Ella lanza el golpe, pero nunca llega el dolor ni el escozor que le sigue, es más... no siento nada. Medio abro mi ojo izquierdo para saber que ha sucedido; del miedo que sentí cerré los ojos repentinamente. Sorprendida, abro mi otro ojo y miro con asombro como Reese ha agarrado de la muñeca a Bianca, impidiendo que me golpee en la cara.—Yo soy su novio... ¿Por qué querría ella quitarte el tuyo? — Espeta de forma fría y seria.—¿¡Que?! — Exclaman todas las porristas, incluyéndola a ella.—D-Dejala estar Reese... entiéndela, ella esta loquita, deschavetada y hace cucu— Le digo en tono nervioso al tiempo que suelto una pequeña risa histérica.Él me voltea a ver, confundido por lo que le acabo de decir.—¿De dónde sacaste eso?—De una película.—¿Qué clase de película?—Una infantil— Me encojo levemente de hombros sin saber que más decirle.De fondo puedo escuchar como el grupo de porristas se ponen a murmurar y a decir unas cosas que no logro entender, lo único que alcanzo a escuchar c
Salimos del cuarto y caminamos por los pasillos, yo no me atrevo a levantar la mirada, me siento bastante nerviosa con su cercanía y, sobre todo, por sus palabras. Ahora entiendo que nuestra unión es muy importante para él, lo que no entiendo del todo es... ¿Por qué es más importante los días fértiles como hija de Gaia? Hay mucho que aprender en poco tiempo... que ofuscada me siento. Miro al frente por unos instantes y veo como una chava se acerca a Reese, entregándole un pedazo de papel de forma disimulada. —Que tierno, cuidando de tu hermanita— Dice ella de forma divertida, dedicándole una enorme sonrisa a Reese para luego guiñarle el ojo. —No es mi hermana— Arruga el pedazo de papel y lo tira al bote de basura que está por ahí cerca. —Es mi novia— Le responde de forma tajante. Ella me mira sorprendida, abriendo los ojos de par en par. Seguimos avanzando por los pasillos, dejando atrás aquella chica, miro por encima de mi hombro de forma breve, ella no para de mirar la espalda d
Yo escucho con atención todo lo que ellos dicen, parece que se han puesto de acuerdo en pedir una pizza con bastante carne... demasiada diría yo, de momentos miro a mi acompañante de reojo, que él a su vez me devuelve la mirada de una forma bastante seria. Bajo la mirada y veo que todavía está su anillo sobre mi dedo, así que me lo quito y se lo entrego, él lo toma y lo vuelve a poner en mi dedo pulgar, sonrío tontamente al ver que me permite quedármelo.La campana de la entrada suena, levanto casi enseguida la mirada y puedo sentir como mi mundo da vueltas, mi respiración se agita de golpe, al punto que pareciera que me estoy hiperventilando, Karla enseguida voltea a ver de qué se trata y al verlo ahí parado con su bola de amigos suelta un ligero gruñido; ahora ella se parece a Reese, gruñendo como un animal salvaje.—¿Quieres ir a caminar, cari?Niego de forma temerosa, hasta ahora no se ha dado cuenta de mi presencia y si me muevo de mi lugar, podría llamar su atención y es lo que
—Ya veo, así que imagino que de ese ritual salieron Gabriel y Uriel ¿No?Ellos asienten con la cabeza, sueltan un leve suspiro y dejan sus teléfonos sobre la mesa, se acomodan en su lugar y me miran con atención.—Por eso desde niños nos han entrenado y educado para ser buenos Beta y Omega, debemos estar preparados para lo que sea, incluso para las cosas inesperadas.Suelto una risa nerviosa al escuchar lo último ya que, por lo que tengo entendido, lo más inesperado que le puede pasar a una tribu de hombres lobos es que se queden sin un Alfa, eso podría ser bastante complicado para ellos e incluso pueden darse rebeliones si no se encuentra pronto a un Alfa.—Parece que a todos les ha caído una gran carga sobre los hombros antes de tiempo ¿Eh?Ellos asienten levemente con la cabeza, luego veo como Uriel se pierde en sus pensamientos por unos instantes, después voltea a ver a Gabriel con una expresión de sorpresa, golpeándole suavemente en el brazo.—Sabes, ahora que hablamos de todo es
