Hace un puchero y se cruza de brazos, la conversación se ha dado por terminada y mejor para mí, así no tendré que lidiar con ella y su infinidad de preguntas. Al estar más tranquilo, por fin puedo relajar un poco los hombros, he tensado demasiado los músculos y no me había percatado de ello hasta ahora.Salimos del templo y nos encontramos con enorme campo abierto, a los costados se puede ver el bosque y enfrente de nosotros, muy a la distancia, se alcanza a ver un templo rodeado de enormes pilares de piedra, parece que llegan al cielo.—Hace un excelente día, Gaia está feliz y es un buen momento para invocar a los espíritus.Durante los siguientes minutos, caminamos en completo silencio. Muchos pensarán que me siento incómodo por esto o que me intimida hablar, pero no, no es el caso, honestamente disfruto mucho del silencio y mientras menos conversación tenga, mejor, hablar no es lo mío, así como la paciencia, me alegra que Donna sea lo contrario a mí.Estando más cerca de los pilare
—Primero tienes que reconciliarte con tus raíces, abandoné este lugar en busca de algo mejor— Se aleja del pedestal y empieza a caminar por el lugar. —Es verdad que ayudé a construir este lugar, peor sabía que quedarme aquí acolitando y rezando a Gaia no nos iba a ayudar a detener a la oscuridad, así que decidí viajar por el mundo peleando y enfrentándome a sus engendros, en mi camino, logré hacerme con un pequeño grupo de guerreros.Me quedo en silencio, esperando a que siga con su relato, supongo que él debe estar pendiente de lo que ocurre en el mundo de los vivos, si no, luego le cuento lo que ha pasado con nosotros y de cómo hemos sido reducidos a un pequeño grupo.—Con el tiempo nos asentamos en un lugar y creamos nuestra aldea, como era lógico, yo era el líder del clan, era su Alfa... llevé a la gloria a mi gente y les di la mejor descendencia que se podía tener en aquel tiempo.—Y lo agradecemos, aunque...Me mira por encima de su hombro y arquea una ceja, luego se gira sobre
Estando cerca, me siento a las raíces de un árbol y me quedo callado, mirando con atención a Donna, su respiración es agitada y algunas pequeñas perlas de sudor se asoman por su frente, su abuelo le corrige algunas cosas y le dice que vuelva a intentarlo. Se queda entrenando por un rato más, hasta que su cuerpo se termina desplomando en el suelo, pero antes de que caiga, me apresuro a su lado y la tomo entre mis brazos.—Hola— Me susurra con suavidad, le está costando trabajo recuperar el aliento.—Hey— Le respondo en un ligero tono divertido. —Es hora que descanses, llevas entrenando bastante tiempo.—Quizás, pero no siento que sea suficiente.—Claro que sí, hora de descansar.La llevo hasta donde estaba sentado y la acomodo en mi regazo, ella cierra los ojos y pega su oído en mi pecho, de lo cansada que está, se termina quedando dormida. Kenji nos dice que volvamos al templo para que descansemos, asiento con la cabeza y me levanto de mi lugar, Rowan de forma “amable” se ofrece a lle
—¿Cuántos años tienes? Te notas bastante entusiasmado, como si fuerzas un cachorro— Se burla el acechador de su entusiasmo.—Tengo noventa años— Se le escucha un poco molesto. —Pero mi entusiasmo no tiene nada que ver con mi edad, siempre me pongo así cuando se trata de entrenamientos.—¿Con tan poca edad entrenaste al abuelo de Donna? Me impresionas. — Se le escucha el sarcasmo en la voz.—Rowan— Intervengo en tono serio. —Su edad es lo de menos, lo único que importa es que está ayudándonos y listo, el resto de cosas no importan.Un simple “Jum” es lo único que recibo por parte del acechador, para después seguir comiendo de forma tranquila y en silencio; bendita paz, gracias madre tierra. Antes de que termine de cenar, escucho unos pasos a mis espaldas y miro enseguida por encima de mi hombro.Donna se ha levantado, se está rascando los ojos y su mirada todavía es somnolienta, se acerca a mí a paso torpe y acto seguido, se tumba sobre mi espalda, apoya su barbilla en mi hombro y un p
