—Yo también.—Es con respecto a los niños— Decimos al unísono y luego nos reímos un poco, parece ser que pensamos igual en ciertos aspectos.Él me hace un ligero movimiento de cabeza, indicándome que le diga lo que tengo en mente, casi enseguida le tomo de las manos y entrelazo nuestros dedos, siento un ligero cosquilleo en la punta de mis dedos. Estoy muerta de miedo.—Te quería decir que, me voy a ir a ver a los niños y que regresó dentro de un mes.Al escucharme, hace un poco para atrás su cuerpo, suelta una de mis manos y se rasca la nuca, su risa nerviosa me dice que él tenía otros planes en mente, enseguida, le suelto la otra mano y también doy un paso atrás, nos miramos directo a los ojos.—Y yo te iba a decir que te regreses con ellos, porque mi entrenamiento va a tardar dos años y.… no sería conveniente que entrene cerca de la aldea, así que....—¿Pensabas quedarte por dos años? — Mi voz se alza de momentos, pero trato de mantener la calma. —Es demasiado tiempo.—Por eso te i
—Donny— Susurran cerca de mi oído, haciendo que me dé un poco de cosquillas.Acarician mi cabello con suavidad, este gesto hace que abra los ojos y me topo con los ojos dorados de Reese, que me miran con ternura, al darme cuenta de que no estoy durmiendo, enseguida me tiro a los brazos de mi esposo y hundo mi rostro en su pecho, volviendo a soltarme en llanto. Le repito varias veces que lamento mucho haber sido una egoísta y una necia, él me dice que también lamenta haberme gritado de esa forma y de haber usado su dominio sobre mí.Estando más tranquila, tomo su rostro entre mis manos y lo beso con desesperación, él me sigue y al final terminamos haciendo el amor de la forma más dulce del mundo, Reese me promete que va a volver a casa apenas termine y me pide que lo espere en casa. A la mañana siguiente, me despierto, sola en la habitación, pero todavía puedo sentir el calor de mi esposo en mi cuerpo.Dejando atrás mis malos pensamientos, dejamos el gran templo de Gaia y regresamos a
Una noche, mientras la luna iluminaba mi cuerpo, pude ver como algo recorría mis brazos que se fue extendiendo por todo mi cuerpo, era como si mis venas fueran inyectadas por la luz de la luna, dándome una sensación de poder impresionante, en ese momento, no pude contener mi necesidad de convertirme en hombre lobo, soltando un poderoso rugido, uno completamente diferente a lo que había hecho antes, mi pelaje se ha puesto demasiado salvaje, dándome a entender que estoy volviendo a mis raíces y además, mi color platinado se ha vuelto mucho más intenso.Puse mis garras frente a mí, ya que me ardían horrores y note que un destello plateado emanaba de ellas, me siento abrumado por tanto poder, pero lo que realmente me afecta es esta inmensa soledad que siente mi corazón, si bien es cierto que antes lo sentía, ahora ese dolor se ha multiplicado por mil, al punto que solté un aullido lleno de pena y agonía.Sé porque estoy así, sé que es lo que me causa este dolor, pero resisto todo lo que p
—¿Debería? Solo sé que me da miedo... ¿Quién es? — Susurro lo más bajo que puedo, no quiero ofenderlo ni que desate su ira en nuestra ciudad.—Donna, miralo bien— Casi me suplica entre jadeos. —¿De verdad que no lo conoces?—Gabriel, te he dicho que no y no pienso mirarlo de forma fija... ya te dije que me da miedo y no quiero ofenderlo ¿Te ha dicho a que ha venido?Se golpea la frente con la palma de su mano, dejando una marca roja, luego me vuelve a insistir que mira aquel hombre con detenimiento, al ver que no piensa dejar de pedírmelo, hago caso a su petición y miro al hombre, pero del miedo que me provoca, termino por apartar la mirada enseguida y refugiarme detrás de Gabriel, mi cuerpo no para de temblar.—Donna... ¿De verdad...?—Te he dicho que no— Respondo enojada e irritada por esta pregunta. —No sé quién es, no lo conozco....Escucho unos pasos acercarse y enseguida dirijo mi mirada en aquella dirección, solo para ver que aquel hombre se acerca a nosotros. Todo en el me ate
