dije que en la próxima fiesta de los espíritus te llevaré a que le conozcas.—¿Fiesta de los espíritus? ¿Qué es eso?Un gruñido, seguido de un sonido gutural se le escapa de las gargantas, me voltea a ver enojado.—Es la noche en la que damos tributos a los espíritus de la naturaleza, agradeciendo por sus bendiciones y pidiéndoles que nos siga acompañando durante muchos siglos más— Aprieta suavemente mi mano y hace que lo voltee a ver. —¿Sabes algo acerca de los espíritus?Una risa nerviosa
—Madre... ya hablé con mi padre ¿Podrían dejar de molestarme? Estoy ocupado.—¡¿Cómo te atreves a hablarme de esa forma niño malcriado!? — Grita histérica y molesta su madre.El grito fue tan fuerte que hasta yo lo escuche. Abro los ojos de par en par al escuchar tanto el grito de la señora como la forma en como le ha hablado a su madre, a mí ni se me ocurriría decirle eso a mi madre, que seguramente me mete una buena bofetada, de ida y de regreso.—Madre... estoy ocupado en un asunto muy importante ¿Podrían dejar de marcarme? — Habla de una forma un poco más tranquila que antes. —No madre, todavía no....Otra vez volvemos a la conversación de “Si, no, tranquila y todo va a estar bien”, me muerdo los labios para evitar soltarme a carcajadas mientras habla por teléfono, me da mucha risa ver la expresión de fastidio de Reese, que por más que trata de colgar la llamada no puede, ya que su madre sigue preguntando un mundo de cosas.—Madre, deja de buscarme parejas para las noches de Gaia,
A duras penas escucho lo que dice la otra persona al otro lado del teléfono, pero viendo la cara del lobo, se nota que no es nada agradable y que detesta. De forma instintiva restriego suavemente mi rostro contra su mejilla y algunos pequeños ronroneos se me escapan. Reese por su parte, cierra los ojos y se deja llevar.—¿¡Me estas escuchando?! ¿Quién está ronroneando? No me digas que te has juntado con una mujer gato.—No... ¿Ya terminaste? Iré a dormir, tengo cosas que hacer mañana y ni te molestes en llamar a mitad de la noche, que tendré apagado el celular, quiero dormir sin interrupciones.—¡Reese, te estoy preguntando algo!Sin contestarle, cuelga la llamada y guarda su teléfono en uno de sus bolsillos. Pasa una de sus manos sobre mi cabello y desliza con suavidad sus dedos sobre mis risos. Un extraño sentimiento de calidez desborda por cada poro de mi piel al tiempo que se eriza junto con los vellos de mi nuca, abro un poco los ojos y me encuentro con los ojos dorados de Reese.
—Mierda... ¿Y qué vas a hacer? ¿Ya sabe que eres una zorra? ¿Se va a enojar porque no se quede con esa tal Nataly? ¿Irán a hablar con tus padres?—Emm... Reese le colgó y no sé si vaya a tener problemas, segundo dijo él, esta región es permitido las relaciones mixtas, pero... parece que su madre se ve muy entusiasmada con aquella chica y quiere que vaya cuando los días de Gaia lleguen.Ella se queda boquiabierta y luego se tapa con su mano derecha, sus ojos se han abierto tanto que parece que se le van a salir de las orbitas, con su mano izquierda me da un leve empujón con la yema de sus dedos, su expresión de incredulidad me da risa.—Santos cielos... Reese tiene los pantalones bien puestos ¿O es que está loco?, pero me preocupa que esa tal Nataly te traiga problemas, lo que menos necesitas ahora es que ella te esté acosando y molestando.Me encojo levemente de hombros y le dedico media sonrisa, me acomodo en mi lugar y saco el teléfono de mi bolsillo, que se me está empezando a ente