Donna.Paz y tranquilidad, es lo que me transmite este momento, solo mi esposo y yo en estas cuatro paredes, me giro hacia el lado de Reese y con una de mis manos lo busco, pero al no encontrarlo, abro enseguida los ojos y veo que no está, hace rato que se ha ido, ya que el calor que siempre deja no se encuentra. Me siento en la cama y veo que estoy completamente sola, la luz del sol se asoma por la ventana dejándome ver con claridad lo que me rodea.—¿A dónde habrá ido? — Murmuro para mí misma mientras me levanto y arreglo.Salgo de la habitación y veo a mi abuelo sentado a la mesa en compañía de Rowan, han preparado el desayuno, me acerco a ellos y les pregunto por Reese. Mi abuelo me informa que se ha ido a entrenar desde muy temprano con Kenjiro.Sabiendo esto, me dejo caer sobre una de las sillas y empiezo a desayunar, bastante desanimada por no haberme podido despedir de él, pero era lógico, estaba demasiado cansada como para poderme despertar. Miro mi plato como si fuera algo e
Si pensaba que mi puntería con los proyectiles mágicos era mala, con el arco y las flechas es peor, en especial a la hora de tensar el arco, incluso me he pelado una parte de mi mano al soltar de la cuerda y los dedos con los que tenso el arco me duelen. Mi abuelo me ha dicho que mañana me va a dar algo para poder usar con mayor eficiencia el arco.A la mañana siguiente, me cuesta mucho trabajo levantarme, mi cuerpo me duele y mis piernas no me responden, pero me obligo a mí misma a ponerme de pie, tengo que hacerlo, no voy a quedarme atrás, mi esposo no ha regresado desde ayer y eso me inspira a mejorar. Apenas me levanto de la cama, un gruñido de dolor se me escapa y caigo al suelo, con las palmas de mis manos golpeo mis rodillas y me vuelvo a poner de pie.Regresamos a nuestro lugar de entrenamiento y mi abuelo me ha entregado un protector para mi brazo izquierdo y un guante para mi brazo derecho, me acomodo el arco y lo tenso, se nota demasiado la diferencia, me siento mucho más c
Donna me mira con el ceño fruncido, noto en sus ojos que se niega a dejarme solo, pero sus palabras son un “Lo entiendo, cuidate y procura no poner tu vida en riesgo... recuerda que tienes que volver a casa”, asiento con la cabeza y le doy un pequeño beso; realmente me muero por besarla bien, pero con la mirada de mi ancestro clavada sobre mi espalda, me pone bastante incómodo. Me despido de ella mientras se aleja del lugar, de momentos mira por encima de su hombro y me dedica pequeñas sonrisas.Estando solos otra vez, me giro sobre mis talones y veo al anciano, que me dedica un baile de cejas, me recuerda a Aarón cuando quería saber algo sobre mi relación con Donna. Resoplo con fuerza y me cruzo de brazos; ¿Quién lo diría? El viejo es todo un cotilla y es extraño, teniendo en cuenta lo serio que se pone al hablar.—Realmente no me importa la vida de otros, pero tú no eres OTRO, eres mi nieto y siento curiosidad por saber cómo te va en tu vida amorosa, recuerda que la descendencia es
—Muy bien... aquí es cuando las cosas se ponen turbias.—Algo, el caso es que, su ex vivía en el pueblo y cuando lo volvió a ver, sus ojos brillaron con intensidad, su mirada cambio por completo, sus mejillas se tiñeron de rosa— Me levanto de mi lugar y me giro hacia él. —No lo voy a negar, estaba celoso y enfermo de envida, sentía enojo al ver que MI HEMBRA estaba enamorada de otro hombre y no de mí, ardía en cólera de ver como suspirada de amor por él, así que decidí no romper mi enlace, había tomado la firme decisión de enamorarla y convertir esto en algo real.—¡Y funciono! Te felicito.—No fue fácil, acercarme a Donna fue muy complicado, en especial porque no quería dejarme entrar en su corazón ni en su vida, pero cuando nuestra primera camada llegó, cuando la vi teniendo a mis crias.... supe que lo nuestro podría salir adelante. — Un ruidoso suspiro se me escapa. —Y henos aquí, hemos formado una hermosa familia, estoy muy enamorado de mi esposa y ella de mí, el acechador que la