—Lo sé Reese, todavía no entiendo del todo como funcionan estas relaciones, pero sé que debo decirte lo que sucedió con Rowan, aunque no quiera. —Siendo un asunto bastante delicado, no creo que hablar de esto en la entrada del edificio sea el mejor lugar ¿A qué lugar quieres ir? Podemos ir a un claro del bosque o ir a las gradas. —Para ser honesta, prefiero mil veces ir al claro del bosque, aunque no lo creas, a pesar de que es de noche todavía hay varios alumnos paseándose por el lugar, lo que menos necesito es que uno de los amigos o amigas de Bianca me escuche. Con la decisión tomada, nos encaminamos al bosque. Mientras andamos, no puedo dejar de jugar con mis manos, de lo estresada que estoy, saco el gis que tengo en el bolsillo de mi pantalón y me pongo a juguetear con él. —¿Por qué usas un gis para hacer magia? Creí que los tuyos podían hacer magia sin necesidad de usar objetos mágicos. —Si podemos, pero debido a mi falta de practica he interés, no me concentro lo suficiente
—Mis padres me contaron que cuando se crea un lazo de parejas, ellos pasan a unirse, pero que si el macho no paso a hacerlo... quiere decir que está esperando a que los días fértiles de Gaia que están próximos... ¿C-Como sabes que...? —Lo puedo oler, puedo sentir el dulce aroma de tu cuerpo... eso quiere decir que estas a poco de llegar a esos días, afortunadamente para ustedes, esos días fértiles sólo ocurren una vez al año. —Gracias a Gaia... imaginate oler así todo el año— Un escalofrío recorre todo mi ser. —B-Bueno... ya me has advertido, te he dicho que no lo voy a buscar... n-no hace falta que te pongas rudo. Puedo sentir como sus garras se empiezan a clavar en mi piel, su mirada fija puesta en mí me da bastante miedo, parece que se ha perdido en sus pensamientos por unos instantes ya que parpadea repetidas veces. —Volvamos, que ya es muy tarde y seguramente tu amiga está preocupada por ti. Asiento con la cabeza sin quitarle la vista de encima a Reese, que todavía sigue enci
De lo cansada que estaba ni siquiera me pude poner el pijama, toco los bolsillos traseros de mi pantalón y siento mi teléfono, enseguida lo tomo y lo reviso con desesperación. Abro los ojos de par en par al ver que tengo varios mensajes de mi hermana. Sin darme tiempo a responderle los mensajes me llama.—¿¡Donde andas?! ¡Te estoy esperando desde hace rato, apurate!—Ya voy, no grites... además estoy yendo a ayudarte de buena fe, porque bien puedo volver a mi cuarto y seguir durmiendo plácidamente.Ella suelta un gruñido de enojo; mi relación con mi hermana antes era buena, pero después de lo ocurrido con mi ex, las cosas entre ella y yo fueron a pique, me reprocha el hecho de que me dejara sumergir en esta depresión por un idiota que no vale la pena y por más que traté y trato de explicarle como me siento... ella simplemente me señala y me juzga, por eso he preferido no decirle nada.—Más te vale que te apures, porque si no te haré la vida imposible.—Sí, si... mira callate que estoy
Ella vuelve a resoplar, me mira molesta e irritada. Toda esta discusión y gritos me recuerdan mucho a cuando volví de terapia, volvemos a lo mismo de siempre... todos esos malos recuerdos regresan a mi mente repentinamente, unas pequeñas lagrimas se empiezan a asomar por mis ojos, pero trato de evitar llorar frente a ella, no quiero que me siga regañando.—Eres una necia, no piensas bien las cosas, eres estúpida y lo peor es que no aprendes de tus errores, es por eso que la gente te trata como su pendeja, eso me frustra y me molesta, provienes de la madre Gaia y dejas que unos simples humanos te arrastren por el suelo.Giro los ojos y le hago un puchero.—No es algo que te afecte, nadie sabe lo que soy y la verdad no me importa si te gusta la idea de que esté con Reese o no, ni siquiera lo conoces.—¡Y seguramente tu tampoco! ¿No aprendiste nada con el pendejo ese?—Al menos parece ser mejor persona que él, de igual forma no se puede hacer nada por más que te estés quejando y decirle