—¿Cuántos años tienes? Te notas bastante entusiasmado, como si fuerzas un cachorro— Se burla el acechador de su entusiasmo.—Tengo noventa años— Se le escucha un poco molesto. —Pero mi entusiasmo no tiene nada que ver con mi edad, siempre me pongo así cuando se trata de entrenamientos.—¿Con tan poca edad entrenaste al abuelo de Donna? Me impresionas. — Se le escucha el sarcasmo en la voz.—Rowan— Intervengo en tono serio. —Su edad es lo de menos, lo único que importa es que está ayudándonos y listo, el resto de cosas no importan.Un simple “Jum” es lo único que recibo por parte del acechador, para después seguir comiendo de forma tranquila y en silencio; bendita paz, gracias madre tierra. Antes de que termine de cenar, escucho unos pasos a mis espaldas y miro enseguida por encima de mi hombro.Donna se ha levantado, se está rascando los ojos y su mirada todavía es somnolienta, se acerca a mí a paso torpe y acto seguido, se tumba sobre mi espalda, apoya su barbilla en mi hombro y un p
Donna.Paz y tranquilidad, es lo que me transmite este momento, solo mi esposo y yo en estas cuatro paredes, me giro hacia el lado de Reese y con una de mis manos lo busco, pero al no encontrarlo, abro enseguida los ojos y veo que no está, hace rato que se ha ido, ya que el calor que siempre deja no se encuentra. Me siento en la cama y veo que estoy completamente sola, la luz del sol se asoma por la ventana dejándome ver con claridad lo que me rodea.—¿A dónde habrá ido? — Murmuro para mí misma mientras me levanto y arreglo.Salgo de la habitación y veo a mi abuelo sentado a la mesa en compañía de Rowan, han preparado el desayuno, me acerco a ellos y les pregunto por Reese. Mi abuelo me informa que se ha ido a entrenar desde muy temprano con Kenjiro.Sabiendo esto, me dejo caer sobre una de las sillas y empiezo a desayunar, bastante desanimada por no haberme podido despedir de él, pero era lógico, estaba demasiado cansada como para poderme despertar. Miro mi plato como si fuera algo e
Si pensaba que mi puntería con los proyectiles mágicos era mala, con el arco y las flechas es peor, en especial a la hora de tensar el arco, incluso me he pelado una parte de mi mano al soltar de la cuerda y los dedos con los que tenso el arco me duelen. Mi abuelo me ha dicho que mañana me va a dar algo para poder usar con mayor eficiencia el arco.A la mañana siguiente, me cuesta mucho trabajo levantarme, mi cuerpo me duele y mis piernas no me responden, pero me obligo a mí misma a ponerme de pie, tengo que hacerlo, no voy a quedarme atrás, mi esposo no ha regresado desde ayer y eso me inspira a mejorar. Apenas me levanto de la cama, un gruñido de dolor se me escapa y caigo al suelo, con las palmas de mis manos golpeo mis rodillas y me vuelvo a poner de pie.Regresamos a nuestro lugar de entrenamiento y mi abuelo me ha entregado un protector para mi brazo izquierdo y un guante para mi brazo derecho, me acomodo el arco y lo tenso, se nota demasiado la diferencia, me siento mucho más c
Donna me mira con el ceño fruncido, noto en sus ojos que se niega a dejarme solo, pero sus palabras son un “Lo entiendo, cuidate y procura no poner tu vida en riesgo... recuerda que tienes que volver a casa”, asiento con la cabeza y le doy un pequeño beso; realmente me muero por besarla bien, pero con la mirada de mi ancestro clavada sobre mi espalda, me pone bastante incómodo. Me despido de ella mientras se aleja del lugar, de momentos mira por encima de su hombro y me dedica pequeñas sonrisas.Estando solos otra vez, me giro sobre mis talones y veo al anciano, que me dedica un baile de cejas, me recuerda a Aarón cuando quería saber algo sobre mi relación con Donna. Resoplo con fuerza y me cruzo de brazos; ¿Quién lo diría? El viejo es todo un cotilla y es extraño, teniendo en cuenta lo serio que se pone al hablar.—Realmente no me importa la vida de otros, pero tú no eres OTRO, eres mi nieto y siento curiosidad por saber cómo te va en tu vida amorosa, recuerda que la descendencia es