Voy a mi cuarto y me siento en la orilla de la cama, todavía sigue impregnado el viejo aroma de Reese, definitivamente es muy diferente a lo que emana ahora, antes su olor era... agradable, al menos para mí. Me levanto de mi lugar y camino hacia su ropero, saco una de sus camisas y la estrujo contra mi pecho, hundiendo mi nariz en ella, extraño sentir ese olor.La noche cae y no me siento segura de tenerlo en casa, pero tampoco puedo decirle que se vaya a otro lado, además, tengo que esforzarme y dar de mi parte para adaptarme rápido a este cambio tan brusco. Contemplo el techo por un rato, tratando de imaginar mi vida a partir de ahora, pero cualquier escenario que se me cruza por la mente, es dulce y tierno, muy, pero muy alejado de la realidad.Sacudo un poco la cabeza y me levanto, voy a la cocina y empiezo a preparar la cena; desde la mañana que no veo a Reese, seguramente debe está ocupado poniéndose al día con todo lo ocurrido en su ausencia. El único que se ha asomado ha sido
—¿A dónde vas? — Su tono de voz ahora es dura y muy gruesa.—Iré a.… dormir a otro cuarto.... te conozco... n-no te vas a controlar... — Por fin logro abrir la puerta y antes de salir lo miro de forma fugaz. —¡Así que mejor me voy a dormir a otro lado, hasta mañana! — Exclamo sobresaltada y salgo rápido del cuarto, dando un portazo.Estando afuera, pego mi espalda contra la puerta y suelto unos jadeos, tengo los nervios a flor de piel por lo que acaba de pasar. Levanto la mirada al techo y cierro los ojos, puedo escuchar los fuertes latidos de mi corazón. Estando un poco más tranquila, me voy a otra de las habitaciones a dormir.A la mañana siguiente me despierto y abro los ojos, recuerdo enseguida lo ocurrido ayer, desde que volví a ver a Reese hasta lo de anoche, esto hace que mi corazón lata más rápido y mi cuerpo se estremece, no voy a negar que me sigue atrayendo físicamente, pero... sigo sin reconocer a mi esposo y me niego a estar con él hasta que me acostumbre a él.Me levanto
—Los híbridos también son criaturas extrañas— Se aleja de mí. —Heredan lo mejor de dos mundos, pero nacen defectuosos.—Deja a mi esposa en paz.—Tranquilo, no lo digo solo por ella, lo digo en general— Se cruza de brazos y me sigue observando. —Ustedes poseen una resistencia por encima de la media hacia la oscuridad, al inicio pensábamos tener pura descendencia hibrida y aprovechar al máximo esa ventaja, pero al ver que de cien cachorros híbridos solo sobrevivían cuatro, desistimos de la idea.Por la forma en como habla, sospecho que debe ser el ancestro de Reese, es mucho más alto que él y corpulento, para ser un espíritu, se ve demasiado real... como si fuera un ser vivo.—¿Por qué querrían tener puros híbridos?El señor arquea una ceja y luego se golpea la frente, parece ser que se ha acordado de algo y sospecho que tiene que ver con la información faltante. Mi vista pasa a Reese y él me dice que hablaremos de eso en su despacho, así que nos ponemos en marcha otra vez.Apenas lleg
Hoy he decidido ir a ver a mis iniciados para empezar a planear las rutas que vamos a tomar y como podríamos aprovechar esas zonas una vez que estén purificadas. Mi suegra me ha estado ayudando con todo esto y gracias a ella, mis guardianes han mejorado bastante, ya que, en la ausencia de mi esposo, no tuve tiempo para verlos.Una vez que tenemos nuestras rutas elegidas me paso a retirar, dejando que sigan entrenando y me voy a ver a mi esposo para pasarle mi informe y espero que apruebe mi expedición, de lo contrario, tendré que replantear mi plan de expedición. Mientras camino, aprieto con fuerza mi liberta, mi corazón late con bastante fuerza, en estos momentos, estoy de los nervios, que horror.Llego hasta la oficina de Reese y todo a la puerta, al otro lado escucho que me dan permiso de pasar, con timidez, abro la puerta y asomo la cabeza, al verme, Reese se levanta de su asiento y se acerca a mí, dedicándome una pequeña sonrisa. Le he interrumpido en una junta.—Lamento interrum