Levanto la vista al frente y veo a alguien parado en la penumbra, me muerdo con fuerza el labio y mi cuerpo tiembla, trato de controlar lo mejor que puedo mis impulsos de chillar de miedo, no quiero que este hombre se ponga más histérico de lo que ya está. Sin darle una respuesta cuelgo la llamada y guardo el teléfono en mi pantalón.Camino unos metros más para acercarme, seguramente será una noche muy, pero muy larga y tediosa, ruego a Gaia porque no sea así.Ella se acerca también a mí, tiene el ceño fruncido y los labios curvados, claramente furiosa. Me sobo las sienes y trato de mantener la compostura, he convivido muchos años con ella y sé que discutir apenas viéndola, no llegaré a nada y podría tirarme toda la noche discutiendo con mi hermana.—Qué alegría ver que no te siguió ese perro, pensé que tendría que lidiar con él también.Niego con la cabeza suavemente, me froto la cara y resoplo.—No, no vino conmigo y no deberías hablar así de él, recuerda que Darren y papá son igual
—¡Donna! ¿¡Que hiciste?!—B-Bueno... fue un accidente.Me pongo a lado de Reese y le cuento a mi hermana todo lo que ocurrió ese día, ella está cada vez más molesta y furiosa, pasa sus manos por su cabeza haciendo hacia atrás su cabello. Su rostro se pone pálido y ahora está preocupada, bueno, preocupada seria por decirlo menos.—¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan preocupada?—Donna, una relación como la de ustedes es peligrosa y por lo visto, estás en la completa ignorancia— Sus ojos se posan sobre Reese y lo fulmina. —¿Tu no le has dicho?—Eso trataba de decirle la otra noche, pero me vi interrumpido.Me doy cuenta de que he quedado excluida de la conversación y eso no me agrada, parece que, por haberme distraído en las explicaciones de mi madre, me he perdido de un dato bastante interesante... eso me preocupa bastante.—Bueno, me gustaría saber que me estoy perdiendo... ¿Alguien podría decirme que sucede?—Mira Aiko, cuando se crea un lazo de Gaia, las dos partes se llegan a unir de u
Pone sus manos sobre mi cintura y me dedica una enorme sonrisa, me acerca a él y nos miramos con intensidad. Viéndolo a los ojos de esta forma me hace ver que no estoy sola en todo esto... que... tengo a alguien a mi lado que me va a cuidar y proteger, que va a afrontar conmigo toda esta situación.—Tranquila Donna, todo va a salir bien.—Eso espero, pero la verdad es que poco pueden hacer realmente, seguramente me van a regañar como no tienes idea y de ahí no va a pasar a más.—Entonces no te agobies por algo que no irá a más, lo que menos necesitas es estar presionada por cosas sin sentido y que no tienen solución.Resoplo con fuerza, Reese tiene razón, no puedo estar agobiándome por algo que no tiene sentido ni que tampoco puedo controlar, lo echo hecho está y no se puede volver atrás en el tiempo y aunque pudiera, no lo haría, debo admitir que me gusta está relación que tengo con el peludo.—Sabes, ahora que lo pienso... me gusta estar contigo, sólo que me preocupa todas las conse
Miro en dirección a donde ella tiene los ojos posados y no veo nada ni tampoco noto nada en el aire, vuelvo a mirarla de reojo, su expresión es bastante seria, al punto que da repelús. Me doy un golpe en la frente y rebusco en mi bolsa mi frasco de medicamentos, para mi mala suerte, hoy me tomé la última.—Adelántense al campus, las veré después.Sin esperar a que me contesten, me encamino a la farmacia. Menos mal que ando por todas partes mi receta médica, no quiero que la gente piense que soy una adicta o algo por el estilo.Termino de comprar mi medicamento y salgo de la farmacia, mientras camino, guardo mis cosas en mi bolso, pero por mi despiste termino chocando con alguien, levanto la mirada mientras me disculpo, pero me quedo sorprendida al verlo.—Donny... que sorpresa— Su voz es algo ronca.—Rowan...— Es lo único que alcanzo a decir ya que me he quedado sin palabras.—¿Vienes por una prueba? — Ríe entre dientes—No, vine por mi medicamento... y-yo... me tengo que ir.Me estoy