—Muy bien... aquí es cuando las cosas se ponen turbias.—Algo, el caso es que, su ex vivía en el pueblo y cuando lo volvió a ver, sus ojos brillaron con intensidad, su mirada cambio por completo, sus mejillas se tiñeron de rosa— Me levanto de mi lugar y me giro hacia él. —No lo voy a negar, estaba celoso y enfermo de envida, sentía enojo al ver que MI HEMBRA estaba enamorada de otro hombre y no de mí, ardía en cólera de ver como suspirada de amor por él, así que decidí no romper mi enlace, había tomado la firme decisión de enamorarla y convertir esto en algo real.—¡Y funciono! Te felicito.—No fue fácil, acercarme a Donna fue muy complicado, en especial porque no quería dejarme entrar en su corazón ni en su vida, pero cuando nuestra primera camada llegó, cuando la vi teniendo a mis crias.... supe que lo nuestro podría salir adelante. — Un ruidoso suspiro se me escapa. —Y henos aquí, hemos formado una hermosa familia, estoy muy enamorado de mi esposa y ella de mí, el acechador que la
—Yo también.—Es con respecto a los niños— Decimos al unísono y luego nos reímos un poco, parece ser que pensamos igual en ciertos aspectos.Él me hace un ligero movimiento de cabeza, indicándome que le diga lo que tengo en mente, casi enseguida le tomo de las manos y entrelazo nuestros dedos, siento un ligero cosquilleo en la punta de mis dedos. Estoy muerta de miedo.—Te quería decir que, me voy a ir a ver a los niños y que regresó dentro de un mes.Al escucharme, hace un poco para atrás su cuerpo, suelta una de mis manos y se rasca la nuca, su risa nerviosa me dice que él tenía otros planes en mente, enseguida, le suelto la otra mano y también doy un paso atrás, nos miramos directo a los ojos.—Y yo te iba a decir que te regreses con ellos, porque mi entrenamiento va a tardar dos años y.… no sería conveniente que entrene cerca de la aldea, así que....—¿Pensabas quedarte por dos años? — Mi voz se alza de momentos, pero trato de mantener la calma. —Es demasiado tiempo.—Por eso te i
—Donny— Susurran cerca de mi oído, haciendo que me dé un poco de cosquillas.Acarician mi cabello con suavidad, este gesto hace que abra los ojos y me topo con los ojos dorados de Reese, que me miran con ternura, al darme cuenta de que no estoy durmiendo, enseguida me tiro a los brazos de mi esposo y hundo mi rostro en su pecho, volviendo a soltarme en llanto. Le repito varias veces que lamento mucho haber sido una egoísta y una necia, él me dice que también lamenta haberme gritado de esa forma y de haber usado su dominio sobre mí.Estando más tranquila, tomo su rostro entre mis manos y lo beso con desesperación, él me sigue y al final terminamos haciendo el amor de la forma más dulce del mundo, Reese me promete que va a volver a casa apenas termine y me pide que lo espere en casa. A la mañana siguiente, me despierto, sola en la habitación, pero todavía puedo sentir el calor de mi esposo en mi cuerpo.Dejando atrás mis malos pensamientos, dejamos el gran templo de Gaia y regresamos a
Una noche, mientras la luna iluminaba mi cuerpo, pude ver como algo recorría mis brazos que se fue extendiendo por todo mi cuerpo, era como si mis venas fueran inyectadas por la luz de la luna, dándome una sensación de poder impresionante, en ese momento, no pude contener mi necesidad de convertirme en hombre lobo, soltando un poderoso rugido, uno completamente diferente a lo que había hecho antes, mi pelaje se ha puesto demasiado salvaje, dándome a entender que estoy volviendo a mis raíces y además, mi color platinado se ha vuelto mucho más intenso.Puse mis garras frente a mí, ya que me ardían horrores y note que un destello plateado emanaba de ellas, me siento abrumado por tanto poder, pero lo que realmente me afecta es esta inmensa soledad que siente mi corazón, si bien es cierto que antes lo sentía, ahora ese dolor se ha multiplicado por mil, al punto que solté un aullido lleno de pena y agonía.Sé porque estoy así, sé que es lo que me causa este dolor, pero resisto todo lo que p